lunes, 20 de mayo de 2013

The Forgotten Ones / The Lost Tribe (2009/2009)






Con: Jewel Staite, Justin Baldoni, Marc Bacher y Marc Bacher (sí, después le explico), Nikki Griffin, Kellan Lutz, Helena Barrett, Emily Foxler, Nick Mennell, Brianna Brown, Hadley Fisher, Maxine Bahns y la sorpresa del siglo, el actor más de vuelta del mundo: Lance Henriksen

Dirección: Jorg Ihle / Roel Reiné


Por primera vez, y en combo exclusivo, Crítico Cinéfilo criticará dos películas malas a la vez, así que agárrese.


Resulta que un grupo completamente alejado de la actuación se dispone a zarpar en un hermoso y costoso velero con rumbo incierto para pasar un buen fin de semana meta tomar cervecita, aullar como buenos norteamericanos y a disfrutar de unas streepers que irán a ver a una isla. No son sólo varones, están todos en pareja y van con sus novias, quienes no saben a dónde irán y se enteran en el velero. Y ponen cara de culo.

Así es que el grupo, comprendido por Italiano Seductor y su colorada novia, más Rubio súper sexy que está solo y Gordo Rico, Sucio y Pervertido con Rubia Interesada, comienza a navegar las calmas aguas de no sé dónde rumbo a la isla, pero el GPS falla y los dirige con rumbo equivocado a otra isla, que no figura en el mapa y que ni siquiera el GPS advierte, hasta que el velero choca contra un pedrusco y se pone de lado como el barco del capitán Schettino y se hunde y todos naufragan.

Desesperación. Ahogo. Nadación estilo perrito a la costa.

Una vez en la isla, Italiano Seductor comienza a mandar mensajes de SOS desde la radio del velero -que misteriosamente pudo ser desatornillada del tablero y rescatada antes de que el velero se hundiera, y es raro, porque el velero se fue al fondo como cabaret en quiebra: echando putas, haciendo que los protagonistas de esta imbecilidad lograsen salvar su vida de pedo y por milagro, porque ningún velero se va al fondo así de rápido, salvo que esté construido en plomo y tenga todo el casco cargado de pesadas piedras, así que aun hoy no entiendo cómo fue que lograron rescatar la radio, que a pesar de no contar con la batería del velero, que está en el fondo del mar, funciona a la perfección-, entonces logran comunicarse con Prefectura y estos les dicen que ya les enviarán un rescate. Italiano Seductor le declara su amor a Colorada, le obsequia un demasiado cursi anillito de algas y florcitas y le dice que cuando vuelvan a tierra firme se casará con ella. Colorada se emociona, todos aúllan como perfectos pelotudos y se van a dormir a la arena como Tom Hanks, pero a la mañana siguiente Italiano Seductor ha desaparecido y solo hay un charco de sangre donde hacía instantes dormitaba su esbelto cuerpo italiano.

Colorada, desesperada y envalentonada, se mete en el bosque de la isla para buscar a su amor, que ha dejado un caminito por donde se fue desangrando como Hansel y Gretel, pero el resto de la troup no quiere ir tras el italiano argumentando, con gran criterio, que aquello que se lo llevó sangrando seguro que ya lo comió, digirió y defecó, y que no están interesados en ser comida de monstruo de isla desconocida.

Colorada se ofende y los manda a cagar, pero justo cuando comienzan a discutir, Rubia Interesada es tomada de un tobillo y colgada bien alto de un árbol (como la película Depredador, con Arnold Schwarzenegger y compañía. Igual, igual).

