viernes, 31 de mayo de 2013

Recomendación Vetusta N° 82





Falling Down (1993)


Con: Michael Douglas, Robert Duvall, Barbara Hershey, Rachel Ticotin, Tuesday Weld, Frederic Forrest, Lois Smith, Joey Hope Singer y gran elenco

Dirección: Joel Schumacher


Recomendar en viernes de vetusteces a Falling Down deja flor de sabor amargo en mi boca, porque tiene tantas escenas gloriosas como horripilantes a la vez que nos refriega en la cara actuaciones memorables de la mano de composiciones espantosas sin término medio ni escala alguna, todo bien condimentado con la emblemática y patética (todo a la vez) dirección de Joel Schumacher, el director de cine más incierto e imprevisible del mundo.

Y entonces usted se preguntará por qué cazzo la recomiendo, si al fin y al cabo la película está mal dirigida, horriblemente ambientada e infestada de extras de los más malos actores que este mundo vio con las escenografías más estrechas luego de Plan 9 From Outter Space, pero hay que detenerse en lo que significó Falling Down cuando salió en 1993 para mostrarnos una realidad que hacía poco tiempo había comenzado a florecer como una jodida maleza por todos lados haciéndonos disfrutar de las mieles del capitalismo salvaje que tanto nos oprime y condena, encasilla, etiqueta, aprovecha o desecha según su egoísta e imperiosa necesidad, y sólo por eso debe ser recordada y respetada.

Y lo otro que hay que remarcar de Falling Down es la sorprendente actuación de Michael Douglas, que seguro que si hoy ve ésta película en DVD se querrá cortar las tarlipes de la bronca, ya que por lejos es su mejor papel mientras el film que lo rodea no lo acompaña en absoluto y hace agua por todos los costados. Michael Douglas, siendo un actor encasillado por siempre en el rico y apuesto maduro hombre sexy y poderoso, logra extraer de sus entrañas a este fracasado, angustiado, perturbado, acorralado y asediado hombre de mediana edad que todo lo perdió, que se encuentra atascado en una autopista en reparación y que decide abandonar el auto e ir a visitar a pie a su hija, a la que tiene prohibido ver porque su ex mujer le metió una denuncia por "posibles futuros malos tratos" que en realidad nunca hubo.

Y el otro papel que hay que destacar, como siempre, es el de Robert Duvall, que lamentablemente hace de policía que justo se retira hoy, rol trillado como pocos, y que por desgracia tiene que compartir cartel con una actriz que hace de esposa sobre-protectora que destruye cada una de las escenas en las que actúan juntos, y que a pesar de ella consigue mostrarnos su determinación implacable a la hora de aguantar en silencio la cruz que le tocó en suerte, que es vivir toda una vida con la experiencia de tener una hija muerta y llevar del brazo a una mujer que, a pesar de su vomitiva sobre actuación, tiene un trastorno residual desde la muerte de su pequeña que le produce altibajos emocionales muy severos.

Y eso es más que suficiente para recordar con cariño a Falling Down, una película que cuando salió fue furor por el original tema que trataba, pero que si uno la ve hoy no podrá creer lo mal hecha que está, la cantidad inadmisible de extras que arruinan todas las escenas, las patéticas e infantiles descripciones de los males que agobian al mundo, los agujeros garrafales de edición que tiene, las horripilantes actuaciones de todos aquellos que componen el triste casting con la excepción de Duvall y Douglas, que nos regalaron estas dos maravillosas e inolvidables composiciones.

Así que van sólo 6 Juanpablos para esta agridulce Recomendación Vetusta que de haber sido filmada por otro con una labor más comprometida y un par de años más tarde, hubiera sido flor de película bisagra de esas que no se olvidan.


jueves, 30 de mayo de 2013

Django Unchained (2012)





Con: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Kerry Washington, Samuel L. Jackson, Walton Goggins, Dennis Christopher, James Remar, David Steen, Dana Gourrier, Nichole Galicia, Laura Cayouette, Ato Essandoh, Sammi Rotibi, Don Johnson, Jonah Hill, Zoe Bell, Michael Bowen, Robert Carradine, Tom Savini, el espectacular Michael Parks, y la participación especial de Franco Nero

Dirección: Quentin Tarantino


Finalmente llegó al videoclub la única película que fui a ver al cine en el mismísimo momento del estreno, que es el único lujo que me doy desde hace ya más de 5 años, ir a ver Tarantino apenas sale.

¿Qué decir de Django sin quedarse corto?

En primer lugar, para hablar de Django con objetividad debemos resaltar la verdadera razón del éxito de este film, y esa razón es Quentin Tarantino.

