lunes, 24 de diciembre de 2012

The Samaritan (2012)






  Con: Samuel L. Jackson, Luke Kirby, Ruth Negga, Deborah Kara Unger y Tom Wilkinson

Dirección: David Weaver


Resulta que el negro Samuel acaba de salir de prisión luego de un montonazo de años de condena por asesinar a su mejor amigo y socio de un tiro en la cabeza por orden de un muy mal actor y jefe del hampa para quien el negro Samuel trabajaba.

Así es que, una vez liberado, comienza a visitar a sus viejos compadres de la época en que era un prestigioso ladrón y asesino con códigos que no asesinaba a su mejor amigo así su jefe se lo ordene. Y todos lo ningunean, ¿quién quisiera recibir de visita a semejante sorete garca? Nadie. Entonces el negro Samuel se da cuenta que “sobra” y que “incomoda” a sus viejos compinches y se corta solo e intenta rehacer su vida buscando imbéciles empleos de poca monta por su condición de ex convicto que cumplió una larga condena en prisión por haberle dado un tiro en la cabeza a su mejor amigo por orden de su mal actor jefe.

Pero una noche regresa al sucucho maloliente que consiguió como bulo transitorio para tirarse a dormir y cuando prende la luz nota que un guaso está sentado cómodo en su sillón predilecto esperándolo a que regrese de su irrelevante trabajo.

Susto. Inquietud. Sorpresa. Escepticismo.

El joven se presenta como “Ethan”, el hijo de aquel mejor amigo que el negro Samuel asesinare 20 años atrás, y le dice que lo vino a buscar para ofrecerle un delirante trabajo donde deberán robar 8 millones de dólares a un mafioso muy mala persona compuesto erróneamente por Tom Wilkinson, que nunca fue la gran cosa pero al menos se cuidaba de aparecer en estas inviables producciones cinematográficas plagadas de lugares comunes, infestadas de plagios a otras películas que contaron la historia primero e inundadas de las más desesperantes malas actuaciones de estos actores que, a pesar de tener peso y renombre, deben estar pasando un mal momento económico que los hizo priorizar sus gordas billeteras por sobre su buen nombre y currículum vitae.

Entonces el negro Samuel le dice que no, que ni en pedo. Pero Ethan lo persuade y lo lleva a su bar, donde de inmediato le consigue una linda negrita a la que le ordena que "atienda bien" a L. Jackson. Pero el negro no tiene ni por asomo ganas de ponerla, se ve que la prisión le pulverizó su capacidad de erotismo y está con otros asuntos en la cabeza.

Y bueno, vamos cortando un poco, el negro no quiere colaborar en el robo de los 8 palos pero Ethan lo tiene agarrado de las pelotas ya no me acuerdo con qué huevada y le dice que solo quiere vengar la muerte de su padre, y que si no lo ayuda a robar los 8 palos ¡¡¡¡lo matará!!!!! Así que el negro se va a tomar unos drinks a un bar de mala muerte y de pronto ve en el fondo que una parejita discute y él hombre toma del brazo a la mujer y la mete en un baño, así que los sigue y justo cuando el hombre intenta introducirle la gallina en la boca a la joven por la fuerza, Samuel descubre que la joven no es otra que la negrita que le habían regalado en la escena anterior y que él había rechazado.Así que lo detiene, le da un brusca piña y lo anula y salva a la negrita, quien cae rendida de amor en sus brazos. Y se enamoran y se van a vivir juntos y arman una muy pintoresca casita de recién enamorados y se cogen y se cuentan todas las terribles vicisitudes que atravesaron en sus vidas como si pretendiesen competir para descubrir cuál de los dos fue el que más sufrió hasta que el destino los unió. Y un día en que el negro sale a trabajar, Ethan lo espera y se lo lleva y le dice que aquella negrita copada y súper masticable que se está empomando con gran virilidad no es otra que… ¡¡¡Su propia hija!!!! Y esta novedad produce en Samuel L. Jackson la peor actuación que he visto en muchos años, arrugando su rostro e intentando una sofisticada expresión, mezcla de indignación, ira, pavor, negación de la realidad, merchandising de Star Wars,  documental sobre gatitos y ganas de echarse un meo que francamente me dejó patitieso. Y cuando se repone de la noticia e intenta vengarse aplastando al puto Ethan de una merecida trompada, este le dice “Ah, ah, ah. No me toques que le cuento todo a Negrita” para luego continuar redoblando la apuesta: “ Y si no me ayudas a robar los 8 palos, le cuento igual, puto.

Y así entonces comienza esta idiotez indescriptible, donde Jackson, Kirby y Wilkinson se disputan con fiereza de campeón aguerrido el título honoris causa de “Boludo del año” superando ampliamente cada una de las malas tomas que componen arribando a un desenlace tan pero tan pelotudo e infantil que sólo merece que los caguen bien a patadas en el culo por infelices. 

Así que ni se le ocurra, quédese con el Jackson de Pulp Fiction, con el Kirby de Mambo Italiano y con el Wilkinson de The Debt. Y huya desesperado de la góndola donde la copia de The Samaritan lo acecha con intenciones maliciosas mientras en la carátula un hijo de su madre vaticina, desvergonzado:

Atrapante. Un sólido Samuel L. Jackson sostiene hábilmente las idas y vueltas de este thriller en la tradición del noir” Michael Rechtstaffen – The Hollywood Reporter

Michael Rechtstaffen: Andate un rato a la cachucha de tu hermana, estafador.


3 comentarios:

Unknown dijo...

Eres bien argentino para decir negro a cada rato. No lo puedes llamar por su nombre carajo. despues de la primera linea te queria escribir este comentario ni siquiera me interesa tu puto blog de mierda.

Gilmour, Juan Carlos dijo...

Karim,

Lamento haberte ofendido, en Argentina no es un insulto decir "negro" a una persona de color sino a aquel que por su condición socioeconómica presenta una personalidad o manera de ser.

En Argentina se le dice negro al africano como chino al chino, y nadie se enoja. Es más, es un mote que acerca a las personas, que las descontractura y las une.

Seguramente habrá argenitnos que le dicen "negro" a una persona de color solo por su condición de facista hijo de puta, pero quedate tranquilo que no es mi caso.

Perdón nuevamente por haberte ofendido, jamás fue mi intención.

Gilmour, Juan Carlos dijo...

Pero como ya le dije a una lectora española que se molestó por que en una crítica señalaba a un español como "gallego" y me hizo la aclaración que España no es solo Galicia, nunca imaginé que un día recibiría este tipo de críticas de personas de otras partes del mundo porque jamás se me hubiese ocurrido suponer que me leerían mucho más que mis amigos de mi ciudad, donde no se mal interpreta la lectura por nuestra condición de rosarinos.

Prometo de aquí en más utilizar un lenguaje que no sea hiriente y que sea lo más globalizado posible intentando hacerlos reír, que ese es el fin de este blog.

Te mando un gran abrazo y disculpas nuevamente.