Con: Idris Elba, Kate Winslet, Beau Bridges,
un perro y elenco
Dirección: Hany Abu-Assad
Kate Winslet es una fotógrafa desprolija y
desorganizada que siempre llega a último momento a todos lados, se está por
casar y tan cabeza fresca es que deja para último momento tomarse el vuelo a su
boda. Y llega corriendo al aeropuerto pero los vuelos están cancelados, así que
agarra su mochila y su impronta de “hippie madura despistada” y piensa cómo
resolver el problemón en el que se metió por dejar hasta el último minuto
viajar a su boda y se choca con el estructurado, apuesto y por completo
contrastante Idris Elba, quien también debe viajar pero no para casarse sino
para operar del cerebro a un niño por su condición de excelso pulcro medido y
prudente neurocirujano.
Así que Kate le ofrece alquilar una avioneta
andrajosa pilotada por Beau Bridges, quien oficia de anciano piloto a punto de
morir de un infarto así que por 800 dólares lo contratan, vuelan, y en el medio
de una montaña y al mejor estilo “Viven”, al pobre Beau le da el necesario
infarto y caen en la nieve y patinan y se hacen magullones.
Pero lejos de comenzar de ahí en más un film
de supervivencia en el medio de la nada misma que podría haber sido criticado
con enojo por no traer nada nuevo bajo el brazo, para sorpresa de este humilde
servidor que no pudo creer lo que estaba viendo, inicia en la montaña una
repelotuda historia de amor entre Winslet y Elba, quienes a pesar de estar a
merced del clima, el frío y la nada misma, entretienen los minutos de film
haciéndose preguntas boludísimas sobre a qué se dedican, si están casados, si
tienen hijos mientras Winslet solo espera tener la posibilidad de encamarse con
el negro, cosa que finalmente consigue en algún punto –perdí el hilo, es tan
boluda que en un momento me dormí y desperté con ellos en una cabaña, se ve que
bajaron y encontraron una- y tienen relaciones y Kate cierra fuerte los ojos
cuando es supuestamente penetrada por Elba dando a entender que el negro, como
todo negro, la tiene larga y gorda.
Y ahí la dejé de ver, me pudrió tanto que
decidí no darle más minutos de mi vida.
Qué lástima dos actores tan capaces terminar
agarrando cualquier boludez.
Le pongo 3 Juanpablos, la escena del infarto
de Bridges, al menos, le salió bien.
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