martes, 31 de mayo de 2016

Colonia (2016)





Con: Emma Watson, Daniel Brühl, Michael Nyqvist, Richenda Carey, Vicky Krieps, Jeanne Werner, Julian Ovenden y elenco

Dirección: Florian Gallenberger


La verdad es que da pena ser oriundo de estos lares, tener una edad en donde al menos éramos chicos cuando todo ocurrió y por ello de alguna forma haber vivido y padecido en estricto daño colateral habiendo conocido gente que no está más, gente que se tuvo que ir a los santos pedos, gente que aprovechó la misericordia de otros que poniendo en juego su propia vida, familia o trabajo ayudaban en el escape y ahora viene Emma Watson –quien nunca jamás podrá quitarse la varita mágica de la mano y siempre la veré como la niña maga de Harry Potter (pero no la culpo a ella, esto sucede por el esfuerzo ansioso de Hollywood por intentar quitársela haciéndola actuar en cuanta producción disímil aparezca, mostrándola en tetas o haciendo de desquiciada mental o luchando por la libertad chilena cuando lo ideal sería tomarse un lustro sabático y volver más tranquila y olvidada)- y, de la mano de Daniel Brühl, se encomiendan a perseguir sus ideales de izquierda en un Chile de principios de los setentas y a instantes de perder a su honorable presidente de un tiro mientras Daniel, Emma y el séquito de extras con cara de condorito que consiguieron elevan sus puños revolucioarios y sus melenas al viento y no convencen ni remotamente aunque más no sea a la menos objetiva abuela de ninguno de ellos.

Nyqvist salva un poquito las papas, pero solo las suyas. “Nyqvist salva un poquito sus propias papas” -sería mejor enunciado este párrafo- al conseguir un poco de asco en la escena con los niños cantores en los vestuarios, pero volvemos a lo mismo de siempre: que vengan Nyqvist, Emma Hermione Watson y Daniel Brühl a contarnos una historia autóctona de nuestra Sudamérica violada en perfecto inglés y esforzándose inútilmente y como papanatas eclécticos en enunciar las pocas líneas en castellano que les dieron… Da pena.

Colonia da pena. Chile da pena. Los muertos chilenos no merecen ni el Chile que subsistió luego de Pinochet ni esta película patética e incalificable que lo único que hace es seguir violando nuestra memoria.



viernes, 27 de mayo de 2016

Triple 9 (2016)





Con: Casey Affleck, Chiwetel Ejiofor, Anthony Mackie, Chiwetel Ejiofor, Woody Harrelson, Aaron Paul, Kate Winslet, Gal Gadot, Norman Reedus, Teresa Palmer, Clifton Collins Jr. y elenco

Dirección: John Hillcoat


Mmm, no. Una lástima porque Hillcoat nos ha dado alguna que otra alegría en su escueta carrera (The Road, Lawless), pero acá se queda a mitad de camino y no consigue por completo su cometido.

Ojo, está bastante bien, no digo que sea un film para el olvido, solo señalo que debería haber sido más de lo que fue siendo Hillcoat quien estaba detrás de las cámaras.

Affleck niño está muy bien, se está entonando los músculos y dejó de ser ese flaquito buen actor, es probable que en breve lo veamos en alguna de súper héroes como el hermano y ahí sí la cague para siempre. A Ejiofor se le nota la desazón de haber estado “así” de pasar de nivel actoral y no consigue disfrazar su ira por colaborar en un film de robos y policías corruptos. Mackie nunca me cayó bien y nunca lo hará, me parece un actor patético que no tiene nada para dar y aquí reafirma mi teoría. Harrelson, desdibujado y de vuelta, ya no consigue enamorar con sus locuras, Winslet no tiene qué hacer en este film, Gadot está más buena que fin de semana con la billetera llena y Reedus, Collins y Palmer acompañan muy bien, pero el film intenta una atracción violenta policíaca corrupta del estilo Scorsese y no llega a serlo, dejando a todos con un sabor amargo en la boca.

