martes, 4 de marzo de 2014

Wakolda (2013)





Con: Álex Brendemühl, Florencia Bado, Diego Peretti, Natalia Oreiro, Elena Roger, Alan Daicz (cuando digo que este chico es el hijo no reconocido de Diego Peretti no estoy equivocado) y gran elenco

Dirección: Lucía Puenzo


Más o menos. Brendemühl está bien, muy bien caracterizado. Muy parecido. Bado acompaña y Oreiro no desentona, que no es poco. Pero no me gusta el mensaje que deja la película. Ojo, quizás sea una sensación mía, pero me parece que pintan a un Menguele talentoso y fascinado con su profesión que, lejos de haber sido como todos escuchamos, en realidad fue un incomprendido de su época que luchaba por encontrar la cura a ciertas enfermedades genéticas. Y no me parece una buena manera de describir su paso por Argentina.

Menguele fue un hijo de mil putas, un sádico enfermo de mierda que tenía vía libre y rienda suelta para elegir al judío que quisiera, meterlo en un laboratorio y experimentar con la libertad de quien tiene a su merced millones de ratas para probar con ellas lo que sea y cómo sea. ¿Cuánto peso soporta una extremidad antes de desmembrarse de su coyuntura?, ¿qué daño produce la ingesta desmedida de lavandina?, ¿cuánto tiempo vive un ser humano, a ciencia cierta, sin dormir, o sin comer, o sin hidratarse?, ¿cuántos martillazos podía soportar un niño en su cabeza antes de volverse loco o morir?, ¿a qué temperatura se congela una persona?, ¿qué dosis de distintos venenos eran mortíferas para el hombre? y demás masacres investigativas que dejaron miles de muertos de las peores maneras, muy por encima de su interés en solucionar problemas congénitos en hermanos gemelos o cómo dejó sentado en una libretita sus avances en materia de estudio a la falta de crecimiento. Y todo lo que verdaderamente causó su paso por este mundo aún no ha sido lo suficientemente contado, ni siquiera en la película Los Niños del Brasil.

Y eso me ocurrió con Wakolda.

Luego, el Llao Llao luqueado antiguo en aquel Bariloche no tan turístico como hoy infestado de nazis y toda la ambientación de época es realmente admirable y hay que quitarse el sombrero. Muy bien lograda en ese aspecto.

Una lástima porque podría haber sido una gran película y se quedó a mitad de camino.

Le pongo 5 Juanpablos




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