Quentin Tarantino es hoy el único director que logra estimular todos nuestros sentidos a un nivel imposible de alcanzar. Tarantino logra poner la música perfecta en la escena perfecta mientras extrae las actuaciones más apasionantes de actores de medio pelo o de renombre con la misma facilidad.

Tarantino consigue hacernos reír, hacernos llorar, hacernos impresionar, hacernos emocionar, hacernos odiar a un personaje con los más cruentos deseos de que muera de la peor manera o amarlo al punto de creerlo nuestro propio hijo.

Quentin consigue abrir el placard donde estaba guardado Don Johnson y pintarlo de un acaudalado terrateniente que actúa de manera excepcional como si hubiese contratado al mismísimo Marlon Brando para el rol.

Quentin logra, con la magia de un implacable torero, disfrazar a Samuel L Jackson de un senil viejo traidor amante de blancos haciendo que el célebre actor componga el papel de su carrera (sin ánimo de ofender a Waltz, que actúa fenomenal pero no merecía el Oscar de reparto más que Jackson).

Pero no se queda ahí, no. Porque disfruta de movernos el piso, entonces agarra a Leonardo DiCaprio y le hace componer un rol de malvado. Y DiCaprio se prende y dibuja a Candy, el terrateniente más sorete que existiere en el sur del país.

Y no puedo seguir enumerando cosas que resaltan en Django, porque toda la película resalta y no me puedo permitir contarla (no cometa el error de leer la contratapa del DVD, en donde se encargaron de contar todo-todo con lujo de detalles en 3 párrafos).

Hacía rato que esperaba ansioso que saliera Django para regalarle el puesto de Estreno de la Semana. Y no veo la hora de que pase un tiempo largo así poder recordarla en Recomendación Vetusta de los viernes.

Django vino para quedarse en nuestro recuerdo por siempre, como una de las mejores películas de Quentin Tarantino, donde el célebre y loco de mierda director de cine consigue con mejor puntería que nunca unir todos los géneros fílmicos con la magia de un experimentado y aclamado sastre, contando con pasión y crudeza cómo eran tratados los esclavos y mostrando, por sobre todas las cualidades del film, la diferencia intelectual abismal que había entre los negros esclavos, mucho más cultos, inteligentes, idóneos y mejor preparados que la gran mayoría de los blancos ignorantes de aquella época nefasta, que ni siquiera podían hablar con fluidez.

Así que le pongo 10 Juanpablos y le doy la bienvenida a esta gran película que hará mella en sus corazones.



miércoles, 29 de mayo de 2013

Zero Dark Thirty (2012)








Con: Jason Clarke, Jessica Chastain, Kyle Chandler, Jennifer Ehle, Reda Kateb, Mark Strong, James Gandolfini y gran elenco

Dirección: Kathryn Bigelow


El problema de Zero Dark Thirty sin duda es Zero Dark Thirty, que debe tratarse de una película "bisagra" para los norteamericanos, con una descripción de lo que es el patriotismo más patriota pocas veces vista con una muy bien contada manera de mostrar cómo fueron los meses previos, la inteligencia de búsqueda y la tensionante manera de agarrar al secuaz que mantenía oculto a Osama, junto con la desesperación en la que desembocan los patriotísimos actores que deben soportar con heroico tesón la burocracia interna de la CIA que, aun sabiendo ya la locación del ser más vil que ha dado esta tierra, ni se les ocurría dar un solo paso en falso hasta no tener la certeza más endiablada de la que se tuviera memoria.

Pero todo esto se va al tacho cuando uno más o menos sabe los porqués de las cosas que suceden en este mundo, cuando uno no tiene una sola prueba de que Osama Bin Laden finalmente fue ajusticiado, y porque todo lo que rodea a EEUU en lo que a política exterior y necesidad de dominar el mundo se trate tiene siempre mucho olor a podrido y genera en la humanidad no-norteamericana una gran indignación e impotencia.

Así que me da mucha pena por Chastain, Clarke, Chandler y Gandolfini, que realmente actúan muy pero muy bien sus roles, pero son actores de renombre que no necesitan ensuciarse frente a los ojos del público que los ama pero que no es norteamericano.

Salvo que los tipos sean un conjunto de republicanos ortodoxos y uno no lo sepa, puede ser. Pero poco importa. Lo que sí vale la pena mencionar sobre este film es que es una vomitiva propaganda yankie sobre una cuestión histórica política reciente que nunca quedó clara, y que no van a convencer a nadie con una película por más bien redactada que esté hecha.


martes, 28 de mayo de 2013

Lay the Favorite (2012)






Con: Rebecca Hall, Bruce Willis, Catherine Zeta-Jones, Vince Vaughn, John Carroll Lynch, Frank Grillo y Wayne Pére

Dirección: Stephen Frears


Una comedia más o menos con algunos momentos muy ocurrentes (como el nombre de la compañía de apuestas de Bruce Willis, que es genial), con una Rebecca Hall que sigue estando muy pero muy linda, un Willis que está súper viejo, arrugado y con colgajos dérmicos, una Catherine Zeta-Jones que compone un entretenido papel de mina con plata súper rompehuevos y un grupete que logra ayudar a empujar el carro de esta película de enredos y apuestas que no es la gran cosa pero que tampoco es mala o innecesaria.