Así que más suerte la próxima, querido Hillcoat, aún te respetamos.


Le pongo 6 Juanpablos

lunes, 23 de mayo de 2016

Terminus (2015)






Con: Jai Koutrae, Kendra Appleton, Todd Lasance, Bren Foster, Brendan Clearkin, Vincent Andriano, William Emmons y elenco

Dirección: Marc Furmie


Envuelta en una tremenda malísima producción, Terminus nos relata triste la historia de un ananá fosforescente que arriba al planeta con fines médicos y es encontrada por un anciano mexicano (el director vio Close Encounters, estoy seguro), quien queda catatónico repitiendo una frase religiosa cuando al polvoriento lugar (porque México, Irán, Irak, Palestina y ese tipo de lugares solo está rodeado de piedras polvorientas y ciudadanos incapaces de sumar dos más dos) llega un cuarteto de modelos bien vestidos con espléndidos trajes negros quienes deben hacer expresiones de estar muy preocupados por lo que acaba de suceder pero cuando van a buscar el ananá fosforescente que dejó un cráter en el polvoriento y tercermundista lugar no pueden encontrarla porque ya ha sido capturada por un cuarentón grunge de camisa rayada e hija rubia y linda quienes consiguen un montón de viejos pedazos de hierro para construir un caparazón y ocultar el ananá fosforescente ahí dentro ya que han descubierto que cura cualquier cosa, incluso la piernita de un soldado quien perdiola en Irak y ahora pasa sus días embriagándose en un bar de poca monta y entonces le frotan el ananá por la pierna y le empieza a crecer el muñoncito lleno de baba y deben apurarse porque el cuarteto de modelos que no tienen nada que envidiarle al grupo Il Divo le pisan los talones y en cualquier momento los encuentran y les confiscan el ananá fosforescente para utilizarla con algún diabólico, corporativo y bélico fin.


Pero lamentablemente no pude saber si le quitan el ananá al remedo de Eddie Vedder, el film es tan pero tan recontra boludísimo que preferí quedarme con la duda, así que ni un Juanpablo podría ponerle. No vaya a ser que justo cuando dejé de verla apareció en escena Marlon Brando y la trama dio un inesperado giro convirtiéndose en esa película bisagra que, hasta el momento en que la abandoné, no lo demostraba ni para nada.

viernes, 20 de mayo de 2016

Batman v Superman: Dawn of Justice (2016)







Con:  Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Diane Lane, Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Scoot McNairy y elenco

Dirección: Zack Snyder


El problema de esta rara secuela que reúne a Batman con Superman es que no le gustó a nadie, ni siquiera a Ben Affleck, quien prohibió a su hijo que viera el film por ¿pudor? ¿vergüenza?

Pero más allá de esto, el film es más largo que eructo de jirafa y comprende toda una primera etapa que realmente no sirve para nada y aburre hasta el estallido verbal. Hordas de gente deben haber elevado sus manos al grito de “¡Pasalo a nafta, la puta madre!” y habrán tenido razón en su queja.

Luego, Affleck está gordo como Casero y su superhéroe no tiene nada que envidiarle a nuestro querido Juan Carlos Batman de Chá chá chá. La papada de Ben escapa desesperada por los recovecos del antifaz y puede incluso apreciarse a simple vista el sufrimiento del actor, quien a punto de explotar, soportó con estoicismo las escenas con traje de cuero. Debemos agradecer que el traje de Batman no tiene botones. Estos hubiesen volado por el aire y dejado tuerto a algún técnico de filmación.

Cavill está muy bien y honra a su superhéroe –solo si uno lo pone en comparación con el zapato que justo antes que él lo protagonizaba-, Adams no tiene nada que hacer e este film, a Fishburne no puedo dejar de recordarlo tocando la batería en el bote rumbo a Camboya con al menos 100 kilos menos, Irons para nada que hacer e este film y la sorpresa es Eisenberg, actor que no soporto, que ya me recontra pudrió y que no hubiese imaginado nada fructífero que viniese de él pero aquí compone a un bizarro Lex Luthor jovencísimo y que, debo admitir, el malo loco no le queda mal.

