Con:
Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Diane Lane,
Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Scoot McNairy y elenco
Dirección: Zack Snyder
El problema de esta rara secuela que reúne a
Batman con Superman es que no le gustó a nadie, ni siquiera a Ben Affleck,
quien prohibió a su hijo que viera el film por ¿pudor? ¿vergüenza?
Pero más allá de esto, el film es más largo
que eructo de jirafa y comprende toda una primera etapa que realmente no sirve
para nada y aburre hasta el estallido verbal. Hordas de gente deben haber
elevado sus manos al grito de “¡Pasalo a nafta, la puta madre!” y habrán tenido
razón en su queja.
Luego, Affleck está gordo como Casero y su
superhéroe no tiene nada que envidiarle a nuestro querido Juan Carlos Batman de
Chá chá chá. La papada de Ben escapa desesperada por los recovecos del antifaz
y puede incluso apreciarse a simple vista el sufrimiento del actor, quien a
punto de explotar, soportó con estoicismo las escenas con traje de cuero.
Debemos agradecer que el traje de Batman no tiene botones. Estos hubiesen
volado por el aire y dejado tuerto a algún técnico de filmación.
Cavill está muy bien y honra a su superhéroe –solo
si uno lo pone en comparación con el zapato que justo antes que él lo
protagonizaba-, Adams no tiene nada que hacer e este film, a Fishburne no puedo
dejar de recordarlo tocando la batería en el bote rumbo a Camboya con al menos
100 kilos menos, Irons para nada que hacer e este film y la sorpresa es
Eisenberg, actor que no soporto, que ya me recontra pudrió y que no hubiese
imaginado nada fructífero que viniese de él pero aquí compone a un bizarro Lex
Luthor jovencísimo y que, debo admitir, el malo loco no le queda mal.
Y finalmente llega el nudo del film, donde por
un rato se puede disfrutar de una trama un poco más coherente y atrapante hasta
que despierta el monstruo y los efectos especiales por completo apuntados a
dejar ciegos a los espectadores con sus potentes destellos de luz coronan un
final bien hollywoodense, con poderosas explosiones y dolorosos efectos
visuales que ocultan la carencia de lógica que el film carga desde que
comienza.
Y eso es todo lo que puedo decirles de esta
película que fue vapuleada por todo el mundo pero que este humilde servidor no
cree que sea para tanto poniendo sobre la balanza qué es lo que estamos viendo:
Dos superhéroes de dos tiras cómicas yankies de los 50s que nada tienen que ver
uno con el otro, que viven en ciudades y mundos distintos y que la magia y la
desesperación por generar divisas los reunió de la misma forma en que un día el
Chavo del 8 pudiese encontrarse con He Man y entre los dos combatir a los
Globetrotters.
Así que le pongo 5 Juanpablos y lo invito a
que la vea, va a ver que más que malísima es solo absurda.
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ResponderEliminarSí, es cierto
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