Con: Hiroki Hasegawa, Yutaka Takenouchi,
Satomi Ishihara, Ren Ohsugi, Akira Emoto, Kengo Kôra y elenco
Dirección: Hideaki Anno y Shinji Higuchi
Está bien. Cuida al caprichoso detalle la
estética palurda del primer Godzilla, aquel que peleaba como humano disfrazado
de monstruo, ese que era tan patético y que tanto nos hacía reír. Emula como no
podría haber sido de otra manera aquella época pero con la tecnología actual.
Eso es lo que han buscado al construirla y por supuesto que lo han conseguido,
así que démosle un frondoso aplauso a estos dos directores japoneses y los
invito a que la vean siempre que gusten de esos films pedorros de Godzilla de
la década del 50, sino ni se metan que la van a pasar mal.
Todas las escenas gubernamentales de boludos
pasándose órdenes uno al otro y la decisión final la tiene que tomar el primer
ministro son tan re boludas que realmente es para alquilar balcones, diría mi
abuela Elsa, y otra cosa que quiero dejar constancia en esta breve reseña: La
belleza descomunal de Satomi Ishihara. Qué mujer hermosa, dios mío santo
bendito.
Así que ya lo sabe, si Godzilla le importa un
carajo, si las películas que evocan absurdos del pasado lo hastían pero le
gustan las minas, vea Shin Godzilla. No va a poder creer
lo buena que está la piba esta, está más fuerte que dolor de muelas.
Le pongo 7 Juanpablos.
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