martes, 30 de agosto de 2016

Is Not alive



Ayer murió Jerome Silberman, más conocido como Gene Wilder, y lo primero que me salió hacer fue entrar en youtube y poner fragmentos de Young Frankenstein teniendo ahí nomás, a menos de dos metros y juntando tierra en la biblioteca de casa, la filmografía completa y en blu ray de Mel Brooks.

Podría haber buscado su tremendo rol enamorado de una oveja en el film de Woody Allen, ese sí que no lo tengo, pero no. Fui derecho y estúpido a por un fragmento de mala calidad y cortado en donde quien lo subió creyó prudente, de algún pasaje de Young Frankenstein.

No podría elegir el mejor momento de esa película porque el mejor momento de esa película es “esa película”. Para mí el mejor momento fue descubrir Young Frankenstein y reverla diez millones de veces. Cada vez que pretendía pasarme un “mejor momento” lo único que había que hacer es poner el film, y pasárselo.

Podría señalar que la escena en donde Wilder le pide a Feldman que le aclare si el cerebro que le consiguió era de Hans Delbruck como le había pedido o le había traído el de otra persona. Sin dudas estaríamos todos de acuerdo que esa escena es el orgasmo del film, pero hay tantos momentos descollantes… Cuando la biblioteca lo aplasta y continúa dando órdenes con voz finita, o cuando Garr le señala que aún no tocó la comida y él agarra y la toca, o cuando como bien me señaló un amigo hoy a la mañana, luego de desenterrar el cadáver del cementerio escupe hacia un costado aun dentro de la fosa y espeta, asqueado: “What a filthy job!” y Feldman le señala que podría ser peor… Cómo podría, se pregunta Wilder asombrado porque nada debería superar ese nivel de suciedad y desagrado y de inmediato se larga a llover o cuando el policía le estrecha la mano y le dice que la tiene demasiado fría y Gene se estremece o la monumental escena –que pelea cuerpo a cuerpo con la de Abby Someone- en donde Wilder advierte a sus súbditos que no importa qué les diga ni cuán creíble sea su súplica NO ABRAN LA PUERTA y no bien entra y el monstruo lo oye y le gruñe se pone a implorar que lo dejen salir y nadie le abre.

Hace tiempo vi un reportaje que le hicieron en forma de tributo delante de una audiencia. Estaba muy viejo, iba con un bastón y claramente su Alzehimer se había sentado a su lado sin dejarlo en paz y en un momento se quejó del humor actual y de la palabra Fuck de la misma forma en que alguna vez hemos escuchado a Rabinovich o a Mundstock señalar que no hay que ser ordinario ni obsceno y que el humor pasa por otro lado.

Gene Wilder muere una semana después de que haya padecido 16 minutos de Los Hermanos Grimsby, la nueva bazofia inmunda de Sacha Baron Cohen y no puedo más que lamentar profundamente la debacle en la que ha caído la comedia, en donde un actor necesita mostrarse con una cañita voladora encajada en el culo o para generar la risa se encomienda a pajear a un niño africano en un afiche.
Falta poco para que muera Mel Brooks, está tan viejo como Wilder, el gordo Mesa, Rabinovich o cualquiera de ellos.

Tenemos un problema serio.


El humor se está muriendo y no hacemos nada al respecto.

lunes, 29 de agosto de 2016

Criminal (2016)





Con: Kevin Costner, Ryan Reynolds, Gal Gadot, Gary Oldman, Tommy Lee Jones, Jordi Mollà, Michael Pitt y elenco

Dirección: Ariel Vromen


Resulta que el implacable policía Reynolds está a punto de desarticular una banda de villanos que amenaza con azotar el mundo pero a pesar de que es un genio de las huidas lo agarran como un gil, lo torturan y lo matan.

Entonces el jefe de policía Oldman, quien otrora colaborara solo en films bisagra y hoy está para lo que guste mandar –solo le falta participar en una porno de bajo presupuesto o en la vuelta de los Parchís o en una con el Soldado Chamamé-, se enoja muchísimo, no por haber perdido un compañero-súbdito sino porque toda la valiosísima información que Reynolds tenía en la cabeza, la cual era tan pero tan importante y secreta que no debía ni asomarse por el disco rígido de una computadora, se ha perdido para siempre en el cerebro muerto de su súbdito estrella.

