Con: Tom Hanks, Felicity Jones, Omar Sy,
Irrfan Khan, Ben Foster, Sidse Babett Knudsen, Ana Ularu y elenco
Dirección: Ron Howard
Hay algo que es cierto: Ron Howard despista y
confunde. Hay que tener ese talento para dirigir cosas copadas copadas y
boludeces inclasificables con la misma pluma. Hoy no puedo compararlo con nadie
más que con Stephen King. No me sale otro ejemplo y no tengo ganas tampoco de
andar buscando demasiado, pero es más o menos eso. Stephen King te puede
escribir un librazo como una boludez total y no se le caen los anillos, y con
Howard pasa igual. El tipo agarra y te dirige Cocoon, A
Beautiful Mind, Rush o The Grinch como también agarra y te
filma con la misma temeridad The Dilema o esta huevada total Inferno
que aquí presentamos con bombos y platillos.
La obviedad en la que se hunde y la
persecución de cada regla del maldito manual de Hollywood sin correr una coma
sumados a la poca predisposición de Hanks para mantener con estoicismo su
errada decisión de aceptar el rol del boludo de Robert Langdon, quien nos
entretuviera un poquito con El Código Da Vinci pero ya después las secuelas de
un profesor que sabe adivinar jeroglíficos aburren hasta al propio necio de Dan
Brown… Tremenda estupidez publicada por toda esta gente.
Sorprende lo fácil que Felicity Jones descuida
su carrera que venía en alza, Irrfan había sido olvidado luego de su memorable
personaje en la película del tigre y no le queda otra que agarrar viaje y Foster…
Pensar que era un chiquito talentoso…
En fin. Una huevada total y absoluta, un embole
tremendo y un pasaje de ida a combatir con fiereza el insomnio.
Le pongo 2 Juanpablos.
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