B I E N V E N I D O S - En este blog, usted podrá apreciar los contenidos de una mala película sin necesidad de alquilarla. Este es un servicio gratuito que brindo, no me debe nada. Las películas buenas sólo las recomiendo, no se asuste que no se las voy a contar.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Street Kings II (2011)
Con: Ray Liotta, Clifton Powell y Shawn Hatosy
Dirección: Chris Fisher
Ray Ernesto Liotta es un policía maduro que está trabajando de encubierto junto con otros policías y se reúnen con unos malhechores en un galpón abandonado para comerciar una cocaína (como en todas pero todas las películas de policías y drogas, siempre se reúnen en un galpón abandonado. Y siempre el galpón abandonado chorrea agua por algún lado, ¿vio que siempre chorrea agua por algún lado?), y ya están por hacer la transacción, pero a uno de sus compañeros (al mejicano, como no podía ser de otra manera) se le mueve un poco la ropa holgadísima que se puso de rapper y se le ve la pistola o la placa, ya no me acuerdo. Y los malhechores advierten el chasco y comienzan a los tiros para todos lados, con tan mal tino que ¿no van y le pegan 2 balazos en la pierna al pobre Ray Liotta?
Y bueno, el tiempo pasa y se van poniendo teknos, diría Luca Prodan y Ray Liotta está trabajando en un escritorio, porque la pierna no le quedó bien y cojea. Y viene su jefa y le presenta al nuevo polizonte con el que deberá trabajar, Ray Liotta se queja (como en todas las películas de parejas policíacas, ¿será verdad que los policías siempre pero siempre no se caben de entrada? ¿A qué se debe ese latiguillo insoportablemente repetido?)
Y no se caen bien, y tienen que investigar el asesinato a sangre fría de Mejicano (que acaba de morir acribillado a balazos por un misterioso justiciero encapuchado) y salen a patrullar las calles y van a un bar de tetas y van a otro, siempre preguntando por el manager. Los lugares que visitan son antros de perdición bien oscuros en donde no cabe ninguna duda que la droga corre como loca. Incluso los managers que son entrevistados tienen pinta de poderosos narcotraficantes, pero ellos sólo quieren averiguar quién mató a Mejicano. Nada más. No importa si justo le preguntan a uno que está haciendo una ilegal transacción económica a los ojos de todo el mundo, no. Lo primero es saber la verdad sobre aquel crimen. Y los regenteadores de bares de tetas y merca se hacen los pelotudos y no les dicen nada, y se van siempre con las manos vacías.
Y comienzan a hacerse amigos, y Pequeño Policía lo invita a comer una barbacoa a su casa así rompen el hielo y se presentan a sus esposas. Y Ray Liotta acepta y se juntan. La mujer de Pequeño Policía está embarazada y es muy tierna (y esto nos garantiza su inminente e injusta muerte) y Pequeño Policía tiene clavado un delantal y está asando unas salchichas en esos parrilleros faltos de onda que tienen los yankies faltos de onda y comen y la pasan fenómeno (¿Por qué razón se pondrán delantal para asar salchichas? ¿Por qué motivo asan sólo salchichas o hamburguesas? ¿Por qué son tan de plástico?).
Pequeño Policía tiene un zarpadísimo Mustang verde oscuro como el de Bullit y no tiene nada que ver, porque es un novato que recién comienza a trabajar, pero nuestro director quería que anden en un Mustang verde y les puso un Mustang verde, qué mierda.
Y mientras están por ingresar al siguiente bar de tetas a averiguar más datos sobre el Mejicano occiso va y muere, también asesinado, otro que había estado con Ray Liotta la vez que hicieron esa transacción en donde le dispararon en la pierna. Y entonces, tanto Pequeño Policía como Ray Liotta se miran y llegan a la conclusión de que seguro las muertes tienen que ver con aquel añejo episodio (Son muy observadores ambos).