Así es que contrata al mejor médico del mundo –Tommy Lee Jones, otro que ya no mide las consecuencias de sus actos más allá de la tremenda arruga que la vida le propinó en la cara haciéndolo parecer a un mono del Planeta de los Simios que no necesita maquillaje- para que extraiga las ideas , pensamientos y memorias del cerebro muerto de su súbdito estrella y las injerte en el coco de alguien permeable a esta frankensteiniana e inaplicable práctica, y justamente Jones tiene al candidato (Kevin Costner), un excombatiente o excriminal quien tuvo un golpe en la calota craneana y ya no tiene sentimientos ni sufre dolor y hoy vive con el pelo batido de David Lee Roth encerrado y encadenado como Rottweiler al cuello en una cárcel de máxima seguridad dentro de un pueblo de máxima seguridad enclavado en una provincia de máxima seguridad de manera que no haya forma de escapar de ahí.

Así es que Jones visita a Costner (no hay tiempo que perder) y lo invita sin su consentimiento a aplicarse la peligrosa operación, se lo lleva en avión privado a un galpón, le afeita la cabeza acabando para siempre con ese pelo esponjoso de heavy metal de los ochenta que tan bien le quedaba, le enchufa un coso en la nuca y pi-pu-pa-pi-pu-pí hace la computadora y los cablecitos mandan las memorias de un coco al otro.

Pero como Costner no sufre dolor ni tiene sentimiento alguno, despierta, los caga a trompadas a todos y se escapa mientras Oldman lo persigue, Jones intenta atraparlo para darle el medicamento que evitará los fuertes dolores de cabeza que en breve se suscitarán y no lo pueden agarrar mientras él huye, se empoma a la mujer de Reyolds que tiene muy lindas piernas pero nada más y, harto de todo lo que padece sin comerla ni beberla, agarra al villano y lo caga a trompadas y lo mata salvando al mundo y Gary Oldman lo contrata para futuras misiones y se casa con piernas esculpidas y adopta a la dulce hija de Reynolds y nombran a Jones “tío del corazón” de la niña y comen barbacoas los domingos de sol.

Así que más o menos ya tiene un bosquejo de esta estupidez inexplicable.

Haga lo que quiera.

Le pongo 2 Juanpablos. Costner con el pelo vaporoso de heavy metal no me lo esperaba para nada, y vale la pena la mención.

viernes, 26 de agosto de 2016

The Legend of Tarzan (2016)






Con: Alexander Skarsgård, Christoph Waltz, Margot Robbie, Samuel L. Jackson, Rory J. Saper, Christian Stevens y elenco

Dirección: David Yates


Entiendo y soy consciente de que los niños del presente necesitan revivir historias del año del pedo que para algunas personas pudiesen haber estado buenas y sé, con irremediable certeza, que no podríamos mantener quieto en su silla y atento al film a un niño de 8 años mostrándole “Tarzan The Ape Man” de 1932, lo más probable no solo es que salga rajando sino que además nos lastime vengativo con algo contundente en su huida, pero qué le vamos a hacer, no puedo más que señalar que han enviado al joven hijo del gran Skarsgård al gimnasio como en años atrás lo hicieren con el hoy deterioradísimo Brendan Fraser y lo único que despliega es su inconcebible cuerpo, que Margot Robbie jamás me cayó bien y aquí solo suma puntos a mi desagrado, que Samuel L. Jackson pasa tan desapercibido que podrían haber contratado a otro y pagarle mucho menos y que Christoph Waltz no tenía ninguna necesidad de esto, pero ninguna ninguna, ¿eh?

Así que ya lo sabe, amigo, como bien dijo una vez el gran Cassius Clay, si usted tiene ganas de mostrarle a su hijo una película en donde un humano blanco y rubio puede hablar como si nada con los monos mientras los negros africanos que vivieron en aquel continente por siglos jamás pudieron debatir ni siquiera sobre el clima con ellos, vaya y lleve a su retoño. Él la va a pasar más o menos bien. Usted se va a aburrir como un hongo, pero como un hongo abandonado en el medio de un bosque recientemente talado por el avance de la humanidad.


