Con: Jennifer Tilly y Jeff Bridges
Dirección: Terry Gilliam (12 monos)
Costo: Dios no permita que me entere que gastaron plata encima
Título que le pondría el Sr que traduce los nombres de las películas de Macanudo:
EL AMOR DE UNA HIJA
Una nena de 10 años es criada por sus padres rockeros de la manera mas nauseabunda que usted pueda imaginarse, y pongo "nauseabunda" porque no se me ocurre otra manera de expresar esto que este quemado director muestra en esta basura de película.
La madre vive drogada con heroína (que le suministra la nena, sí, la nena tiene que prepararle las inyecciones) fumando un cigarrillo detras de otro en una inmunda habitación, acostada en la cama, rodeada de cajas llenas de chocolates que la niña NO PUEDE TOCAR, porque son de la madre.
El padre (Jeff Bridges), es un rockero venido a menos, que nunca consiguió el éxito y toca en bares para solventar la compra de heroína para él y su mujer. Obviamente que plata para comprar alimentos nunca queda, solo hay para comer un frasco de manteca de maní, que ya no tiene mucho y que está infestado de hormigas.
Un día la madre de la niña muere de sobredosis (obviamente, se daba todo el tiempo) y entonces el padre y la hija, abandonan el "hogar, dulce hogar" y viajan en colectivo a vivir de la abuela paterna de la nena. que vive en una lejana comarca.
En el viaje, Jeff Bridges vive tirándose unos horrorosos pedos que hacen que los demás pasajeros lo miren con desagrado, pero a él no le importa, se sigue cagando una y otra vez ante la mirada de desaprobación de su hija.
Llegan a la casa de la abuela que es una construcción muy bonita en el medio del campo, bah, eso es lo que se advierte desde lejos, da la sensación de que finalmente estos muchachos van a vivir en un ambiente mas digno de criar a una criatura de 10 años, pero no; la casa está abandonada hace mucho, y fue usurpada, como se advierte, varias veces por vagos que ya no viven ahí pero que dejaron su huella destrozándolo todo.
No hay nada para comer, no hay un supermarket cerca, una farmacia, nada. Solo esa casa de campo abandonada en el medio de la nada.
Jeff Bridges se sienta en un sillón (el único mas o menos "sentable" que hay en la casa) y le solicita a su hija que le prepare la dosis de heroína, que se quiere dar un saque.
La hija le dice que tiene hambre, pero el insiste que primero quiere hacer un viaje, despues irán a buscar comida. (a donde??)
Luego de inyectarse la merca, el padre muere de sobredosis. La hija no lo advierte ya que es común la dureza facial de este hombre cuando está "viajando".
A los 3 días empieza a hacer olor este muchacho y ella entiende que está muerto.
Bueno, ahora agárrese amigo porque empieza la parte fea (sí, todavía no empezó)
La chica juega con unas cabezas de barbie que tiene (porque solo tiene las cabezas) y encuentra un lugar en donde hay cosas de su abuela y se disfraza y juega bastante, con el padre a todo esto, muerto en el living. Duro.
Aparece en escena una mujer que no queda claro quien es ni de donde salió que le embalsama al padre (sí, tal cual) y le deja la panza abierta para que la nena introduzca las cabezas de barbies dentro de su padre.
Luego de esto no pude seguir mirando, porque realmente.. No hace falta, hay que estar mal del marulo para hacer semejante cosa, y yo no lo necesito, quiero seguir mi vida con una quemazón de bocho razonable y no absoluta.
Conclusión: Hay que tener mucho estómago para verla, y hay una delgada línea entre ser transgresor y desagradable, 12 monos es una peli profunda y muy bien hecha. Esto es una mierda que no debería haberse editado siquiera. A veces no entiendo estas cosas, que oscuro fin tienen.