Con: Rob Schneider, Steve Buscemi, Carolina Gómez, Antonio Miguel Calvo y Yesid y Alberto Villafana (los famosos hermanos Villafana)
Dirección: Rob Schneider
Yo le explico lo que pasó aquí, Rob Schneider estuvo sufriendo las diversas vapuleadas del público todo ante su constante ir a lo fácil y un día se levantó y dijo: “No, yo no soy un tipo que se conforma con ir a lo fácil, no soy solo un actor que acude a tirarse un pedo o sacarse un moco o a hacer cara de pelotudo y por eso facturar millones, voy a dejarle a la humanidad una película profunda dirigida por mí en donde actuaré un papel medio dramático, medio cómico, ya van a ver… Los voy a dejar boquiabiertos…”
Y nos dejó boquiabiertos. Al menos a mí, que no alcanzo a interpretar qué es lo que quiso hacer. No sé si quiso dejar a una comunidad precolombina como unos pelotudos que no entienden nada y son fácilmente maleables. No sé si quiso escribir líneas con códigos de comicidad que terminé no entendiendo. No sé qué bosta hace Steve Buscemi en este filme haciendo de budista. No entiendo nada.
Lo que sí sé es que está muy mal dirigida, muy mal actuada, muy mal editada, muy mal iluminada. Horrenda.
Rob Schneider podría haber seguido tirándose pedos y sacándose los mocos y dejarse de joder, que para eso le pagan.
Varias veces la vi en la góndola y no la agarré para no tener que fumarme sus desagradables gags de mocos y pedos, pero esto es mucho peor, prefiero verlo tirándose pedos. O quizás lo mejor sea no verlo. Que no trabaje. Eso es lo mejor. No trabajes más, Rob Schneider, quedate en tu casa contando la plata que recolectaste por sacarte mocos en cámara y dejate de joder.
Le pongo 1 Juanpablo.
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