Le pongo 2 Juanpablos

miércoles, 24 de agosto de 2016

Green Room (2016)






Con: Anton Yelchin, Joe Cole, Alia Shawkat, Callum Turner, David W. Thompson, Mark Webber, Eric Edelstein, la muy bella aunque super afeada inútilmente Imogen Poots y el gran Patrick Stewart como Darcy

Dirección: Jeremy Saulnier


Bien. Buena manera de despedir a este simpático actor ruso que acabó tontamente con su vida en el garaje de su casa hace unos meses atrás.

Buena manera de arrancar la trama, tremendo nudo y genial desenlace. Buenas actuaciones de todos.

Hacía rato que no veía una película que funcionase como esta. No puedo decir mucho sin arruinarles la experiencia, así que mejor me quedo calladito y voy con cuidado por los costados.

Anton Yelchin podría haber tenido más cuidado el día en que salía de su casa con rampa empinada y se bajaba del auto sin poner freno de mano para abrir el portón. Seguro que la madurez lo hubiese convertido en un buen actor de esos que siempre salvan las papas, pero bueno, tuvo que morir tontamente aplastado por su propio auto…

Luego, Imogen, actriz que está más fuerte que televisor de geriátrico, en Green Room es afeada al pedo con una tonta y espantosa peluca rubia, pero es lindo verla de vez en cuando y también funciona a la perfección, como Stewart, quien consigue su cometido con creces.

Vea Green Room.

Ojo que no es para chicos.


Le pongo 7 Juanpablos.

lunes, 22 de agosto de 2016

Grimsby (2016)





Con: Sacha Baron Cohen, Mark Strong, Penelope Cruz y elenco

Dirección: Louis Leterrier


La verdad es que a pesar de que son moneda corriente, uno no puede creer estas debacles hasta que no las ve con sus propios ojos.

Aún recuerdo con temor la vez que viendo Borat en la escena en que éste ingresa a un hotel de lujo con los pantalones de su espantoso traje color crema medio bajos mostrando el calzoncillo y caminando como un negro rapero y saluda en una irrepetible tonada árabe “Wazap, vanila face” al espantado conserje del hotel, porque casi me muero de risa. Pero ojo porque no estoy exagerando, literalmente casi pierdo la vida. No podía para de reírme y llegó un punto en que el estómago se me endureció como un adoquín, los ojos se me iban a salir de las cuencas y la desesperación por verme imposibilitado de frenar el ataque de risa comenzó a inundarme hasta entrar en pánico, aunque riéndome a carcajadas y sin parar. No creo que nadie jamás haya tenido pánico y ataque de risa a la vez, y esto me pasó a mí al ver aquella delirante e irrepetible escena.

Y a pesar de que en aquel memorable film ya quedaba más que claro cómo serían los próximos estrenos de este actor cómico –iría abrazándose cada vez más y más fuerte a lo recontra chabacano, a la grosería berreta y al porno explícito-, uno no imaginaba que sería tan meteórica su caída a esta mugrosa debacle que “Grimsby” despliega sin tapujo alguno.

Y no pude pasar de los 16 minutos eyectándome del sillón ya habiendo visto demasiado.

No tengo la capacidad para elegir cuál fue la escena más grotesca de todas las que Leterrier me refregó en la cara antes de vencer mi capacidad de tolerancia. Si Cohen enchufándose una cañita voladora en el ojete porque ganó su estúpido equipo de futból, o Cohen haciéndole la paja al afiche de un niño africano en una convención sobre salud mundial o la escena en donde un niño “lisiado y con SIDA”, hijo de un “palestino y una judía” daba un discurso en dicha absurda convención donde matarían a alguien entonces el hermano de Cohen (Strong, dios mío qué bajo cayó este tipo que me caía bien) es un temerario agente secreto y debe evitar el asesinato sin imaginar que su hermano fracasado, a quien no ve hace décadas, viene de atrás y lo abraza medio en pedo justo cuando este debe disparar al malo y entonces erra el tiro dándole al pobre niñito palestino-judío-lisiado-y-con-SIDA (¿Nadie va a iniciar acciones legales contra esta gente?) y entonces la contagiosa sangre del malogrado retoño vuela en cámara lenta y cae dentro de la boca abierta de un asombrado invitado a la convención…

Sin dudas ésta fue la escena que me hizo levantar y apagar todo al diablo.

