martes, 18 de octubre de 2016

Lights Out (2016)







Con: Teresa Palmer, Gabriel Bateman, Maria Bello, Billy Burke, Alexander DiPersia (andá a cagar, estúpido, cómo te vas a llamar así…) y elenco

Dirección: David F. Sandberg



Resulta que el millonario empresario que tiene una sola empleada medio gordita y un taller que acaba de cerrar porque es de noche entonces nunca queda claro qué es lo que venden o fabrican ahí dentro, está hablando por teléfono con su pequeño hijo quien le pide por favor que vuelva a casa ya que su madre sigue loca y no se quiere tomar las pastillas entonces él le dice que está ocupado (mentira, no está haciendo nada) pero que en una hora estará ahí, y no tiene nada que hacer porque todo está oscuro y listo para cerrar y viene la ampulosa secretaria y le dice que se va entonces él le da permiso y mientras la mujerona camina por un tenebroso pasillo (que alguien prenda más luces, da mucho miedo caminar por ahí) comienza a escuchar corridas, gemidos, fugaces disgustos y esas cosas que uno escucha cuando falta muy poco para morir y se da vuelta y ve debajo de una luz un espantoso fantasma que la persigue con los pelos revueltos, los ojos en luz alta y unas uñas de Freddy Krueger, así que vuelve a la oficina de su jefe, quien sigue con el teléfono diciéndole a su hijo que está ocupado y que volverá en una hora y no quiere interrumpirlo, pero se está haciendo pis del susto, así que junta las rodillas y da saltitos nerviosos y su jefe se da cuenta y deja por un momento de decirle a su celular que llegará en un ahora a destino, tapa el micrófono y pregunta impaciente y enojado “Dorothy (porque todas las mujeres ampulosas yankies se llaman Dorothy), ¿qué sucede? Tengo que atender este llamado…”, y Dorothy se da cuenta que lo importunó, baja su sumisa cabeza y le dice que se vaya rápido y que no apague la luz, y sale tocando los tarros como Ben Johnson con el doble de ración de frula.

Así es que Millonario continúa estúpidamente diciendo a su hijo que se tranquilice y que llegará en una hora (hace como 10 minutos que le está diciendo eso por teléfono, si hubiese cortado antes no demoraría tanto en llegar a su casa, a veces no entiendo la falta total de practicidad de algunos millonarios exitosos) y entonces cuelga de una maldita vez el teléfono, toma su campera y sus llaves y se encomienda a surcar ese terrorífico pasillo de la fábrica a oscuras para que no sepamos cómo se gana su dinero y la loca de pelos revueltos y dedos de Krueger lo persigue, y cada vez que se apaga la luz aparecen sus ojos en alta y su pelo y Millonario corre pero el ánima lo alcanza, le arranca los ojos y lo revolea al medio del tenebroso pasillo y así comienza esta estupidísima película de terror que reúne a actores razonablemente discretos como Billy Burke, quien nada tenía que hacer en esta idiotez insensata, a Teresa Palmer, otra que venía caminando con cuidado su carrera y acá banquinó muy feo y María Bello, de quien habría que componer un párrafo aparte describiendo su tremenda equivocación al aceptar protagonizar este film haciendo de madre depresiva porque no le sale ni un poquito chiquito-chiquito mientras la mala, el ánima o la asesina, aparece y desaparece todo el tiempo y la bella Palmer debe cuidar a su hermanito del fantasma y no deben apagar la luz, pero a la hora de dormir –el momento más peligroso de todos- lo deja en su cuarto pegado a la habitación donde siempre duerme el fantasma y se va al living a cuidarlo desde lejos, un piso abajo y en la otra punta de la casa.

¡Dios!

¡¿Quién escribió esta basura?!


Incalificable.

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