lunes, 5 de diciembre de 2011

Streets of blood (2009)



Con: Val Kilmer, Curtis James Jackson III, Sharon Stone, Michael Biehn, José Pablo Cantillo, Brian Presley y Barry Shabaka Henley

Dirección: Charles Winkler

Resulta que el huracán Katrina está inundando todo en Nueva Orleans, las calles están con un metro de agua y los ciudadanos aprovechan y saquean los locales con el agua en la cintura ante los disparos de los dueños de los comercios que, rifle en mano y apostados en los aleros, disparan a mansalva para proteger sus inundadas mercancías robadas que ya no sirven para nada pero ellos son norteamericanos, y ningún huracán por más fuerte y despiadado que sea les va a arrancar el egoísmo.

Y aparece Val Kilmer, que es un recio policía, caminando con dificultad con el agua en la entrepierna cuando encuentra un cuerpo de plástico berreta de un maniquí tuneado con muy poco para que parezca un ahogado y lo da vuelta y le saca cosas de los bolsillos. Hacía rato que no veía un muñeco tan mal hecho.

Y viene Cincuenta Centavos y se hacen amigos, Cincuenta Centavos es policía también y está patrullando las calles de Nueva Orleans tratando de controlar la situación. Y no solo se hacen amigos, después resulta que se hacen compañeros y son policías anti narcóticos. Y patrullan las calles, bah, la calle, porque se ve que el lugar de filmación que le dieron al director era muy acotado, muy chiquito, entonces los tipos van y vienen siempre por el mismo camino de no más de 100 metros en un descampado alejado de la ciudad.

Qué tiene que ver el tema del huracán Katrina con las drogas y los policías antinarcóticos y la mafia de Nueva Orleans, solo el pavote que escribió esto lo sabe.

Y bueno, entonces los tipos se pasan la vida patrullando los cien metros que les adjudicaron en donde solo hay pasto y lomitas y yendo a las obligatorias sesiones de terapia que les impone el cuerpo de policía. Y Val Kilmer es un despiadado policía que ya vio mucho y entonces tiene los ojos inexpresivos (en realidad Val Kilmer tiene los ojos inexpresivos desde hace 20 películas más o menos, por eso lo ponen como tipo que tuvo algún trauma severo).

Las sesiones de terapia son entabladas por la olvidada y cajoneada Sharon Stone, que se ve que alguien la encontró debajo de una piedra y la puso en este filme.

Nada queda claro nunca. No queda claro qué es lo que hace Sharon Stone en este rol. No queda claro qué buscan demostrar. Ni siquiera se entiende qué conexión tiene el huracán Katrina con la droga.

Es horrible. Horrible. Penosa. Da pena ver a Sharon Stone apareciendo en films de octava para ganarse unos pesos. Qué fácil que entran y salen de las cima algunas personalidades. Sorprendente.

Le pongo medio Juanpablo.

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