Hay que ser muy hijo de puta para montar una historia así buscando la risa del público.

Muy hijo de puta o muy idiota.

Y no creo que sea esto último.


Incalificable.

viernes, 19 de agosto de 2016

Money Monster (2016)





Con: George Clooney, Jack O'Connell, Julia Roberts, Caitriona Balfe, Lenny Venito, Dominic West y elenco

Dirección: Jodie Foster


No. Venimos de mal en peor esta semana todos bodrios o malas películas.

O insulseces monumentales, como este caso.


Jodie Foster intenta contarnos una película de gran suspenso del estilo Tarde de Perros metiendo en la ensaladera los ingredientes necesarios para la época actual y reuniendo protagonistas de renombre pero, como todo lo actual, lo moderno, lo HD, termina resultando una huevada absoluta en donde Clooney pretende lo suyo pero no lo consigue del todo y Roberts no imprime la más mínima tensión en su parte dejando al pequeño O`Connell en el mejor lugar en el podio de estas tres actuaciones, aunque tampoco es la gran cosa, solo se destaca de sus partenaires.

Patéticas actuaciones del jefe de policía (por favor, qué papel re boludo), de la novia del malo (compite con Roberts para ver quién no genera tensión mejor) y del malo (Higuaín no desacierta tanto).

Dios mío, qué película edulcorada hasta el final, ese final tan obvio que hasta mi hija de 3 años hubiese advertido…


Money Monster pretende un Tarde de Perros actual y nos demuestra, con gran expedición, lo lejos que estamos de la década del 70 y de las infernales actuaciones de Pacino y Cazale.

Ahora me dio ganas de verla así que este finde no me la pierdo.

Le pongo 3 Juanpablos.

miércoles, 17 de agosto de 2016

13 Hours de secret soldiers of Bengasi (2016)





Con: John Krasinski, Pablo Schreiber, James Badge Dale y elenco

Dirección: Michael Bay


Del productor ahora engolosinado y devenido en director de célebres yankilaneadas como Transformers o Armaggedon, 13 Hours de Secret Soldiers of Bengasi nos cuenta la tremenda historia real de un grupo de soldados de esos que en la primera década de este nuevo siglo trabajaban como “contratistas” en Irak o esos lugares peligrosos quienes por algún motivo que jamás nos explicaremos dejaban con dolor a su familia sana y salva en EEUU para ir a trabajar “contratados” a alguna empresa petrolera de Arabia con sus condiciones de mercenarios de guerra encajadas en la mochila de viaje para de vez en cuando quedar en medio de una incomprensible y religiosa trifulca del pueblo que conquistaron, morir en medio de los reclamos de un lado u otro y terminar en las noticias con sus cuerpos incinerados y arrastrados por las calles como crocantes trofeos de carne y hueso.

Y es increíble como EEUU continúa despachando historias de estas para enaltecer el honor de sus soldados, para envalentonar a futuros boludos que quieran morir por su patria económica y para refregarnos en la jeta que no solo son los más poderosos sino que, además, son quienes la tienen más larga, los que más cogen y los que más aguantan una emboscada, así que ni lo intentemos. No embosquemos a EEUU. Y tampoco miremos esta estúpida película de honor yankie.


Le pongo 2 Juanpablos.

lunes, 15 de agosto de 2016

Marauders (2016)






Con: Bruce Willis, Christopher Meloni, Dave Bautista. Adrian Grenier y elenco

Dirección: Steven C. Miller



Resulta que una banda de bandidos agarra y se pone unas caretas de calavera y entran en un banco, tiran unos dispositivos al suelo que disparan unas grabaciones de una mujer locutora que dice que se tiren todos al suelo, que saquen sus celulares y los aparten de sus manos, que no aprieten el botón de alarma y que todos morirán si no cumplen las órdenes mientras la bandita salta escritorios y abre cajas fuertes y se lleva el botín no sin antes dar un disparo de muerte al gerente, quien había cumplido las órdenes sin chistar pero se ve que les cayó mal.

