Con: Stellan Skarsgård, Izabella Scorupco, James D'Arcy, Remy Sweeney y Alan Ford
Dirección: Renny Harlin
Stellan es un émulo de Indiana Jones que vive en la década del 40 y que es solicitado por un cura para que viaje al África a estudiar una extraña iglesia sepultada en el medio de la nada, que encima circa de una época en que el cristianismo aún no existía.
Al principio Stellan le esquiva el bulto al pedido del cura pero después acepta. (Menos mal, de lo contrario la película que estoy viendo no existiría. Qué suerte que Stellan aceptó la propuesta…) Y bueno, viaja al África y llega al lugar en cuestión y ve como unos negritos (porque siempre el trabajo sucio lo hacen unos negritos, los rubiecitos como Stellan son los que dan las órdenes a los negritos. Siempre) están descubriendo una iglesia perfecta e inmaculada que no muestra ni corrosión ni paso del tiempo. Apenas la vi me dije: qué hijos de puta, ¿no se dieron cuenta que les quedó re linda la iglesia, que deberían haberla gastado un poco? Pero no, es que debe estar así inmaculada para que Stellan lo advierta...
Y lo advierte. Y les señala a los negritos que cómo puede ser que una iglesia de más de 1500 años se encuentre en tan buen estado de salud. Y los negritos ponen cara de “qué groso que haya venido un blanco inteligente, nosotros no lo hubiéramos advertido…”
Entonces entra por una ventana y baja con unas cuerdas hasta el interior y ve, con extremo pavor, que la cruz de Jesús está arrancada de su base y colgada al revés (¡Oh! ¡Satán! ¡Belcebú! ¡Carrió!) y toma unas notas y se pianta por el lugar que entró.
En el campamento lo aguarda un mucamo negro que lo asistirá en lo que guste mandar junto con sus dos retoñitos negritos y una joven y apuesta muchacha que hace las veces de enfermera y que de seguro terminará empomándosela. Y no debo olvidarme de BrickTop, el gran mafioso del box en la película "Snatch", que en este caso hace de un Indiana Jones ninguneado a quien Stellan siempre le roba todos los méritos, e incluso le birla la muchacha.
Y la cosa anda mal de entrada, resulta que Stellan se entera que no lo llamaron a él de una y que había un arqueólogo antes que ya no está porque se volvió loco y ahora se encuentra babeándose en un cotolengo, cuidado por unos monjes a pocos kilómetros de ahí. Y para colmo, a la noche, ambos hijos de Mucamo se trenzan en feroz pelea por un juguete y al más chiquitito se le ponen los ojitos re en cualquiera, presa de la ira, y vienen unas hienas (aparentemente manejadas por el joistick mental del más chiquito) que agarran a su hermano mayor y lo desmembran y comen delante de los ojitos del Negrito, que se salva de ver lo que le ocurre a su hermano por tener los ojitos re para atrás.
Y para colmo y para variar, como ocurre siempre en estos casos, los adultos llegan tarde. Tarde para salvar a Hermano Mayor, tarde para ver las hienas, tarde para ver los ojitos re en cualquiera de Negrito, que aprovecha que no lo agarraron para seguir haciendo de las suyas, pudriéndole la cara de a poco a BrickTop por querer empomarse a Enfermera hasta literalmente dejar solo sus dientes pegajosos sobre el dintel de una ventana.
Por lo que Stellan decide ir a visitar a Arqueólogo Loco al cotolengo, para intentar descubrir qué fue lo que ocurrió aquella noche en que se volvió loco, y lo encuentra de espaldas, temblando en una habitación con muy mal olor. Stellan se acerca con cuidado mientras escucha un asqueroso revuelto de tripas. No se advierte qué es lo que ocurre, pero Arqueólogo loco está moviendo sus brazos como si estuviera tejiendo y hay mucho ruido a tripas. Hasta que de pronto Stellan ve gotas de sangre cayendo entre sus piernas en el momento justo en que Arqueólogo Loco siente la presencie de Stellan y se para y lo mira, desafiante, con todo el pecho abierto por un cuchillo con el que estaba jugueteando hasta que lo desconcentraron para caer desplomado al piso con una sonrisa de oreja a oreja (La verdad es que no me gustaría enloquecer, lo que sí debe estar copado es tomar la marca de merca que habrá tomado este ñato para abrirse el tórax de esa manera sin anestesia y lograr desvanecerse con una sonrisa, pero prefiero no averiguarlo). Y bueno, todo mal para Stellan, que no llega a tiempo a ninguna.
