Con: Charles Dance (and so well), Sharni
Vinson, Peta Sergeant, Damon Gameau, Rachel Griffiths, Jackson Gallagher
Dirección: Mark Hartley
Psee… Si uno encara el film como lo que es: Una
“remake tributo al cine de terror del pasado” con música de violines tensos y
escenas superadas por el propio paso del tiempo, es divertida, nostálgica y
llevadera.
Dance está irremplazable en su puesto, como
siempre –adoro a este hombre- Griffiths tributa Leachman y su insuperable Frau
Blücher con tonta timidez mientras Sergeant le da el toque sexy y la recontra
pelotuda de Sharni Vinson, quien insiste en eso de ser actriz, no molesta
demasiado.
Eso sí: ni se le ocurra mirar esta película con
seriedad porque ahí sí que se va a enojar conmigo señalando que, por el
contrario de lo que opino, el film es flor de basura.
Relájese y diviértase con las tonterías que
este simpático director tiene para darle, que no está tan mal y la va a pasar
bien.
Le pongo 5 Juanpablos. La escena en que los
otros internados en estado vegetativo se sientan a la vez pidiendo la manuela
de Patrick es sin dudas un momento inimaginable, y está bueno que sigan
apareciendo momentos inimaginables en películas de medio pelo.
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