Y finalmente llega el nudo del film, donde por un rato se puede disfrutar de una trama un poco más coherente y atrapante hasta que despierta el monstruo y los efectos especiales por completo apuntados a dejar ciegos a los espectadores con sus potentes destellos de luz coronan un final bien hollywoodense, con poderosas explosiones y dolorosos efectos visuales que ocultan la carencia de lógica que el film carga desde que comienza.

Y eso es todo lo que puedo decirles de esta película que fue vapuleada por todo el mundo pero que este humilde servidor no cree que sea para tanto poniendo sobre la balanza qué es lo que estamos viendo: Dos superhéroes de dos tiras cómicas yankies de los 50s que nada tienen que ver uno con el otro, que viven en ciudades y mundos distintos y que la magia y la desesperación por generar divisas los reunió de la misma forma en que un día el Chavo del 8 pudiese encontrarse con He Man y entre los dos combatir a los Globetrotters.


Así que le pongo 5 Juanpablos y lo invito a que la vea, va a ver que más que malísima es solo absurda.

miércoles, 18 de mayo de 2016

What Richard Did (2012)






Con: Jack Reynor, Roisin Murphy, Fionn Walton, Gavin Drea, Patrick Gibson, Liana O'Cleirigh y elenco

Dirección: Lenny Abrahamson


Bien. Cuando uno descubre sin querer un director como Abrahamson no puede más que salir a buscar qué otras cosas hizo.

The Room nos mostró que había un talento que se despegaba de la trama o el film propiamente dicho y fuimos a buscar qué más había. Frank, genial, quizás la mejor de todas para mí gusto, ahora vemos What Richard Did y también, muy bien lograda. Nos queda Garage, este finde sin dudas la disfrutaremos.

What Richard Did arranca medio lento y llega un punto en que uno no entiende demasiado de qué va hasta que de pronto entiende todo, y eso es lo más meritorio del film.

Reynor, genial. Murphy, perfecta. Walton, muy comprometido. Pero todos van muy bien y el film es de esos que dan gusto ver, así que no le tema y éntrele (salvo que su gusto pase por películas del estilo “Me casé con un Boludo”, si es así ni se le ocurra, se va a embolar violentamente)



Le pongo 8 Juanpablos.

lunes, 16 de mayo de 2016

Zoolander (2016)






Con: Ben Stiller, Owen Wilson, Penélope Cruz, Will Ferrell, Milla Jovovich, Billy Zane, Kristen Wiig, Benedict Cumberbatch, Kyle Mooney, Sting, John Malkovich, Justin Bieber, Cyrus Arnold y un desfile improbable de gente famosa

Dirección: Ben Stiller


Bien. Stiller consigue publicar una demoradísima secuela de quizás su mejor film y logra no desentonar o quedar como un pelotudo que vino a generar dólares y a estafar a la gente y, a pesar de que no es una impiadosa catarata de gags muy bien resueltos que no dejan respirar de la risa, tiene sus momentos mágicos que valen la pena haberse sentado a verla.

No podría decir mucho más sin meterme de lleno en lo buenas que me parecieron algunas colaboraciones sin arruinarles la experiencia. Pero puedo asegurarles que tanto Bieber, como Cumberbatch, Wiig (dios mío, qué difícil encontrarla detrás de esas cirugías de mentira) Jovovich o Sting dejaron muy buenos momentos para engordar esta boludísima y bastante graciosa ensaladera que no hay que perderse.

Ben…, esa mueca estúpida Magnum te debe haber dejado la cara entumecida por meses.



