lunes, 25 de junio de 2012

Shark Night 3D (2011)





Con: Sara Paxton, Dustin Milligan, Chris Carmack, Katharine McPhee, Joel David Moore, Donal Logue, Joshua Leonard, Sinqua Walls, Alyssa Diaz y Chris Zylka

Dirección: David R. Ellis


Resulta que un grupo de inconcebibles jovencitos con cuerpos dignos del ensueño más delirante deciden pasar el fin de semana largo en casa de la rubia perfecta del grupo, que tiene un costoso caserón a la orilla de un copioso río compuesto por decenas de brazos que salen para acá y para allá haciendo que el lugar sea de lo más tentador para pasar el finde. Y todos son perfectos, todos tienen bíceps, todos son acreedores de impecables abdominales y todos son pésimos actores, incluso para este film de clase B que estoy describiendo con tanto lujo de detalles.

Y como nuestro director quiso llegar a todos los públicos que hay en este mundo contrató a un pelirrojo, a un rubio, a un castaño, a un morocho... Hay un negro, también (nunca falta el mulato, que para colmo es el que siempre muere primero por su condición de negro), una morocha y una negra. Solo faltó que los vista con ropa de Benetton.

Y entonces se encuentran en el campus de la concheta universidad donde pasan sus días jugando a la play, haciendo abdominales y tomando cerveza en botellita, y parten en una obvia 4x4 de tipo jeep con barras “antivuelco” rumbo a la casa de fin de semana de Rubia Perfecta para tomar cerveza, comer barbacoas, cogerse unos a otros y ser devorados por un tiburón muy pero muy mal hecho por computadora que se encuentra en el río porque se pasó para ese lado la vez aquella de las inundaciones en New Orleans y creció y se acostumbró al agua dulce.

Así es que llegan a la guardería náutica y se suben a la potente y zarpada lancha del padre de Rubia Perfecta, que tiene un lanchón del carajo, típico de yankie que puede comprarse lo que se le ocurra total después el pato lo paga el tercer mundo o sea nosotros. Y viajan hacia el paradisíaco paraíso terrenal de Rubia Perfecta dándole al mango al motor de la lancha, escuchando música de rock insulso, tomando cervecitas en lata y gritando “Ooooohhh!!”, que es lo que gritan los jóvenes yankies como diciendo: “Uau, qué divertida que es la vida y qué poco me importa que en el mundo haya niños que mueren de hambre”.

Y llegan y las chicas se ponen en bikinis y muestran sus cuerpos excelentes sacados de la tapa de alguna Sport Illustrated y los jóvenes pelan sus cueros mostrando sus inconcebibles abdominales y de inmediato agarran la lancha y se van a hacer ski acuático con el negro, como no podía ser de otra manera, ya llevamos un cuarto de hora de película y deberíamos comenzar a aniquilar protagonistas si pretendemos que la multitumbre no apague el reproductor de dvd y se ponga a jugar al teto.

Y bueno, viene el tiburón, que está muy pero muy mal hecho, y prende al negro del brazo y lo hunde en el agua. Los jóvenes, espantados por haber sido testigos del cruento episodio, vuelven para atrás con la lancha intentando rescatar al negro, que flota seminconsciente en el agua como si un tiburón lo hubiera prendido de las pelotas. Y lo rescatan y cuando lo recuestan en la orilla y advierten que al negro le falta un brazo, uno de los jovencitos, el más amigo del negro, se tira al agua en busca del brazo derecho de Mulato. Y yo le estaba por decir al loco, que no busque al pedo, que seguro el tiburón se había comido el brazo del protagonista, pero me equivoqué. Al parecer, esto no lo sabía y ahora lo acabo de descubrir siendo un tipo ya grande (y esto me señala, como decía mi abuelita que “uno nunca termina de aprender”), hay tiburones que son racistas, porque el flaquito se manda al agua en busca del brazo de su amigo y luego de buscar un rato lo encuentra, oculto entre unas algas. Así que el tiburón lo agarró y le arrancó el brazo pero después, cuando vio el color de su víctima, decidió no comerlo y desecharlo.