Luego, la historia viaja hacia las imponentes oficinas del banquero Willis, quien fuera contratado para este film bajo la estricta regla de componer su peor actuación, y lo logra con creces reproduciendo una expresión de ¿preocupación? ¿confusión? ¿constipación?  ¿dislexia? ¿displasia? ¿esquince? , nunca queda claro el motivo de su inaplicable y perenne gesto facial pero justo está contemplando una intrépida arañita que camina por fuera de los cristales de su oficina en el piso 13 en el momento en que el grupo de extras más espantoso que usted haya visto alguna vez entra a su despacho con un guía que los lleva por el edificio mostrándoles lo poderosos que son –y nunca queda claro porque habría un tour en aquel edificio de oficinas bancarias y Willis les hace una breve interpretación de porqué la arañita está ahí arriba que mejor no la reproduzco y todos los extras asienten con envidia por la insuperable inteligencia del magnate mientras, volviendo al banco asaltado, Meloni (flor de melonazo) se enoja porque otra vez aquel policía de morondanga llegó antes a la escena del crímen y se llevó el arma que él, como agente director del FBI, debería haber incautado primero.

Y los calaberos siguen robando bancos de Willis y Meloni no consigue atraparlos mientras Bautista nos vuelve a conmover con una interpretación por demás de espantosa (Dave, ponte una verdulería si tus años de Titanes en el Ring ya culminaron) y Grenier cae en las garras de las producciones de bajo presupuesto como esta demostrando que lo suyo fue solo un suspiro.

Así que Meloni no consigue atrapar a los calaberos pero mientras investiga se da cuenta que Willis se está autorobando los millones pero no puede atraparlo ya que no tiene pruebas –aunque podría encarcelarlo por su mala actuación, pero jamás lo advierte en todo el film- y le pido por favor que me deje tranquilo, no voy a seguir contando esta mierda increíble.


Le pongo 1 Juanpablo. La escena en que un secretario le avisa a Willis  que asaltaron otro banco y no tenían ni siquiera una casa de poderoso y la montan en una habitación re chiquita en donde ponen un plasma, una mesa ratona y una ventana es tan pero tan absurda que realmente vale la pena el punto.


El resto es por demás de vomitivo.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Made in France (2015)






Con: Malik Zidi, Dimitri Storoge, François Civil, Nassim Si Ahmed y elenco

Dirección: Nicolas Boukhrief


No. Para nada.

Made in France nos lleva de la mano a la cocina del interior mundillo de un grupo de jovencitos jihadistas influenciados que resuelven volcarse al Islam con el fin de reventar pecadores de manera de dibujarnos cómo es que finalmente se llega a estos  terribles atentados que hoy casi a diario se padecen, pero lo hace de manera demasiado elemental y las actuaciones de todos son por demás de pavas, vacías e inútiles.

Van dos películas seguidas que veo de cine francés, ambas así de recontra boludas.

Quiero creer que fue una coincidencia y que algún día volveré a ver un film discreto.

Le pongo 3 Juanpablos.

lunes, 8 de agosto de 2016

The Russian Woodpecker (2015)






Con: Fedor Alexandrovich y elenco

Dirección: Chad Gracia


Bien. Buena película de Gracia. Tremenda actuación de Fedor Alexandrovich.


The Russian Woodpecker nos lleva de la mano, primero con timidez, luego inundándonos de información y finalmente refregándonos en la jeta esta nueva verdad, y lo hace con sorprendente contundencia.

Es terrible pasarse la vida descubriendo que todas y cada una de las tremendas catástrofes mundiales que no hayan sido pergeñadas por la naturaleza, lejos de haberse producido por un tonto error humano o un atentado de un loco, fueron diseñadas y ordenadas en tiempo y forma por el poder de turno para conseguir un resultado anhelado.