Le pongo 7 Juanpablos.

viernes, 13 de mayo de 2016

London Has Fallen (2016)



     

Con: Gerard Butler, Aaron Eckhart, Radha Mitchell, Robert Forster, Melissa Leo, Alon Aboutboul y Morgan Freeman

Dirección: Babak Najafi


Hay una cosa que es indiscutible: No importa lo indignante que sea una historia por completo propagandista del imperio Yankie y lo mal hecha que haya sido construida. EEUU no se quedará solo con eso y por supuesto publicará una secuela aún más indignante, por completo peor hecha, empalagosamente propagandista de su imperio y apuntada sin sutilezas a ese público que aún convive con nosotros que en pleno 2016 va al shoping, se compra un buen balde de pororós a 200 pesos, una coca cola a 70, se sienta en la butaca y se divierte y tensiona viendo cómo esos sucios tercermundistas árabes vuelan por el aire a gente primermundista honesta e inocente mientras un sinnúmero de terroristas que jamás hubiesen pasado desapercibidos en nada menos que “el entierro del primer ministro inglés” de pronto se quitan sus disfraces de policía y empiezan a los tiros matando a todo el mundo y comprometiendo para siempre a “La Bestia”, ese auto blindado incomprometible, dejando a Butler a la buena de Dios con el presidente a cuestas y sin resguardo seguro corriendo por las calles de Londres en busca de un catre donde pasar la noche.

Y podría detenerme en la sacrificada lucha de Eckhart por tributar los exactos gestos faciales de George W Bush logrando prácticamente las mismas muecas –y dejándonos en el subconsciente que es de él de quien hablan para redimirlo de sus recientes culpas mostrándolo como un hombre heroico, patriota y bueno-, o podría resaltar con desprecio las tontas formas de tratarse de Butler y Eckhart, quienes son grandes amigos pero como uno de ellos es el presidente el trato es “perro fiel > amo”.

Pero como bien ocurrió en la primera entrega de esta indignación concentrada en cápsulas, voy a transcribir lo que finalmente EEUU quiso decirle al mundo con esta secuela.

Butler llega a último momento, justo antes que el malvado terrorista decapite al presidente en vivo y por Youtube y los mata a todos, entonces toma de la camisa al terrorista malo quien no murió y está aturdido por las explosiones y los tiros y comienza a trompearlo al grito de:
“¿Sabes qué no entienden ustedes? (¡PAF!) No somos un maldito edificio o una maldita bandera (¡Strock!). No somos solo un hombre (¡CHAPLAF!). Imbéciles como ustedes han intentado matarnos desde hace mucho tiempo, pero ¿sabes qué? (¡PIM, PUM, PAM!)¡Dentro de mil años vamos a seguir aquí! (¡TRACK!)

Y al final del film, cuando Butler está firmando su renuncia con una remera de cuello redondo sin marca en la calidez del estudio de su casa genial que tiene por ser empleado del estado más poderoso del planeta, por TV el vicepresidente protagonizado nada más y nada menos que por el otrora respetado Morgan Freeman, pronuncia un discurso en cadena nacional explicando que “Demasiadas personas murieron sin razón aparente en estos recientes atentados y habrá quienes digan que esto jamás hubiese ocurrido si sólo nos encargáramos de nuestros asuntos (¡Pero claro!). Nada más alejado de la verdad (Ah, ¿no?). Vivimos en un mundo peligroso y tenemos pocas opciones (ahhh…). Y la peor opción es justamente no hacer nada, porque involucrarnos se lo debemos a nuestros hijos. Dios los bendiga a todos. Dios bendiga a Estados Unidos de Norteamérica” (estoy por explotar), entonces Butler lo piensa mejor y borra el mensaje de renuncia advirtiéndonos que habrá una tercera parte de esta basura yankie desmedida.

Al comienzo del film el presidente y su guardaespaldas corren por los parques de la Casa Blanca haciendo el ejercicio matinal y Butler le gana porque es recio y más atleta entonces el presidente acelera y le grita “Oh, Dios, Mike, ¿de qué diablos estás hecho?

“De whisky y malas decisiones”, contesta el imbatible protector.

En fin… ¿qué más puedo decirles? Si quieren les cuento la película entera.