Y en el campamento todo sigue para la misma mierda, sigue muriendo gente y los nativos del lugar, unos negros muy atrasados, deciden que la culpa la tiene el negrito (No tan atrasados, guarda…, al final saben más que cualquier rubio europeo…) y lo atan de manos y pies y le cantan un ritual mientras le bailan cuchillo en mano en derredor de su cunita al tiempo en que Stellan vuelve del cotolengo y Enfermera se baña en pelotas y por el ruido del agua no escucha lo que está por suceder algunas habitaciones más allá.
Pero de pronto algo escucha, por lo que decide ir a ver qué ocurre cuando un inesperado e inusitado gordo chorro de sangre emana de su vagina como si la hubiera tomado por sorpresa la más severa menstruación de su mediana vida. Entonces vuelve al baño, no va a andar investigando qué ocurre con ese aluvión sanguinolento regando todo el piso.
Y todo es muy tensionante, porque uno sabe que al negrito lo van a hacer cagar en instantes. Y nadie va en su ayuda, porque Enfermera está con el asunto y Stellan está llegando pero aún no del todo y Mucamo está tirado a un costado con los ojitos re en cualquiera, en trance. Pero quédese tranquilo, amiguito. Está todo bajo control. De repente, Negrito cambia su cara de asustado por una de ojitos re locos y les quiebra los bracitos y las piernitas y les clava los cuchillitos a sus futuros sacrificistas y empieza a mover el camastro como un poseído (nunca mejor puesto este adjetivo adjunto) en el momento preciso en que tanto Stellan como Enfermera y Mucamo llegan, se les pasa el asunto y salen del trance respectivamente. Confusión. Pavor. Estas son mis manos con pavor.
Bueno, la corto porque es al pedo tanto. Stellan y Enfermera deciden ir con Negrito hasta la iglesia para sacarle el espíritu vengativo de Lilita Carrió de adentro y, una vez en la iglesia, resulta que Negrito no tiene nada que ver, que la verdadera hija de la chingada es Enfermera que utilizó todo el tiempo a Negrito como escudo (aunque no queda claro cómo fue que lo manejó, quizás el negrito era un negrito a radiocontrol, pero jamás le vi la antena) y entonces Stellan lucha enardecido contra la despiadada Enfermera que se pone más fea que la mierda hasta un momento crítico en que vuelve a la normalidad (física) y se le sube encima y comienza a refregarle la cotorra en el tronco mientras se pasa la lengua por los labios como diciendo: Oh, Stellan, párteme al medio como un queso gruyere…(estas cosas nunca voy a entender cómo las hacen... ¿cómo hacen para no tener una trepidante e instantánea erección cuando tienen que hacer esas escenas?).
Pero Stellan, que hasta ese momento venía con la guardia baja con el tema de Cristo, decide comenzar a creer de nuevo en Dios y saca de entre sus prendas un crucifijo (Ahí la cagó, yo hubiera sacado el ganso y le hubiera dado masa, si total el negrito no andaba justo por ahí) y entonces Belcebú se horroriza y se pianta lejos y se pasa al cuerpo de Negrito, que está en otra sección de la iglesia y Stellan logra bendecirlo porque ya hizo efecto su verdadera creencia en Dios y lo cura.
FIN
Cualquiera esta película. Más trillada que vaticinio pecaminoso de Lilita Carrió.
Me da lástima por Stellan, que venía pegando roles copados. Una buena película de él para recomendarles es “Kiss, kiss (bang, bang)” con Chris Penn. Peliculón.
No pierda el tiempo viendo esta guachada ridícula.
Le pongo 3 Juanpablos.
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