Mientras tanto, en otro galpón abandonado, Negro Enojado está atado de pies y manos a una silla de madera, con los ojos vendados y un pañuelo en la boca y siente que se abre el portón y comienza a gritar que lo larguen en un apagado e inentendible idioma al estar con un bollo de tela en la cavidad bucal, pero grita mucho algo así como “Bldmmmmm- Bldmmmmm!!!!”, que no sé qué quiere decir. Y viene Justiciero Encapuchado y le pone una piña, y se saca la capucha. Y ¿a que no saben quién es Justiciero Encapuchado? ¡Sí!, ¡adivinaron! ¡Es Ray Liotta! Que tiene a ese negro secuestrado porque tiene pensado culparlo de todos los crímenes dejando sus huellas digitales en un arma para luego matarlo y tirarlo en un río.
Y la película trata de ahí en adelante sobre cómo hace Pequeño Policía para llegar, atando cabos, a descubrir que el asesino no es otro que su propio compañero, pero en el instante en que advierte el intríngulis, Ray Liotta, por su parte, se da cuenta de que Pequeño Policía ya sabe con los bueyes que ara, así que está al horno, o como se dice en inglés: “He’s on the horn”.
Y va corriendo a buscar a su mujer para protegerla, y cuando llega encuentra a Ray Liotta en su propia casa ayudando a su esposa con dulzura a hacer gimnasia de preparto. Pequeño Policía, para no asustar a su mujer, invita a Ray Liotta a salir a la vereda a tomar un poco de aire. Y una vez que están en la calle comienzan a hablar en clave y voz baja para que Embarazada Tierna no los oiga, y Pequeño Policía le dice que ya se dio cuenta de todo y que lo va a meter preso. Pero Ray Liotta se excusa sobre lo que hizo por algo que no entendí bien (alguna pelotudez, seguramente) y se va.
Y Pequeño Policía vuelve dentro de su casa y se sirve una cerveza en botellita (eso también es insoportable ¿no? Siempre toman esas botellitas de mierda de 333 ml… ¿Por qué no se clavan un porrón digo yo?) mientras su mujer toma el bolso y le dice “Cariño, tengo que ir a hacer compras, ¿me puedo llevar tu auto?” (¡No!, ¡no lo hagas! ¡No te lleves el Mustang!) y Pequeño Policía le dice que sí y se saca las llaves del bolsillo y se las extiende con una indiferente expresión en el rostro (¡No! ¡Dios Santo! ¡No le des las llaves del Mustang!) Embarazada tierna toma las llaves, le da un beso en la frente a su marido, que está pensativo mirando sin mirar hacia fuera, y se mete en el auto (¡NO! ¡Que alguien pare a esa mujer! ¡Que no encienda ese coche!) y lo pone en marcha, activando una bomba conectada al encendido. Y explota por el aire.
Y luego la película viaja hacia un nosocomio y nos muestra a Pequeño Policía muy compungido en una sala de espera, todo sucio y transpirado, cuando viene un doctor de cuarta, muy mal actor, con la mala noticia de que su mujer ha fallecido (¿realmente hacía falta llevarla a un nosocomio? ¿Cómo hizo? ¿La metió en una bolsa de consorcio? ¿La juntó con una palita? Si no debe haber quedado nada de esa mujer luego de la explosión…)
Y entonces Pequeño Policía se hunde en la más oscura sed de venganza y busca a Ray Liotta, con quien forcejea en otro galpón abandonado y alejadísimo de la ciudad y termina poniéndolo de un tiro justo-justo cuando llega el refuerzo que pidió por handy (otra cosa que sucede siempre, ¿para qué llaman para pedir refuerzos si siempre llegan tarde?)
Y termina.
No, de cuarta. Patética, horrible, previsible, copiada. Inmunda. Una porquería.
Me da pena por Ray Liotta, que tiene el cielo comprado luego de Goodfellas. Y no soy objetivo cuando lo veo actuar. Pero acá sí que la cagó. Una poronga esta película. Es la película que más rápido te demuestra que es un bodrio, creo que me di cuenta en la primer decena de segundos.
Le pongo 2 Juanpablos
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