Basura es poco.

martes, 10 de mayo de 2016

Zootopia (2016)






Con: Ginnifer Goodwin, Jason Bateman, Idris Elba, Jenny Slate, Nate Torrence, Bonnie Hunt, Don Lake, Tommy Chong y un montón más

Dirección: Byron Howard, Rich Moore y Jared Bush


No. Para nada. Vengo de muy mala suerte con las películas que elijo ver.

Zootopia despliega con tenacidad toda la arcaica y oxidada perorata diseydiana chorreando espantosos y empalagosos gags enfundados en las más probadas y aceitadas tramas de pseudo éxito y nos entrega un film muy bien logrado en lo tecnológico con el único detalle a señalar como “bien pensado” de que todas las razas de animales, ya sean de gran porte como minúsculas, conviven en la misma ciudad y por ello las calles están colmadas de autos chiquititos-chiquititos o de grandes camionetotes como si esto fuese plausible de concretarse y ese es un buen logro.

Pero el resto es al menos patético, desde la trama hasta los irrespetuosos tributos al Vito Corleone de The Godfather, coronando la mediocridad irremediable con un buen tema de Shakira que destroza lo poquito que podría haberse salvado…

Solo sirve para entretener a los niños mientras uno tiene trabajo atrasado y pretende una hora y media de tranquilidad.

Dios mío, ¿necesitaron tres directores para completar el film?

Qué bajo hemos caído.

Es nuestra culpa por consumir estas basuras.



lunes, 9 de mayo de 2016

Term Life (2016)






Con: Vince Vaughn, Hailee Steinfeld, Jordi Mollà, Jon Favreau, Jonathan Banks, Taraji P. Henson, Bill Paxton, Shea Whigham, Terrence Howard y José Luis Félix Chilavert como “el patovica”


Dirección: Peter Billingsley


Resulta que la bella y adolecente Cate Barrow tiene varios problemas, no solo debe enfrentar la difícil tarea de cargar en su mochila la pesada etapa de vida que le toca vivir sino que, para peor, tiene un padre ladrón mafioso –a quien odia- al que no ve desde pequeñita por la decisión de su progenitor de manera de protegerla del hampa, y un séquito de productores que vieron como viable engendrar un nuevo film del género “Padre que sabe pelear y escaparse que debe proteger a hija adolescente que lo enfrenta y le reclama facturas viejas pero luego las distintas vicisitudes que vicisitizan los reencuentran y se perdonan”.

Así es que un buen día su padre, quien se dedica a vender atracos no a concretarlos, tiene un pequeño percance con un cliente que termina muerto y entonces lo buscan para vengarse. Y por supuesto que Vaughn no va a permitir que le toquen a la nena, ya aceptó sin peros que le quitaran los rulos y le colocaran ese peinado de Carlos Balá arremangado y no podría seguir aceptando faltas a la razón, por lo que busca a su hija a quien no ve hace una docena de años y la arranca de su departamentito de adolescente donde toca la guitarra y se la lleva contra su voluntad dos minutos antes de que José Luís Félix Chilavert –qué bien hace de patovica, debería haberse dedicado a esto y no a traicionar al pueblo argentino- llegue para asesinarla.

Y corren, escapan y alquilan habitaciones de hotel de ruta mientras la relación, en un primer instante rígida, distante y herida de muerte con el pasar de las escenas va mutando a esa bella y enraizada relación de padre e hija que inconscientemente ambos  quisieron tener al punto en que en un momento papá aparece de hacer compras con una hermosa guitarra acústica que claramente puede advertirse por su silueta envuelta en papel de regalo y la joven hija le dice “¿Un regalo? ¿Para mí? ¿Qué es?”, pero el padre no le revienta la guitarra en la cabeza por estúpida, solo sonríe y le dice “ábrelo” mientras uno no puede enarcar más sus asombradas cejas mientras en el film comienzan a desfilar actores que nada tienen que hacer aquí dentro, como Taraji P Henson, quien hace un pequeño bolo en una escena o Jon Favreau, embestido en escaso extra que termina muerto dos minutos luego de mostrarse al público, o Terrence Howard (dios mío, Terrence, ¿qué ha pasado contigo?), todas sorpresas que no pueden competir por falta de piné con la tremenda sorpresa que nos ataca al contemplar a Paxton y Whigham caminando este tonto film.

