martes, 4 de octubre de 2016

Blood Father (2016)





Con: Mel Gibson, Erin Moriarty, Diego Luna, Michael Parks (se debe haber equivocado, nadie es perfecto), William H. Macy (otro), Miguel Sandoval,

Dirección: Jean-François Richet


Y bueno. Así como habría que ahorcar en la plaza al genio que hace décadas publicara Blairwitch Project para dar comienzo a una inusitada catarata de películas estupidísimas sin argumento alguno creando el nefasto género “Camarita en mano”, el mismo día, quien sabe a la tarde así descansamos o vamos a comer un pancho en aquel recreo de circo romano, habría que apedrear hasta la muerte al infeliz que inventara el género “Adolescente sexy rescatada por vigoroso padre que no la ve mucho porque está separado de la madre y hace desde que era pequeñita que le prohíben verla entonces ahora todo el odio que germinó y floreció en la retoña, con el tiempo producirále un sabor agridulce y, mientras huye de los malos aferrada a la segura mano de su recio padre, comenzará a entender que éste no es malo, no la abandonó y que su madre es una yegua y así como así comenzarán una hermosa relación hasta ahora esquiva por el injusto destino”.

Todo pasa, decía Julio Grondona y pasó y ya contempla el crecimiento de las margaritas pero desde abajo, y aquí tenemos a Mel Gibson, otrora el Tom Hardy de los ochentas, más luego discreto y distinto director de cine, hoy servido en bandeja para lo que guste mandar, componiendo a un recio y con libertad condicional motoquero quien hace tatuajes en una casa rodante y, cuidándose de no hacer macanas para seguir disfrutando de su libertad condicional, recibe el llamado de su dulce hija a quien no ve desde pequeñita y ahora necesita ayuda porque mató a un narco.

¿Quiere que le siga contando o ya la vergüenza ajena y el hastío hollywoodense lo obnubiló y quedó tarado/a?

Le pongo 2 Juanpablos. Michael Parks y William Macy no tienen nada que hacer en este film. Diego Luna y Miguel Sandoval son culpables de que a los actores latinos siempre le cuelguen el mote de narcos. Dios mío santo bendito, qué película recontra innecesaria.

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