lunes, 23 de diciembre de 2013

Bullet To The Head (2012)






Con: Un primo mío, Sung Kang, Sarah Shashi, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Jason Mamoa, Christian Slater e inmundo elenco

Dirección: Walter Hill


Resulta que mi primo, en esta nueva oportunidad y lejos de entender que ya fue, ya pasó, ya está y que es hora de recostarse en una tumbona a mirar culos en alguna paradisíaca playa a bordo de ese yate súper lujoso que se compró y en el cual aún no me ha invitado a pasear, en esta oportunidad se pone en la arrugada piel del temible Jimmy Bobo, un implacable y temerario asesino a sueldo a quien los años (67), los golpes que le propinara Ivan Drago en su momento más las corridas por la selva en el rol de Rambo sumado a las incontables cirugías estéticas que se propinara en el rostro, que hasta hace un tiempo atrás parecía congelado en una expresión monumental de pasmo ineludible y ahora con este último retoque pudo quitarla para obtener un rostro increíblemente recio que no puede modificar bajo ningún punto de vista pero que al menos le sirve para protagonizar esta nueva película, no le impiden pasearse por el film duro como paquete de pastillas ante la mirada cómplice de sus colaboradores, quienes no le dirán que camina como un muñeco y cobrarán su sueldo, a ver si el viejo Sly se arrepiente de terminar el filme.

Entonces, decía, la pasa de uva que una vez fue Rocky o Rambo ahora se encomienda, con su coequiper, un ignoto actor que muestra por todos lados que morirá inminentemente a silenciar a un aún muchísimo más ignoto actor que se pasa toda la presentación del filme tomando merca, chupando y bailando en calzoncillos mientras la prostituta que rentó se pega un baño antes de poder enfiestarla.

Así que Sly y NN estacionan el auto, se bajan, sacan del baúl las armas (exactamente igual que en Pulp Fiction pero sin un cuarto de onda) y suben al piso donde bailarete se enfiesta y se parapetan en la puerta (exactamente igual que en Pulp Fiction pero sin un cuarto de onda) para tomar aire o carrera e ingresar y acabarlo (darle un tiro, no esa asquerosidad que usted pensó, no sea pervertido).

Entonces golpean, entran, piña va, piña viene, lo matan. Sly debería ajusticiar también a la prostituta, pero ésta porta en su espalda un tatuaje de un puma que lo enternece, así que no la mata.

Error. Futuro arrepentimiento. Recurso utilizado unas cien mil veces.

Entonces aquel que debía pagarle el trabajo no lo hace y manda a un increíblemente mal actor que hace de malo a matarle y este se inmiscuye en el bar donde Sly degusta un whiskycito con su ignoto partner y cuando Sly se va a echar un cloro agarra y apuñala a ignoto actor para luego ir a por Sly, con quien se recagará a trompadas en el baño del bar y no conseguirá ultimarlo (a Dios gracias, de lo contrario hubiese terminado la película...).

Luego de esto, con una voz gruesa y cavernosa digna de un hombre de su edad, nuestro célebre primo nos cuenta un resumen de lo que fue su vida mostrando una seguidilla de fotos suyas desde que era un purrete hasta esta actualidad tan lamentable, con unos cartelitos de preso colgados del cuello mientras nos dice que fue capturado 26 veces, pero solo 2 lo condenaron, y las fotos que pone son claramente fotos que el director le pidió de distintas etapas de su vida, algunas muy atinadas para colgarle con Photoshop un cartel de preso, pero otras ni remotamente, entonces hay una que se está riendo y otra en donde está mirando con ternura hacia arriba, y nadie se ríe de esa manera cuando le sacan la foto para encarcelarlo ni mira con ternura hacia arriba. El director debería haber sido un poco más criterioso. O al menos nuestro primo debería haberlo sido, es un tipo que tiene montones de películas en la espalda…

Mientras tanto, en otro lugar de New Orleans, meca y cosmópolis de cada película malísima que sale luego del episodio con el huracán Katrina, un señor que directamente no debe ser actor, hace de jefe de los malos que porta una extraña enfermedad en las piernas que hacen que se mueva con lentitud y apoyado en sendos bastones, quizás para poder amplificar un poco su actitud de malo, tan irremediablemente imposible de extraer de esa cara de pelotudo que tiene, y recibe la mala noticia del mamón que debía silenciar al viejo Rocky de que esto no pudo concretarse pero que no se preocupe que en poco tiempo más lo acabará.

Al mismo tiempo, en el departamento de policía, un joven koreano llega desde Washington a tomar cartas en el asunto y debe encontrar al asesino que mató a bailarete a quien encuentra de inmediato gracias a su celular de última generación (esto es así, usted sígame la corriente. Imagino que es algo que quiso plasmar Sly como diciendo “los jóvenes de hoy encuentran todo con ese aparatito”) y en lugar de apresarlo se hacen amigos y salen en sociedad a: uno encontrar al rengo malo para encarcelarlo y el otro a matarlo.

Y así comienza esta torpe anécdota de Sylvester Stallone en donde, hay que admitirlo y quizás levantarse y aplaudirlo con vítores, nos muestra qué bien que se mantiene físicamente, qué lindas que les quedan las arrugas en sus torneados bíceps y qué imbéciles son todos aquellos que intentan doblegarlo a pesar de sus casi 70 año y su clarísima imposibilidad de moverse con la soltura de otrora, esa soltura que reparte como quien regala caramelos el mamón con quien se pelea en toda la película y que solo en la cabeza ilusa de nuestro querido primo podría haber perdido como pierde la pelea, en un mano a mano entre un viejo hecho mierda y un joven saludable y listo para enfrentar la vida.

Cuando Sly salió con “Los Indestructibles” y le dio ese toque cómico que puede gustarle o no, era una cosa, pero esto no. Así no, diría Mirtha Legrand de Tinayre.

Dejate de joder, Silvestre. Comprate un gato y anclá en Grecia, comprate una isla y ponete un PaintBall e invitá a tus amigotes a cagarse a tiros, déjate de joder que ya hincha las pelotas.

Y otra cosa: ¿podrías haber averiguado que significa Bobo en un país de habla hispana? ¿Bobo se tenía que llamar el personaje que encarnaste? ¡Me hubieses llamado! Sos muy bobo.


Le pongo 3 Juanpablos, la escena de las fotitos los vale. 

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