The Silence
Of The Lambs (1991)
Con: Jodie Foster, Anthony Hopkins, Ted Levine, Anthony Heald, Scott Glenn y gran elenco
Dirección: Jonathan Demme
Vi por primera vez The Silence Of The Lambs en el cine, a mis
veinte años. Siempre vi mucho cine, sobre todo de suspenso y de terror. Y vi de
todo, al punto de que casi diría que no hay nada que me haga asustar o que me
incomode lo suficiente como para dejar de verlo. Logro, no sé si es
porque ya estoy viejo y casi nada me sorprende o porque tengo el filtro roto,
ver casi cualquier cosa sin mosquearme.
The silence of the Lambs es la excepción. Siempre. Cada vez que la
veo, Anthony Hopkins me pone muy incómodo. Cada vez que lo veo hacer
este magnífico papel me siento en una telaraña, tontamente cazado, esperando la
muerte, que llegará en instantes, en el tiempo en que Hopkins-Araña demore en venir a saborearme con esa mirada de caníbal extremadamente hijo de puta.
Jodie Foster es una
gran partenaire, no hubiese podido haber otra mujer en ese rol. Gran mérito de
ella, también, que consigue poner la tensión necesaria.
Pero de todo lo que
esta película trae para el recuerdo, lo que más me sorprende y quiero señalar y resaltar es el papel de
Levine, quizás el asesino psicópata más horripilante, más enfermo y más
peligroso que haya visto jamás. Ted Levine compone el papel de su vida, para
luego mezclarse en tontas apariciones, casi como extra en las siguientes
películas en las que ha colaborado. Sorprendente papel. Curioso actor de
reparto.
En definitiva, una de
mis preferidas, que no me canso de mirar y que jamás envejecerá.
Le pongo cientos de
Juanpablos.
2 comentarios:
Sí, loco, qué gran película...
No sé si observaste que los personajes de Levine siempre mueren igual: de espaldas al piso, con la boca abierta, los codos apoyados en el suelo, con las manos alzadas, los dedos en garra haciendo como una convulsión, bajando hacia atrás hasta detenerse por completo.
Supongo que será el repetido pedido de los directores. Se ve que le sale bárbaro...
Un abrazo.
La verdad que no lo hice, es un buen entretenimiento que pondré en práctica. Y eso pasa siempre. Cuando algo garpa es exprimido hasta la boludez.
Abrazo.
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