Está bien, es una linda opción para un sábado a la tarde en que todos aquellos planes que uno tenía fueron cancelados casi sobre la hora, dejándolo con un dedo en la nariz sin saber de qué disfrazarse.

Así que le pongo 5 Juanpablos y medio y le recomiendo que la escoja de la góndola cuando todas esas películas copadísimas que quiere ver ya fueron alquiladas por garcas clientes que llegaron antes que usted.


lunes, 27 de mayo de 2013

6 Degrees Of Hell (2012)








Con: Corey Feldman, Jill Whelan, Brian Anthony Wilson, Nikki Bell, Brian Gallagher, Nicole Cinaglia, Ashley Sumner, Kyle Patrick Brennan, David J. Bonner, Faust Checho, Joe Raffa y gran, gran elenco

Dirección: Joe Raffa


Resulta que en un malogrado intento por rescatar de las profundidades más oscuras del olvido más lamentable a Corey Feldman; Faust Checho y Joe Raffa escribieron y bancaron esta inusual película de terror/enredos que contaré a continuación.

Así es entonces que ponemos “play”, nos acomodamos en la cama o sillón del living y nos encomendamos a disfrutar de la primer escena, que nos muestra a cuatro jóvenes universitarios que disfrutan de una extraña atracción tipo kermesse, donde un inexacto número de empleados de circo caminan entre los paseantes con caretas de monstruo o caracterizados de zombies, o de muertos peligrosos, para luego depositarnos en la segunda e inquietante escena, que nada tiene que ver con la primera y que nunca estará conectada más luego con la historia -aunque no sé, porque estoy un poco confundido-, donde vemos a Rubia del grupo hablando por teléfono con alguien que no queda claro quién es mientras detrás de su espalda germina un pelado muy maléfico, desnudo pero sin genitales, que la mira como si estuviese por violarla. Pero uno se queda re tranca, porque el tipo no tiene nada ahí abajo, sólo una dermis que recubre la zona donde debería ir el pito, y tampoco tiene nada en las manos así que no podría violarnos de ninguna manera, por lo que nos relajamos, pero Rubia no, Rubia lo ve y grita como loca y la escena se oscurece.

Y en la tercer escena finalmente aparece el actor estrella del film, Corey Feldman, con un amenazador peinado teñido rubio con un pelito largo que le baja por una ceja. Feldman está arrestado y un policía gordo lo indaga sobre algo que nunca quedará claro mientras Corey le responde con alegorías sobre cuestiones muy confusas que no hablan ni de la película que estamos viendo ni del partido de Ñubel y Boca recientemente disputado donde el último fue vapuleado por 4 tantos contra 0.

Y entonces llegamos con la lengua afuera al cuarto capítulo, donde un masculino del grupo del principio finalmente accede a entrevistar a un actor que está poseído por Belcebú, o por Pipo Gorosito (nunca queda claro esto) que tiene la posta de lo que ocurriere con Rubia en la escena II con el siniestro pelado eunuco que le germinó en el livingroom. Así es que Poseído, sin ojos en sus cuencas, le dice que Rubia era bien puta y que en el infierno le están dando masa las 24 hs. Esto irrita al joven entrevistador de demonios quien, presa de un ataque de indignación muy sobreactuado, comienza a dar puñetazos en el rostro de su entrevistado poseído, que se ríe de Janeiro del ataque ya que está poseído y no le duelen las trompadas.

Y llegamos entonces a la quinta escena, donde vuelve a aparecer Corey, encarcelado por el FBI, la CIA o la Cámpora (tampoco se reconoce quién finalmente lo tiene cautivo) y continúa respondiendo inexactitudes a las preguntas irrelevantes que el gordo policía le hace con cara de “Ja!, te tenemos, maldito!” cuando nunca queda claro por qué motivo lo tienen encarcelado, ni qué carajo tiene que ver él con los tristes y disonantes episodios que conforman la ¿trama?, mientras Corey continúa recitando imprecisas metáforas mientras el director nos muestra flashes de situaciones muy pero muy delirantes que no se aferran, siquiera con buena predisposición, al hilo conductor del filme, si es que el film lo tuviera.