Y si a todo este inconsumible cocktail le agregamos que el film termina como no podría ser de otra manera, con papá e hija súper enamorados y a salvo caminando por una plaza en un día de sol (siempre estas películas terminan así, con un día de sol y poca brisa, jamás, a pesar de que ambos estén a salvo y se hayan amigado la última escena nos mostrará a la parejita protagonista a salvo y amigados pero debajo de un paraguas atravesando una gélida lluvia de otoño), así que déjenme de joder con esta basura, que demasiadas cosas tengo que hacer para estar perdiendo el tiempo de esta forma.


Le pongo 2 Juanpablos. Habría que buscar a quien hizo Taken y recagarlo a trompadas, por pelotudo.

viernes, 6 de mayo de 2016

I am Wrath (2016)






Con: John Travolta, Christopher Meloni, Rebecca De Mornay, Doris Morgado, Paul Sloan, Patrick St. Esprit y elenco

Dirección: Chuck Russell


Resulta que el cincuentón y recontra feliz de la vida Stanley acaba de llegar en un vuelo desde el lugar donde le ofrecieron una importante oportunidad económica y de trabajo. Y la algarabía, el congojo, el regocijo, el optimismo y la beatificación facial le explotan en la cara fuegos de artificio, como si hubiese sido atacado por un rayo de buenaventura sin igual mientras cae rendido y por completo enamorado en brazos de su bella cincuentona mujer quien lo espera a la salida del aeropuerto expresando incluso ella en su rostro un cúmulo inusitado de algarabía, congojo, sosiego, optimismo y regocijo. Y se abrazan y la vida no podría ser más perfecta mientras encadenados en un empalagosísimo abrazo de reencuentro ella pregunta si le dieron el trabajo y sí, por supuesto que se lo dieron, el rostro de ese hombre no podría haber experimentado más muecas de  prosperidad en aquella bajada por escalera mecánica y entonces se toman de la mano y parten rumbo al estacionamiento departiendo algunas primicias sobre el floreciente futuro que les espera lleno de trabajo, bienestar y bonanza que solo sumarán puntos y más puntos para seguir cimentando solo con certeros éxitos rotundos esa relación madura que los mantiene tan unidos y enamorados desde hace veintipico de años.

Y tan felices son, tan embelesados están en contemplarse mutuamente como poseídos que no advierten que, al humo y por el lateral derecho, se les vienen tres motochorros a quitarles la cartera.

Motochorro 1 pide una ayudita. Esposa abre la cartera para darle pero Esposo advierte “No. Hoy no. Estamos demasiado felices para que nos arruines el momento” (¿?), y discrepancia va, piña viene, ¡pímba!, motochorro asesina a Esposa como no podría habérsele escapado a nadie desde el primer momento en que apareció en escena, en donde toda esa catarata inmunda de desmedida felicidad solo nos advertía que en breve moriría y de la peor forma.

Y Stanley cae al suelo, abrazando a su bella y ex buena actriz mujer, solo le falta gritar “¡¡¡NOOOOOO!!!!” mirando arrebatado el cielorraso del estacionamiento y la vida, esa que hace instantes era sublime y orgásmica, acaba de terminar para siempre.
´
El dolor, la pavura y las mentiras del diario Clarín hunden al viejo Stanley en una cruenta depresión. Intenta justicia por derecha yendo a hacer las pertinentes denuncias. Descubren al agresor e incluso Stanley lo identifica detrás de un vidrio, pero vio cómo es la ley en este mundo y el asesino carterista queda libre porque es peón del más malvado y poderoso mal actor que podría haber existido, quien distribuye droga en la ciudad y tiene luz verde para delinquir porque ostenta en su celular un video que compromete al hijo del gobernador, quien en una fiesta mató a una chica en un perverso juego sexual y quedó re de frente manteca con la carupa bien escrachada, y si eso sale a la luz terminarán todos en cana.

