lunes, 18 de noviembre de 2013

"The Day" (2011)



Con: Shawn Ashmore, Brianna Barnes, la bella Ashley Bell -que de bella no tiene nada así que deben dejar de darle roles de bella en las películas-, Michael Eklund, Dominic Monaghan, Shannyn Sossamon, Robert Baldwin, Cory Hardrict y gran elenco

Dirección: Douglas Aarniokoski


Resulta que en un páramo inexacto enclavado en el omitido país de no sé dónde y en pleno año no sabemos cuál pero en un futuro cercano o lejano (nunca queda claro esto), unos jóvenes muy mugrientos y agotados vienen mal actuando y caminando con extremada cautela las confusas tierras que habitan en busca de algún rancho donde poder parar a descansar de una vez ya que, aparentemente, hace muchísimo que vienen caminando y uno de ellos –el afro del grupo- está con una tos convulsa que lo convulsiona con gran convulsión y no lo deja desconvulsionarse meta toser y toser al punto en que uno teme por su pronto deceso.

Y todos están muy enojados y no se dan tronco de bola, solo se miran con suspenso hasta que, como diez minutos más tarde y en el momento preciso en que uno ya suponía que la película mostraría sólo a este grupo de jóvenes maduros caminando entre pastizales sin ton ni son, finalmente aparece a lo lejos una casa abandonada donde podrán guarecerse y entonces aceleran el paso, no sin ajustar aún mucho más sus ojos desconfiados apuntados a los pastizales que rodean el camino como si ocultos en ellos estuviese ése peligroso enemigo que los acecha.

Así que acceden al rancho con desmedida cautela dejando a la bella Nell (que de bella, otra vez, no tiene nada) en la puerta, quien aprovecha y se fuma una chalita que tiene guardada en el pelo a la que ya no le quedan más de seis o siete milímetros de largo.

Y el líder del grupo -otrora colaborador de films como Lord of the Rings o X-Men y ahora necesitado de pagar la luz- ingresa, muy despacio, con gran temor, intransferible cautela e híper dimensionada atención y se dispone a revisar cada ambiente de la casa mientras la bella Nell se fuma la chalita y los demás jóvenes esperan fuera a que su líder dé la señal de “ok”. Pero ésta se demora montones de minutos, al punto en que uno empieza a suponer que la película sólo mostrará cómo se releva una propiedad abandonada, y cuando ya empezaba a cabecear con angustia, finalmente nuestro líder da dos golpes al piso con la culata de su bayoneta (o escopeta) dando a entender a sus seguidores que “está todo bien” (¡Genial! ¡Podremos entrar al rancho y seguir con esta historia que empezó hace como media hora y aún no sabemos de qué va ni qué los acecha ni por qué están todos sucios ni por qué temen por sus vidas ni cuál es el motivo de que no haya otros seres vivos que no sean aquellos que, en teoría, los acechan!).

Entonces el grupo se dispone a ingresar y asistir al joven de color, quien está inmerso en aquella cruenta tos convulsa, por lo que lo ayudan a recostarse en un sillón y lo tapan con una raída, meada por las ratas y espantosa frazada que encuentran en el lugar mientras Líder y su mano derecha comienzan a hacer un nuevo estudio, aún más minucioso, del rancho y las provisiones que pudiesen haber en el lugar mientras ordenan al resto de la troup que contabilicen su stock de municiones y comida personales, esto también demora el inalcanzable nudo de la historia y seguimos con la requisa de la propiedad mientras la bella Nell pasa con extremada parsimonia un limpia tubo por el caño de su escopeta recortada, la otra joven -que es bella de verdad- cuenta cuántas latitas de atún le quedan (solo una, no hace falta contar demasiado. Es más, bien podrían no haber hecho ningún raconto, porque cuando a uno, luego de una feroz caminata le queda una latita de alimento ya lo sabe desde el preciso momento en que utilizó la penúltima latita. Bien podría haberle dicho a su líder cuando le dio la orden de contar las provisiones personales “no hace falta, Jim, solo me queda esta latita. La otra la comimos en nuestra parada anterior, ¿recuerdas?” y no estar otros valiosos minutos revisando sus bolsillos ante la mirada ya irascible del espectador, quien necesita de manera imperiosa que la historia avance de una puta vez surcando con peligrosidad extrema los cuarenta y pico de minutos de un film que no quiere saltar a la siguiente situación ya de manera caprichosa).

