B I E N V E N I D O S - En este blog, usted podrá apreciar los contenidos de una mala película sin necesidad de alquilarla. Este es un servicio gratuito que brindo, no me debe nada. Las películas buenas sólo las recomiendo, no se asuste que no se las voy a contar.
sábado, 23 de abril de 2011
Unthinkable (2010)
Con: Samuel L. Jackson, Carrie Ann-Moss, Michael Sheen y Enrique Piñeyro.
Dirección: Gregor Jordan.
Resulta que Michael Sheen es un loquito religioso que clavó tres bombas nucleares en tres ciudades grandes de EEUU y graba unos videos con la bomba nuclear de fondo (en las tres locaciones) y se los envía al FBI.
El FBI, con Carrie Ann-Moss al mando, sale desesperado a buscar a este implacable taradito que quiere terminar con la libertad en el mundo y con la felicidad americana porque no entiende que EEUU es lo más groso que le pasó a nuestra historia, pero no lo encuentran.
Entonces el jefe de Carrie Ann-Moss le dice que deberán ir de inmediato a una base militar a seguir con las investigaciones y entonces ella descubre que al tipo ya lo habían agarrado, y lo tenían ahí confinado en una silla, atado de pies y manos y encapuchado. Y aparece en escena Samuel L. Jackson, que es un torturador muy expeditivo que tiene la CIA para estos casos de necesidad y urgencia.
Entonces el negro comienza a torturar al loquito religioso para que largue los nombres de las ciudades, mientras Carrie Ann-Moss intenta (sin conseguirlo) que deponga esa actitud. No sólo Carrie Ann-Moss señala que eso que le están haciendo al loquito religioso es inconstitucional, incluso los altos rangos de la cúpula militar que se encuentran en el recinto le dicen al negro que eso no se hace. Pero el negro sigue torturándolo. Y nadie lo para. Se ve que la constitución de EEUU dice que no se puede torturar salvo casos extremos…
Y el negro sigue con su papel, y Carrie Ann-Moss sigue en su pose de “evitadora de torturas” y los generales del pentágono miran absortos como el negro le corta los dedos al loquito religioso, luego le mete un puñal en la ingle, luego le mete agua por todos lados, luego lo picanea, luego lo deja colgando, y demás ejercicios dignos de la ESMA para sólo escuchar de parte del resto de los que están ahí: “Eso no se hace” “Es usted un animal” “Es usted un desalmado”.
Pero el loquito no larga data, entonces el negro comienza a sacarle las muelas, ante el constante bramar del resto que insiste con que “Eso no se hace” “Es usted un animal” “Es usted un desalmado”.
Y el loquito no habla, entonces apela a una última carta: meter en el recinto a la esposa de éste y torturarla delante de sus ojos, ante la desaprobación de todo el entorno, que le manifiesta furioso que “Eso no se hace” “Es usted un animal” “Es usted un desalmado”.
Y el entorno va a buscar a la mujer (…) y ésta entra y le dice llorando a su marido que diga dónde están las bombas, pero el loquito no dice nada, sólo llora porque sabe que perderá a su mujer. Y el negro agarra y le corta el pescuezo. Y la mujer muere desangrada. Entonces los militares a cargo y el FBI todo le gritan en la cara al negro que “Eso no se hace” “Es usted un animal” “Es usted un desalmado”.
Pero el loquito no larga prenda, entonces Samuel L. Jackson apela a un recurso mucho más extremo: los niños. Y entonces le dice a los generales que le traigan a los niños, los generales, iracundos, le dicen que “Eso no se hace” “Es usted un animal” “Es usted un desalmado” y le traen a los niños. Él mete a los niños en un cuarto y le muestra al loquito que los va a torturar, y el loquito, en otro cuarto, comienza a gritar, completamente desencajado, mezclando sus gritos con los gritos de los militares, la CIA y el FBI que se encuentran en el recinto, que le dicen al negro que “Eso no se hace”, que “Es usted un animal”, que “Es usted un desalmado”.
Entonces, justo cuando les va a inyectar algo a los niñitos, el loquito bate la posta, a los gritos, larga las tres direcciones. Y es en ése momento, justo, justo cuando ya tienen la información, que finalmente los militares, el FBI y la CIA irrumpen en la habitación vidriada donde el negro insiste con inyectarles algo a los niños y lo neutralizan a trompadas. Y Carrie Ann-Moss toma en brazos a los dos niñitos árabes y se los lleva fuera.
Carrie Ann-Moss sale del edificio tipo ESMA donde ocurrían estos atropellos a los derechos humanos con un niño a cada lado, abrazándolos, conteniéndolos, con la mirada perdida en el horizonte, como diciendo: “Se hizo justicia”. O como diciendo: “El FBI es lo más”. O como diciendo: “Los negros son re-torturadores”. O como diciendo: “Viva la democracia”. O como diciendo: “Muera Samuel L. Jackson”. O como diciendo: "Me está picando mucho la entrepierna, me parece que tengo micosis".
No sé qué quisieron hacer con esta indignante película yankie bancada por la CIA, el FBI, George W. Bush y David Rockefeller.
Es absurda, da mucha bronca, dan ganas de que venga un tsunami mucho más poderoso que el de Japón y borre de la faz de la tierra a este pueblo careta, falto de memoria, de criterio y egoísta e hijo de puta hasta límites francamente inadmisibles.
Le pongo 0 Juanpablos a una de las más indignantes películas que he visto en los últimos tiempos.
PD: No entiendo aún qué hace en el filme Enrique Piñeyro, ¿no era director de cine nacional? Más allá de eso, como actor zafa bastante. Tiene aptitudes.
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