Con: Teresa Palmer, Gabriel Bateman, Maria
Bello, Billy Burke, Alexander DiPersia (andá a cagar, estúpido, cómo te vas a
llamar así…) y elenco
Dirección: David F. Sandberg
Resulta que el millonario empresario que tiene
una sola empleada medio gordita y un taller que acaba de cerrar porque es de
noche entonces nunca queda claro qué es lo que venden o fabrican ahí dentro,
está hablando por teléfono con su pequeño hijo quien le pide por favor que
vuelva a casa ya que su madre sigue loca y no se quiere tomar las pastillas
entonces él le dice que está ocupado (mentira, no está haciendo nada) pero que
en una hora estará ahí, y no tiene nada que hacer porque todo está oscuro y listo
para cerrar y viene la ampulosa secretaria y le dice que se va entonces él le
da permiso y mientras la mujerona camina por un tenebroso pasillo (que alguien
prenda más luces, da mucho miedo caminar por ahí) comienza a escuchar corridas,
gemidos, fugaces disgustos y esas cosas que uno escucha cuando falta muy poco
para morir y se da vuelta y ve debajo de una luz un espantoso fantasma que la
persigue con los pelos revueltos, los ojos en luz alta y unas uñas de Freddy
Krueger, así que vuelve a la oficina de su jefe, quien sigue con el teléfono
diciéndole a su hijo que está ocupado y que volverá en una hora y no quiere
interrumpirlo, pero se está haciendo pis del susto, así que junta las rodillas
y da saltitos nerviosos y su jefe se da cuenta y deja por un momento de decirle
a su celular que llegará en un ahora a destino, tapa el micrófono y pregunta
impaciente y enojado “Dorothy (porque todas las mujeres ampulosas yankies se
llaman Dorothy), ¿qué sucede? Tengo que atender este llamado…”, y Dorothy se da
cuenta que lo importunó, baja su sumisa cabeza y le dice que se vaya rápido y
que no apague la luz, y sale tocando los tarros como Ben Johnson con el doble
de ración de frula.
Así es que Millonario continúa estúpidamente
diciendo a su hijo que se tranquilice y que llegará en una hora (hace como 10
minutos que le está diciendo eso por teléfono, si hubiese cortado antes no
demoraría tanto en llegar a su casa, a veces no entiendo la falta total de
practicidad de algunos millonarios exitosos) y entonces cuelga de una maldita
vez el teléfono, toma su campera y sus llaves y se encomienda a surcar ese
terrorífico pasillo de la fábrica a oscuras para que no sepamos cómo se gana su
dinero y la loca de pelos revueltos y dedos de Krueger lo persigue, y cada vez
que se apaga la luz aparecen sus ojos en alta y su pelo y Millonario corre pero
el ánima lo alcanza, le arranca los ojos y lo revolea al medio del tenebroso
pasillo y así comienza esta estupidísima película de terror que reúne a actores
razonablemente discretos como Billy Burke, quien nada tenía que hacer en esta
idiotez insensata, a Teresa Palmer, otra que venía caminando con cuidado su
carrera y acá banquinó muy feo y María Bello, de quien habría que componer un
párrafo aparte describiendo su tremenda equivocación al aceptar protagonizar
este film haciendo de madre depresiva porque no le sale ni un poquito chiquito-chiquito
mientras la mala, el ánima o la asesina, aparece y desaparece todo el tiempo y
la bella Palmer debe cuidar a su hermanito del fantasma y no deben apagar la
luz, pero a la hora de dormir –el momento más peligroso de todos- lo deja en su
cuarto pegado a la habitación donde siempre duerme el fantasma y se va al
living a cuidarlo desde lejos, un piso abajo y en la otra punta de la casa.
¡Dios!
¡¿Quién escribió esta basura?!
Incalificable.