Y en muy poquito tiempo todos son atrapados y comidos, salvo Colorada, que en un momento es alcanzada por una extraña baba que deja un lagarto isleño y, en un instante de tensión sin tensión alguna en donde queda expuesta muy cerca de uno de estos monos siniestros muy parecidos al depredador de Depredador que habitan la isla y comen náufragos, éste no la ve. Así que se da cuenta de que ésa baba que recubre su cuerpo impide que el mono la distinga, ya que es ciego (como la película Depredador, con Arnold Schwarzenegger y compañía. Igual, igual), así es entonces que Colorada decide luchar contra los monos ciegos (como la película Depredador, con Arnold Schwarzenegger y compañía. Igual, igual) y se embarduna toda con baba de lagarto (como la película Depredador, con Arnold Schwarzenegger y compañía. Igual, igual) y se dispone a hacer justicia por sus amigos y prometido muertos, sabiendo que, por otro lado, si no enfrenta a las bestias, morirá (como la película Depredador, con Arnold Schwarzenegger y compañía. Igual, igual). Y sale y lucha y termina cercenando la cabeza del mono líder, consiguiendo que la manada desista de masticarla y logrando escapar de la isla en un bote inflable, toda rajuñada, en bombacha y untada de baba de lagarto. FIN

Y mientras tanto, en otro día y en otra película alquilada bajo el título “La tribu II”, otro grupo de malísimos actores distinto al de la primera edición pero con la increíble colaboración de Gordo Rico, Sucio y Pervertido de vuelta -que murió en la 1 de la peor manera pero se ve que, al no conseguir actores que se prestaren para colaborar en esta segunda y patética edición no les quedó otra que recontratarlo y ponerle otro nombre (si no lo cree ya sabe lo que tiene que hacer: vaya y alquílese las dos y véalas una detrás de la otra)- se dispone a zarpar en un velero muy parecido al antecesor rumbo a una isla a pasar un fin de semana de sol (Igual, igual que en la primera edición, sin una coma corrida). Y por la noche, mientras navegan las aguas del mar X, Joven Atractivo se acerca a su Rubia novia y le obsequia una cajita que en lugar de un anillo de bodas dentro tiene una llave de departamento y le propone que se vayan a vivir juntos (¿no es genial esta autocopia?), y ella se emociona, igual-igual que la Colorada de la 1, y se abrazan, pero al rato deben rescatar a un náufrago que está flotando en mar con un corte en un brazo y un desequilibrio mental muy severo. Y llaman a Prefectura, quienes le dicen que no se muevan, que tiren el ancla y que esperen que ya sale un rescate hacia ellos. Pero no le hacen caso y continúan el viaje con el loco encerrado en un camarote, pero este escapa por una ventanita mientras todos duermen y toma el control del velero, dobla y chocan contra un pedrusco y se hunden de inmediato naufragando con lo puesto pero con la suerte de haber conseguido rescatar la radio una vez más, que funciona a la perfección (…), así es que están todos sanos y salvos. Salvo Loquito, que murió ahogado y ahora se acerca a la orilla como un bulto inerte. La Troup de pelotudos le da merecido entierro y se van a dormir, pero por la noche, un extraño ser secuestra el cadáver de Loquito y deja un hueco sanguinolento donde lo habían enterrado (…).

Horror. Preocupación. Copia Fiel.

Y entonces uno se encomienda a buscar al cadáver (¿para qué, por dios?) y se adentra en la frondosa isla para perderse mientras sus amigos lo dan por muerto y lo buscan y los monos otra vez se comen a todos, incluso se vuelven a comer al gordo, como si fuese un delicioso plato al que no pudieren resistirse de disfrutar una segunda ración. Y todos mueren y la única que se salva es la Rubia que reemplaza a la colorada en eso de aniquilar a los monos y escapar.

Así que, como siempre digo en estos casos: Si no me cree una palabra de lo que le digo y supone que lo estoy agarrando para la chacota, sabe lo que tiene que hacer este próximo fin de semana, vaya y alquílese ambos DVDs y véalos en continuado.

Ponerle 1 Juanpablo, aunque sea compartido entre ambas atracciones fílmicas, sería insultar la inteligencia de ese punto con gran humillación, así que está advertido.


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