Así que Stanley no tiene tiempo que perder. Ya no perdió tiempo quien escribió esta basura y fue a las fuentes copiando a rajatabla la trama de al menos diez mil películas de venganza por mano propia y John Travolta no va a ser menos, sobre todo porque quiere terminar de filmar de una vez para comerse las exquisitas medialunas de su amigo argentino. Y entonces agarra, llama a su coequiper del pasado, aquel con quien matara montones de malvivientes o terroristas o presidentes de facto de países como el nuestro (nunca queda claro a quien mataban en su equipo de elite), da un puñete a la pared para sacar de un doble fondo su maleta llena de justicia, se pone una campera de cuero y los revienta a todos.

Y esto no quedaría solo ahí si no fuera que al final el director decidió darle un toque gracioso en toda la última escena en el escena del hospital, la cual prefiero guardarme y no revelar así ustedes mismos la experimentan y ansían como yo arrancar el TV de la pared y arrojarlo por la ventana sin avisar a los ocasionales transeúntes que pudiesen pasar justo debajo de su balcón.

Y eso es todo lo que podría decirles de I am Wrath, el último film de John Travolta antes de venir a servirse unas facturas a Castelar.


Le pongo 3 Juanpablos. Uno para el peluquín que le enchufaron, el cual es tan absurdo y tan de otro tono del pelo del actor que realmente no se puede creer, el otro para las tremendas cirugías que se pergeñó en el rostro, que lo convirtieron en una suerte de Pato Donald recagado a cadenazos y uno para Chuck Russell, director de esta basura quien otrora  nos regalara The Mask y hoy mire con lo que sale…  

miércoles, 4 de mayo de 2016

Applesauce (2015)




Con: Onur Tukel, Trieste Kelly Dunn, Max Casella, Jennifer Prediger, Dylan Baker, Karl Jacob, Zazie Beetz y elenco

Dirección: Onur Tukel



Qué lástima.

No puedo arrancar esta crítica de otra forma que no sea esa, porque la trama es genial, los actores dejan todo buscando la excelencia en cada escena y todos están más que bien. Casella muy logrado, Dunn perfecta, Prediger con lo justo sin desentonar y Tukel demasiado bien para dirigir y actuar a la vez.

Me quedo con las tomas: Geniales. Hacía mucho no veía una película del montón que me retenga en el sillón solo por cómo está filmada, otro gran logro de este film, pero el gran tronco derribado en el camino de Applesauce es la dirección. Y es una lástima.

Tukel se quedó a mitad de camino y no consigue redondear y cerrar el film como todo lo que lo rodea hubiese merecido y finalmente entrega un producto que a quien lo vea le pasará lo mismo, se quedará con las ganas de haber visto una buena comedia de enredos y humor negro de esas que después quedan por siempre en el recuerdo.

Una lástima.


Le pongo 5 Juanpablos.

lunes, 2 de mayo de 2016

Swap - o Weaponized, nunca queda claro ni siquiera cómo se llama el film- (2016)






Con: Tom Sizemore, Johnny Messner, Taylor Cole, Jon Foo, Michael Paré, gran elenco y la participación especial de Mickey Rourke como profesor Clarence Peterson

Dirección: Timothy Woodward Jr.


Resulta que un equipo de desesperados productores de muy baja estofa necesitados de generar algún manguito para pagar aunque sea las expensas de la oficina de cuarta que regentean en los suburbios más alejados del Sillicon Valley de los films exitosos, agarraron y contrataron a Tom Sizemore, otrora actor que solía frecuentar pomposos estrenos y hoy hace años que solo aparece en descerebrados films como éste que les cuento para que vista al ambicioso “Kyle Norris”, una suerte de megamillonario quien provee al estado armamento de última generación (como Stark pero cero onda) y que acaba de descubrir la forma de evitar que los marines mueran y solo lo hagan inocentes iraquíes. Se trata de un extraño aditivo que el señalado ingiere y de ahí en más acata órdenes como un torta frita sin criterio, por lo que para poner un simpático ejemplo, Norris convoca a un extra que muy mal hace de general del ejército y le muestra como le dio la pastillita a un talibán y este entró en una importante reunión de terroristas que iban a perpetrar una violación en masa y se inmoló matándolos a todos en el recinto.

