The Remaining (2014)

Con: Alexa Vega, Johnny Pascar, Shaun Sipos, Bryan Dechart y torpe elenco

Dirección: Casey La Scala

Resulta que, ya totalmente perdida y lanzada a conseguir dinero para pagar el alquiler fuera como fuese, Alexa Vega, la tierna Carmen Elizabeth Juanita de Costa Brava Cortés que nos deleitara con su frescura y su talento en la saga “MiniEspías” de Roberto Rodríguez, se pone en la piel de Skylar, una hermosa, joven y sensual rubia que está por casarse con su amado y completamente desconocido mal actor noviecito y, junto con un magro equipo de otros aún más malos actores que éste quienes hacen de amigos íntimos de la pareja, toman camaritas y empiezan a filmarse demostrándonos que hemos vuelto a caer en la trampa del “film con camarita”.

Así que se casan, haciendo todas las tomas con camarita, cuando de pronto un estremecimiento todo lo estremece y los deja a todos estremecidos, estremeciéndose con pavor al notar que más de la mitad de los extras del film han perecido tirados en el piso con sus ojitos en blanco grisáceo.

Y sí, en ese mismísimo instante uno agarra y dice “pero esto es lo mismo que Left Behind, esa película completamente mala que vimos el otro día con Nicolás Cage con la única diferencia que aquí no trabaja Nicolás Cage!”

Y sí, es exactamente la misma historia contada de manera aún peor en donde los novios y sus amigos íntimos (qué suerte que todos se salvaron) deben escapar de las garras de Dios, quien los dejó vivos porque bien en su interior no creen un carajo en él y por eso ahora deberán pagar el precio de su ateísmo escapando de viles ánimas aterradoras que no aterran ni al más excelso ateo que pise este planeta religioso.

Y eso es todo lo que tengo para decir de “The Remaining”, una huevada que empuñé con tesón la semana pasada justo un día antes que llegaran todos los blu-rays de películas que acaban de ganar los Oscars de anoche.

Así que le pongo 1 Juanpablo solito y lamentamos el triste presente de esta chica que tanto futuro tenía por delante y que terminó actuando en una película clase C sin que se le cayera un solo anillo.