Con: Bill Skarsgård, Jaeden Lieberher, Jeremy
Ray Taylor, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Chosen Jacobs, Jack Dylan Grazer,
Wyatt Oleff y elenco
Dirección: Andy Muschietti
Sorprendido, debo admitir que todos los malos
augurios que auguraban un error garrafal en la idea de traer de vuelta al sorete
mal cagado de Pennywise al presente no solo no ha sido error alguno sino que,
para mejor, superó las expectativas con amplio margen así que aquí va, desde
nuestro modesto espacio, un aplauso a Muschietti, Skarsgård y los niños involucrados.
Gran remake de una de las historias más
sádicas e hijas de mil puta del gran Stephen King, con un Skarsgård que logra
tributar y respetar la memorable composición del malogrado Tim Curry –quien hoy
pasa sus días en una silla de ruedas luego de un cruento ACV que lo dejara casi
postrado-, y con un Muschietti determinado en enaltecer no solo la historia que
cuenta sino también la estética King que envuelve todo el film, describiendo con
excelsa pluma los ochentas en Derry, el impiadoso bullying que siempre está
presente en los films norteamericanos y que explican bastante bien el porqué de
que dos por tres un niño se canse y se suicide o mate a cincuenta compañeros.
Muschietti no solo logra su cometido sino que,
además, consigue que el grupo de amigos preadolescentes tengan el timing y la
conexión perfecta que nos recuerda la insuperable obra de King “Stand by Me”, y
ése, creo, es su mayor logro.
En fin, amigos, el espantoso Pennywise volvió
a comerse al pequeño Georgie y su hermano y amigos intentarán acabar con el
payaso más hijo de mil putas que ha conocido este planeta.
Le pongo 8 Juanpablos.
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