El general no puede creer las bondades del nuevo producto y, recontra mal actuando su parte, le da la mano felicitándolo, saluda con un vaivén de cabeza a una morocha tetona y por demás de sugerente –se le salen las tetas por todos lados- que nada tiene que hacer en la escena –pero es quien sabe al detalle cuándo estará lista la pastilla: “2 semanas” ¿por qué ella lo sabría? ¿Quién es ella?, ¿la bioquímica?- y se retira cuando de pronto el film nos muestra al herócio detective Walker, quien separado de su mujer como todo policía norteamericano, lleva a tomar un helado a su dulce hija de 8 a 10 años e interactúa con ella sin una coma corrida y como bien ordena el manual de tramas imbéciles de acción en el capítulo “Padre policía visita a hijo/a de relación trunca” cuando de pronto un auto los choca pero no había tanto dinero para generar la escena así que nos muestran un auto con el baúl abierto y los faroles desatornillados y colgando de sus cables con cuidado de no rayar la pintura de quien prestó el vehículo acompañado de un desconcertante fuego hecho por computadora que sale del baúl abierto.

Y si había algo que el megamillonario Norris no debía hacer es no solo meterse con el detective Walker sino, para peor, producirle una pequeña laceración sobre la ceja a su dulce hijita, quien queda en coma todo el film a pesar del tonto raspón que le produjo el incidente, en donde más que un choque lo que hubo fue un señor con un destornillador quitando los faroles traseros.

Y a pesar de que el jefe del detective le prohíbe a los gritos que investigue lo ocurrido (como en todo film recontra obvio y pelotudo de acción policial), Walker no puede dejarlo y le da un chip (siempre hay un chip involucrado) a un chino (siempre hay un chino involucrado que debe un favor) quien le dice que no podrá desencriptarlo (nunca pueden desencriptarlo en el primer intento) y Walker le pide por favor (siempre piden que lo vuelva a intentar) y el chino acepta a regañadientes (siempre aceptan a regañadientes) y lo desencripta (siempre lo hacen) y aparece el nombre del “profesor Peterson”, un bioquímico de universidad quien diseñó la pastillita.

Así que Walker lo visita y uno ni bien lo ve dice “¿Quién es este tipo que me suena tanto?” y le juro que está tan cambiado que solo pude reconocerlo por sus manos –Mickey Rourke tiene caricaturescas manos de muppet, si aún no advirtió este detalle ponga en imágenes de google “Mickey Rourke hands” y verá que no miento como también advertirá que no importa lo que este actor otrora genial y hoy en las diez de última le haga a su rostro: si no se pone guantes, será reconocido a 15 cuadras. No hay manos más espantosas e impresionables que las de Mickey Rourke.

Y la verdad es que no pude seguir soportándola, así que la empecé a pasar.

Walker es capturado, Norris le explica que todo es por el bien de la nación y que el debería ser más patriota en lugar de estar investigando tanto. Aparece un negro en escena que jamás debería haber decidido colaborar en un film que hace de amigo de Walker y ya ni tiene edad para serlo y Walker insiste en dejar expuesto a Norris delante de los extras que hacen de altos comandos del ejército y al final, cuando uno ya creía que todo lo había visto, aparece una suerte de Iron Man muy mal hecho y con un programa bastante arcaico, porque quien lo anula no es otro que el negro oficinista de más de 60 flaquito como gato hambreado que aparece de pronto a socorrer al fornido actor de pacotilla que protagoniza esta inviable pelotudez.

Y eso estaría siendo todo lo que podría decirles de esta inmundicia, así que ni lo intente.


No sirve ni para película mala de lunes.