Una película que no debe dejar de ver, que nos recuerda una vez más que ninguno de nosotros deberíamos estar vivos luego de la crisis nuclear de los sesentas en donde Rusia y EEUU estuvieron a nada de reventarse –y cuando digo “a nada” me refiero a un fugaz y efímero suspiro- que muestra con pruebas fidedignas cómo las ilimitadas inversiones en radares antimisiles siguieron su curso con el paso de las décadas y en algún punto hubo que tapar el inútil y megaobsceno gastadero de rublos como mierda que fuera, así para poner fin a esto hubiese que hacer volar por el aire un reactor nuclear “por accidente”.



Le pongo 8 Juanpablos y lo invito a que se desespere conmigo.

jueves, 4 de agosto de 2016

Maigret Sets a Tramp (2016)





Con: Rowan Atkinson, Shaun Dingwall, Fiona Shaw, David Dawson, Rebecca Night y elenco

Dirección: Ashley Pearce


Maigret tiende una trampa y caigo tontamente en ella.

Acérrimo defensor de mi decisión personal por no mirar series, sin querer caí en esta trampa –imaginé que era una película- y al menos pude salir airoso sin sufrir el flagelo que conlleva ser rehén de una de esas estúpidas series que se han puesto de moda.

En primer lugar porque es una serie o película para TV corta: dura lo mismo que un film y esto es de por sí una gran ventaja. En segundo lugar porque no está mal y podría asegurar que Rowan consigue con gran esfuerzo ocultar casi por completo a Mr. Bean. Solo en dos ocasiones pude advertir el asomo de una postura o un gesto, pero fueron instantes muy sutiles, casi imperceptibles, y esta es otra gran ventaja.

Luego, la trama, arrancada de un típico policial de la década del 40 de libro de bolsillo para entretenerse en el colectivo al trabajo, Maigret Sets a Tramp consigue hacernos recordar aquella manera barata de contar historias, y aquí nos quedamos de cara a la otra gran ventaja.

Y si a ello le agregamos que todos colaboran muy bien y que la serie se deja ver y entretiene, no tengo más que quitarme el sombrero y saludar con respeto a todos quienes colaboraron en esta económica historia demasiado bien ambientada.

Cuando uno hace las cosas con el corazón, se nota.

Le pongo 7 Juanpablos.

martes, 2 de agosto de 2016

Criminal (2016)





Con: Kevin Costner, Gary Oldman, Tommy Lee Jones, Jordi Mollà, Ryan Reynolds, Gal Gadot, Michael Pitt y elenco

Dirección: Ariel Vromen


No, qué terrible tontería inundada de tontas escenas, tontas colaboraciones, tontas actuaciones, tontas resoluciones… Tonto uno, que se sentó tontamente en el sofá a perder el tiempo en esta tontería.

Costner está bien, no le queda mal el rol de bipolar o no sé qué carajo le pasa en el bocho, pero el film es por demás de reboludo, la historia fue contada dieciséis mil quichicientas veces: un malo turco con mucha plata consigue hackear no sé qué mierda y entonces hará añicos el planeta –matándose incluso él mismo- entonces un ¿jefe de policía?, nunca queda claro qué mierda de cargo ocupa Gary Oldman, se desvive por intentar impedir la catástrofe y entonces llaman a un médico para que le ponga en la cabeza a Costner las memorias de su policía estrella recientemente muerto en una redada y Costner quien estaba atado del cuello en medio de una celda de máxima seguridad y con el pelo vaporoso de David Lee Roth en los 80 de pronto es rapado como loquito, le enchufan un coso en la nuca y cuando despierta piensa como Ryan Reynolds y se quiere empomar a su mujer y llevar al pelotero a su dulce hijita y no entiende porqué de pronto tiene sentimientos y encima hacia una viuda que está buena y una niña que no conoce y mientras se hace el tierno con ambas muchachas salva al mundo del maléfico turco pelotudo y necio quien, en su afán por destruir el planeta se destruirá también él, incluso destruirá al retarado que filmó esta tontería.

Así que ya lo sabe.

Ideal para trama de Austin Powers 4.



Le pongo 2 Juanpablos.