Y el joven vuelve del agua con el brazo del negro e intentan ponérselo de nuevo pero no rosca bien, así que deciden llevarlo al hospital, que está en la vulva de la psittacidae, más o menos, por lo que empiezan a discutir, como siempre ocurre en estas producciones cinematográficas. Así que la negra del grupo opta por ir ella en busca de ayuda y cuando sale en una moto de agua (porque Rubia Perfecta tiene una casa perfecta a orillas de un río, una lancha perfecta y varias motos de agua perfectas, por si un día pinta un fin de semana perfecto y uno no tiene lo que hacer en la ciudad. Quiero ir a vivir a EEUU, ¿ya se los dije, no?), pero el tiburón también asesina a la negra por su condición de mulata e inferior a la rubia y la morocha, dos caucásicas con el piné necesario para durar un toque más en la película que una simple negra, pero bueno, es este mundo racista en el que vivimos.

Y el negro despierta y es notificado de que la negra (su novia) fue devorada por el tiburón y se levanta como puede y se interna en el agua de río blandiendo una lanza (que no sé de dónde la sacó) con valor y desparpajo mientras el tiburón se acerca para propinarle flor de tarascón y se funden en violenta lucha de Titanes en el Ring, el Negro manco y el Tiburón de agua dulce, solo faltaba William Boo. Y el negro le mete flor de lanzazo en un costado y el selacimorfo huye herido a ocultarse detrás de algún matorral de algas a esperar agazapado a su nueva víctima.

A esta altura de la película, uno ya tiene muchas ganas de que el tiburón, así como mutó y aceptó sin peros vivir en agua dulce, agarre y se cope con eso de respirar fuera del agua, así sale y se los morfa a todos y se termina este bodrio inaudito, pero no todo termina ahí. Resulta que no tienen señal en los celulares para pedir ayuda, es de noche y deben esperar sí o sí hasta el otro día, y aparece un ex novio de Rubia Perfecta, que tiene una cicatriz debajo del ojo y les brinda ayuda.

Rubia Perfecta se queda intranquila cuando Morocha y Pelirrojo se van en el barco de su ex en busca de socorro, y uno no sabe si darle bola o no a su inquietud porque ¿qué peor que un tiburón hambriento? Nada, el ex de Rubia Perfecta no puede ser más malo que el tiburón. Pero sí lo es. No solo es malo como persona, también es muy mal actor y tiene una sed de venganza inusitada contra Rubia Perfecta porque años atrás, cuando aún eran novios, él la quiso ahogar cuando ella le batió que se iba a la facultad y que no se verían más, pero ella logró zafar y en su escape le cacheteó sin querer la jeta con la hélice de la lancha haciéndole ese profundo corte que aún muestra con recelo.

Así es que Ex novio y su colaborador sin dientes detienen el barco en el medio de la nada y obligan a punta de pistola a Pelirrojo a tirarse al agua para que sea devorado por el tiburón, y Pelirrojo prefiere un par de tarascones muy dolorosos y una lenta muerte por desmembramiento a un certero y rápido tiro en la sien. Y se tira al agua y es desmembrado por el tiburón, que lo descose todo y se lo manduca. Y luego obligan a Morocha a meterse en una jaula infestada de unos pescaditos tipo pirañas que se la comen de a poquito mientras ellos disfrutan del espectáculo meta cerveza y risotadas ignorantes.

Mientras tanto, en la súper casa de fin de semana, Rubia Perfecta se quedó intranquila, como dije, y logra obtener señal y llamar a la policía, y viene el comisario, que la conoce desde que era chiquita y la quiere mucho, pero en estos últimos años todo cambió mucho y ahora es malo, y está entongado con Ex Novio y todo lo que está ocurriendo en realidad forma parte de un oscuro plan de Ex Novio, Sin Dientes y Comisario, que quieren divertirse viendo como el tiburón se come a los jóvenes para después vender el video al mejor postor, ya que hicieron un riguroso estudio de cálculos y notaron que en Youtube, los videos que más se ven de todos, son los de “tiburones comiéndose gente”, así que pretenden hacerse millonarios.

Y todos mueren, menos Rubia Perfecta, que logra escapar y entongarse con el tiburón que se come como postre a los tres malos.

Una real hijaputez que no solo no tiene ni ton ni son, sino que, para más sorpresa, esta dirigida por David R. Ellis, director que filmare en sus años en que andaba bien de la cabeza Scarface, Fatal Atraction, Patriot Games y Lethal Weapon, por poner cuatro contundentes ejemplos de cómo un tipo puede caer tan pero tan bajo y escopetearse las pelotas de esta manera.

Horrenda película de tiburones y jóvenes norteamericanos.

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