Entonces el líder manda a ambas mujeres a requisar el bosque (si no me cree ya sabe lo que tiene que hacer, va, se alquila una copia y la mira con atención) y mientras las jóvenes revisan cada yuyo alto que rodea el rancho, los varones encuentran un sótano donde ¡hay latas de comida! Líder, Mano Derecha y Negro celebran y se abrazan, finalmente podrán comer algo, pero cuando Líder toma una lata, ésta está agarrada a una cadenita que activa una alarma insoportable que se escucha como a tres kilómetros a la redonda y que no parará (se lo juro) por los próximos diez minutos de film mientras las jóvenes vuelven corriendo del prado requisado a medias e intentan rescatar a los varones, quienes quedaron atrapados en el traicionero sótano como si fuesen ratas en una trampera. Y nadie puede desactivar la chicharra, así que voy a mirar las escenas siguientes adelantando en modo 2x para no tener que soportar más ese pitido y sobre todo para poder ver qué es lo que ocurre en esta historia hija de la chingada de la que ya pasaron cincuenta minutos y aún no sabemos qué ocurrió, qué ocurré y qué ocurrirá. O si ocurrirá algo, al menos, cuando al fin aparecen “los malos” (¡¡Bien!!), atraídos por el insoportable ruido.

Los malos visten bien, generalmente de negro y tienen un aparente apetito humano (digo aparente porque jamás se comen a uno, solo amenazan con hacerlo), y son muy poderosos, muy forzudos y pueden tomar a un humano por la cintura y revolearlo por ahí como si fuese una ramita seca, pero nuestros protagonistas están muy entrenados y saben pelear con ellos, así que se escabullen e intentan no quedar a su alcance mientras la bella Nell se traba en feroz pelea con cualquiera de estos extraños y nos muestra claramente que, o es muy mandada y fortachona, o es uno de ellos.

Esto es advertido por la verdadera bella de la película, quien ni bien terminan de eliminar a “los malos” la señala y deschava delante de todos. Así que Mano Derecha la ata a una silla, le corta un pedazo de pierna, se lo da a comer y luego la amasija a trompadas y le da la cara contra el piso como si quisiera hacer puré con aquella joven tan mal actriz, pero la bella Nell no sufre lastimaduras demostrando, aun con más pruebas, de que ES una de ellos. Así que harta de la tremebunda golpiza les aclara a los gritos que sí, que efectivamente es una de ellos, pero que es buena y no deben temerle, porque en realidad quiere venganza porque los malos mataron a toda su familia así que ella sabe que es mala, pero es mala hasta ahí. Nunca se le ocurriría comerse un humano, solo pretende utilizar sus poderes de mala para así poder luchar de igual a igual con aquellos que destrozaron su futuro. Y esto es visto con agrado por sus compañeros e incluso por mí, ya que finalmente podré acceder al siguiente nivel no sin sentir un poco de preocupación por el tiempo invertido y suponiendo entonces una historia que durará tres o cuatro horas, pero no, quédese tranquilo. Lo que sigue es una última pelea feroz con los malos que intentan ingresar al rancho y lo consiguen, matando a todos menos a la bella Nell, a la que suponen del palo y por eso están a su lado con la guardia baja, por lo que Nell aprovecha y los elimina uno por uno y se va caminando por el abandonado camino por el que vino mientras la hija adolescente del líder de los malos la corre para acompañarle en su próximo periplo mientras Nell saca un pequeño cuchillito muy chiquitito que sobresale muy poquito de su puño como si fuese la cabeza de una tortuga bebé y le da un sablazo a la adolescente que le arranca la cabeza (¡what a fuck?!) y la película termina (...).

Así que no sé qué es esto ni por qué fue hecho, pero se lo advierto. No vaya a cometer el improperio de alquilarlo. 


Le pongo 1 Juanpablo y lo dejo con la inquietud.

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