lunes, 24 de febrero de 2014

Getaway (2013)






Con: Ethan Hawke, Selena Gómez y Jon Voight

Dirección: Courtney Solomon



Resulta que Brent (Ethan Hauke) es un célebre corredor de TC2000 yankie que está apagado y en desuso y ya nadie lo contrata (al igual que quien lo interpreta) por lo que decide mudarse a Bulgaria donde su mujer tiene familia, pero ni bien llega y se dispone a rascarse el huevo izquierdo, una temeraria banda de inoportunos secuestradores captura a su esposa y, mediante una cruel llamada telefónica, obligan al experto corredor a subirse a un súper zarpadísimo Mustang Shelby Cobra y conducir por las calles de Sofía hasta recibir la nueva orden, que llegará de inmediato de los labios del viejo Jon Voight -a quien ya no le importa nada de nada- y obliga al temerario piloto a subirse a las veredas, atropellar peatones, levantar como sorete en pala mesitas de bar, cajas de electrodomésticos, payasos, barrenderos y todos esos obstáculos que hay en una calle tradicional de cualquier ciudad tipo. Esto perturba a Brent, quien es un aguerrido corredor pero no un asesino y al principio desiste de cumplir con aquellos cruentos pedidos, pero Voight, muy amenazante, le asegura que el auto está lleno de camaritas de última generación, tanto dentro como fuera, y que si no hace lo que le ordena él lo va a advertir, porque lo está vigilando, y su mujer morirá. Así que Brent deja de lado su respeto cívico y urbano y comienza a levantar transeúntes como quien sacudiera un wok lleno de verduras cortadas en juliana.

Terror. Indignación. Mucho dolor por los cientos de inocentes que están muriendo en pos de salvar a uno solo construyendo entonces una situación un poco contradictoria.

Luego de aprobar la primera prueba, Brent baja del auto, alejado de donde cometió aquellas alocadas infracciones y se dispone a tomar aire fresco y relajarse cuando se mete en el auto a hurtadillas una niña (Selena Gómez) quien asegura que ése es "su" Mustang y pregunta a Brent por qué se lo robó. Brent intenta persuadir a la niña a que abandone el auto, pero tanto la jovencita como el director de esta tontería le dicen que no se bajará, la primera argumenta que es su auto y que ella decide qué va a hacer de su vida, y el segundo aduce que, de bajarse la niña, la película no tendría los monumentales ingresos económicos por los que apostaron los productores del film arengando a teens de todo el planeta a pagar una entrada para poder ver a Selena Gómez diciendo “Shit”, “Crap” o “Fuck” cada vez que el avezado Brent hiciere una difícil pirueta con el implacable bólido dejando a la morochita pegada al vidrio de su puerta como en la estúpida serie Manimal de los 80.

Así es entonces que Voight continúa ordenando delirios que terminan bloqueando importantes arterias viales de Sofía mientras Brent acata las órdenes revoleando racimos enteros de BMWs de la policía búlgara que terminan estrolados contra las paredes o hechos recontra papilla chocados entre sí ante la siempre perfecta huida de nuestros protagonistas, que logran zafar por un pelito de cada uno de los impresionantes accidentes de tránsito a los que se enfrentan.

Pero tanto Brent con la niña se dan cuenta de que no pueden continuar atropellando gente y que deberán intentar descubrir al malo y hacerle una jugarreta. Brent solo sabe conducir autos como un perfecto Schumacher pero de cablecitos, internet y piratería cibernética no sabe un pomo. Suerte que está Selena Gómez en el auto, que de eso sabe más que el propio Julian Assange, por lo que toma su Tablet y empieza a interceptar las camaritas, a desencriptar cosas y a filmarse en "loop" para engatusar al malo, todo en un santiamén, mientras Brent continúa bloqueando la ciudad con sus zarpazos y, a medida que la película avanza, uno ve claramente que lo que el malo busca es dejar a toda Sofía con el tránsito cortado menos una avenida, donde el padre de Selena Gómez regentea el más poderoso banco de inversión que usted imagine para así poder robarle un estúpido y simple CPU de esos que utilizan los jovencitos que juegan al fútbol o a los tiros en la Play 4 donde se encuentra el chip (porque siempre la info está en un inviolable chip) que transferirá miles y miles de trillones de dólares a otro banco que seguro que, cuando vea en sus pantallas la mega chorrera imponente de miles de trillones de dólares en la columna del haber no se preguntará si aquello no será, o un error de tipeo, o el asalto más recontra re mil zarpado de todos los tiempos (nunca entenderé por qué jamás contemplan que este tipo de asaltos son inadmisibles).

Y entonces Brent continúa atropellando gente mientras Selena viaja a su lado maldiciendo palabrotas y Voight amenaza con matar a aquella desconocida actriz que capturaran al comienzo del film cuando a Selena se le ocurre la forma de agarrar a Voight para la chacota y consiguen llegar al CPU antes que sus temerarios motoqueros y luego viene una última persecución, esta vez entre el Mustang (que a pesar de los miles de choques y raspones que cobró en todo el film sigue manteniéndose intacto y sus camaritas de exteriores en la posición correcta) y unas motos re pulentas, y logran su cometido y Voight libera a su mujer como habían pactado ya que no sabe que lo engañaron. Pero después parece que no, que en realidad fue el viejo quien los engañó a ellos y la película termina con Voight yéndose de un exclusivo pub en la otra parte del mundo como diciendo “Ah, nunca estuve en Sofía, yo estaba en Casilda y ustedes se la creyeron” y la película termina sin dejar claro quién engañó a quién y por qué.

Así que ya lo sabe, no vaya a cometer el error de suponer que esta es una película entretenida o tierna.

Es la boludez más boluda de la góndola. 

Habría que inventar un nuevo género. Películas boludas.

Le pongo 2 Juanpablos, los choques de los BMWs está bien, pero nada más que eso.



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