35 Rhums (2008)

 

Con: Alex Descas, Mati Diop, Nicole Dogue, Grégoire Colin, Julieth Mars Toussaint, Adèle Ado y Jean-Christophe Folly

Dirección: Claire Denis

La película comienza con un señor apoyado en una moto esperando supuestamente la llegada de un tren mientras degusta un cigarrito. Se está haciendo de noche.

En tiempo real, tanto el señor del cigarrito como nosotros, los televidentes, contemplamos la llegada de al menos seis o siete trenes de los cuales no se baja ningún amigo, ningún pariente o ningún enemigo del señor del cigarrito, que continua sin mosquearse, avistando trenes arribados y fumando con parsimonia su cigarrito.

Luego, también en tiempo real, se sube a su moto, va a comprar una cacerola a presión, la elije entre varias opciones y se va para la casa, donde su hija lo espera para cenar y le prepara unas verduras en una cacerola a presión igualita a la que acaba de comprar mientras el hombre se quita la ropa, muy despacio, se pone unas pantuflas y se baña, todo esto también en tiempo real, sin música ni diálogo alguno.

Ya pasaron 25 minutos de filme, nadie aun emitió sonido y lo único que vimos hasta esta importante sexta parte de filme fue a un negro viendo como llegan trenes, a una mulata preparando unas verduras, al negro antes mencionado comprando una cacerola a presión y luego enjabonándose la espalda con ahínco.

Así que está advertido, si usted gusta del cine en donde no pasa nada, donde nadie se dirige la palabra hasta la mitad de la película y donde las escenas innecesarias e insípidas se suceden unas a otras con implacable reiteración, vaya ahora mismo a alquilar esta obra maestra del cine mudo, lento y pesado como collar de sandías.

Ahora, eso sí, los que lograron verla entera dicen que es muy buena, así que no sé qué decirle.