Y en la sexta o séptima escena, ya me perdí y no logro unir todo esto que les estoy contando, al caos reinante en la historia que no explica nada de lo que ocurre y uno ya está en la media hora de film y no sabe qué tiene que ver Pipo Gorosito en todo esto, va y aparece esta nueva escena que muestra a los dos hombres del grupo del inicio del film, que buscan algo en una casa embrujada que era del novio de la madre de uno de ellos y la traducción de los subtítulos se transforma en inexplicable hasta el paroxismo, haciendo que con mi mujer comenzáramos a mirarnos como si estuviésemos siendo partícipes de un cruento debate en cantonés.

Así que yo lo lamento mucho, y mire que le puse onda, ¿eh?, pero no hubo forma, no pude jamás enteder nada de lo que ocurría en este peliculín de recontra cuarta, protagonizado por un Corey Feldman que no le molesta para nada colaborar en estas bazofias dejando bien en claro que si uno le tira cien pesos argentinos, por ahí el tipo acceda a mostrarte la chota.

Ponerle medio Juanpablo sería entrar en una complicada crisis diplomática con los medios puntos, al límite mismo en que se confabularen y decidieren mandarnos a cagar y no venir más al blog a ayudarnos con la puntuación de las futuras películas. Así que mejor no le ponemos ni eso y esperamos tener mejor suerte la próxima.




jueves, 23 de mayo de 2013

Recomendación Vetusta N° 81





Rocky (1976)


Con: Sylvester Stallone, Talia Shire, Burt Young, Carl Weathers, Burgess Meredith, Thayer David, Joe Spinell, Jimmy Gambina, Bill Baldwin y gran elenco

Dirección: John G. Avildsen


Para poder ubicarnos en lo que significó Rocky o en lo que representó, deberíamos instalarnos en la década del 70 e imaginarnos a un Sylvester Stallone sin un mango en la billetera que intentaba dedicar su vida a la actuación debiendo trabajar en una película porno para pagarse los estudios de clases de arte dramático. Quizás esas son las cosas que hacen que un tipo, en plena juventud y ante la desesperación por lograr de una vez por todas vivir de lo que ama, exprima su talento al mango y muestre los huesos de esa forma.


Y eso pasó con Sylvester Stallone, que luego de aparecerse en pelotas en una porno para conseguir un poco de guita comenzó a escribir guiones de cine sin éxito alguno hasta que escribió Rocky.

Y tal fue su entrega y su momento de magia que consiguió construir una película que le dio de comer para siempre y con la que aún hoy, convertido en el actor más rompe huevos e insistente que existe debajo de Steven Seagal y completamente alejado de aquel Sylvester encomendado a escribir guiones interesantes que trasciendan su época, sigue viviendo sin problemas económicos.

Quiero resaltar de Rocky varias cosas. En primer lugar, el olor a familia. La relación que construyen entre Young, Shire y él es tan real que por momentos los sentimos nuestros primos de la vereda de enfrente. La conexión entre Rocky y su coach, también. Insuperable. El entrenamiento “de verdad” que hace Stallone al prepararse para su gran pelea está tan bien logrado que uno lo ve ejercitarse y transpira.

Y por último, el contraste. La gran diferencia. La abismal lejanía que hay entre el campeón y el iluso boxeador de morondanga que osa pretender pelear por el título. Es un contraste descomunal. Lamentablemente las Rockys siguientes trillaron la situación hasta el vómito, pero por eso pido que nos tomemos un colectivo hacia 1976, donde Rocky VI no existía y Rambo aún saltaba de un huevo al otro de Stallone, porque en aquella época fue un golazo. Fue una trompada certera en el medio de la jeta a la lógica y a cualquier pronóstico. 

Y no termina ahí, Sylvester no se va a andar con chiquitas. No. No la va a hacer fácil o exagerada, ya tendrá tiempo para eso. Porque Rocky no gana la pelea, la empata. Y no solo la empata, para los jueces, la pierde. Y Apollo retiene la corona, y salta con una euforia que no se la cree nadie, porque todos nos quedamos mirando a Rocky, que llama desesperado a la hermana de Francis Ford Coppola que aplaude desesperada en la tribuna, porque le ganó por lejos, porque vino de ningún lado a recagarlo bien a trompadas, y porque los jueces no le dieron la victoria refregándonos una injusticia que ni nos interesa, que no importa.

Y eso es todo lo que tengo para decir de Rocky, una película insuperable que debería haber tenido solo 2 secuelas, la revancha con Apollo y la pelea con Drago, y que debería haber sido más cuidada por Stallone, quien finalmente la prostituyó como lo hizo, dejándonos a todos tan confundidos con su actuar.

Así que le pongo miles de Juanpablos, porque los merece, porque a pesar de Rocky III, V y VI, seguirá estando por siempre en mi corazón como una película que demuestra que sin nada, pero con desesperación y gran talento, se puede hacer flor de película, como en la vida misma.