lunes, 13 de agosto de 2012

Lockout (2012)




Con: Guy Pearce, Maggie Grace, Vincent Regan, Joseph Gilgun, Lennie James, Peter Stormare y Tim Plester

Dirección: James Mather y Stephen St. Leger


Resulta que una mañana, Guy Pearce se levantó con el pie izquierdo y, presa de un momento místico sin igual se dijo, mirándose al espejo: “Basta. Estoy podrido de esta carrera seria y selectiva que me construí hasta el día de hoy, de ahora en más voy a empezar a colaborar solo en películas súper pelotudas”, para luego redoblar la apuesta, señalarse con coraje y espetar, embravecido: “Hasta no terminar como Val Kilmer, no paro”. Y se fue a los estudios de Hollywood y comenzó a golpear puertas pidiendo desesperado que le den un protagónico en una película mala sin conseguirlo, los primeros peces gordos con los que se entrevistó notaron que al tipo se le había salido un tornillo y le dijeron que vaya, que si salía algo le avisaban. Pero vio cómo son en el país del norte… dos de cada tres son garcas inescrupulosos, así que de inmediato encontró la horma de su zapato y le construyeron de inmediato esta pelotudez inexplicable y aquí estamos, acostados en la cama viendo como Guy Pearce se escopetea las pelotas en vivo y en directo, así que aquí va:

En esta pelotudísima ocasión, Guy Pearce es un temerario ¿policía? que vive en un futuro lejano y que es un gran oficial, todo musculoso y muy expeditivo a la hora de encontrar corruptos y cosas de esas, pero, ¡oh, macana!, quedó pegado sin querer en un confuso episodio donde murió su jefe, así que está siendo interrogado por un muy de vuelta Peter Stormare que le pregunta cosas que Guy no le quiere responder sobre una valija extraviada y se hace el lindo mientras un extra musculoso le da fortísimas trompadas en la cara que hacen que Guy desaparezca del primer plano que le están haciendo para volver de inmediato a recuperarse con una sonrisa, como si aquellas trompadas letales que está recibiendo no le hicieran ni cosquillas.

Así es que Stormare sigue indagando a Pearce, Pearce continúa siendo destrozado a trompadas por el extra y aparece en escena el negro bueno, protagonizado por un Lennie James que siempre hace de lo mismo. Y Pearce no bate la posta y Stormare lo encana y la película gira y muestra como la hippie hija del presidente de los Estados Unidos, que es doctora, decide viajar al espacio para corroborar que en la temible, la despiadada y la más inviolable prisión espacial donde se encuentran criogenizados los más sádicos violadores que usted imagine, no estén comportándose de manera ilegal con los presos y los estén tratando bien. Y ahí yo le iba a decir un par de cosas a la rubita que hace de hija del presidente, y si el director se quiere acercar a escuchar, también está invitado: 

Primero: si los tipos están criogenizados no hay manera de tratarlos mal ni necesidad de corroborar que se estén respetando los derechos humanos, porque están criogenizados y para tratarlos mal habría que decriogenizarlos previamente...
Segundo: Si la cárcel espacial está en el espacio porque los presidiarios que la habitan son tan peligrosos que es mejor tenerlos orbitando el planeta a que estén en tierra firme, no es muy recomendable que vaya la mismísima joven y bastante ponible hija del presidente de los Estados Unidos a hacer ningún hippie relevo de nada, lo mejor en estos casos es mandar a alguien menos secuestrable a cambio de futuros extorsivos pedidos de libertad.
Tercero: Habiendo tantísimos presos criogenizados no había ninguna necesidad de justo despertar para el interrogatorio al peor de todos.
Cuarto: Dedíquense a otra cosa, porque hacen iracundizar al televidente.

Así es entonces que Rubita hace despertar Hydell, un descerebrado irlandés violador lleno de tatuajes y más malo que Lilita Carrió luego de las últimas elecciones que, esposado y encadenado por todos lados, se las ingenia para desencadenarse, desesposarse, tomar el arma que portaba el único guardaespaldas enviado para proteger a la hija del Presidente de EEUU (debería haber tenido un séquito de guardaespaldas, no solo uno, ¿no?) consiguiendo soltarse, anular al guardaespaldas, pegarle un tiro en la pierna a Rubita y armar flor de bardo, meta hablar torcido dialecto irlandés y poner cara de loco.

Entonces EEUU advierte el quilombo y no hay nadie en el mundo que pueda recuperar a la joven y voluptuosa hija hippie del Presidente de EEUU que no sea Guy Pearce, por lo que deciden soltarlo y enviarlo a rescatarla. Y Pearce debe enfrentarse con el dilema de quedarse 30 años en prisión por un crimen que no cometió o acceder a tomar el trabajo y conseguir así que le expíen sus infundados pecados.

Y así empieza esta estupidísima película, completamente rociada de lugares comunes de todas las películas de Schwarzenegger, Willis, Stallone, Statham y ese tipo de bravucones, obligando a Pearce a hacerse el canchero cuando no solo no le queda bien sino que, para peor, lo hacen quedar como flor de pelotudo, construyendo un personaje y una película tan pero tan idiota que solo puede entretener a adolescentes de 15 años que tengan ganas de pasar un olvidable rato en una tarde de sábado en que no pudieron ir al shoping.

Lo único que puedo rescatar, solo como actuación “regular más”, es el rol de Joseph Gilgun, que hace del irlandés violador. Zafa, pero toma composiciones ya hechas, mezcla de Brad Pitt en 12 monos con Brad Pitt en Snatch, así que es muy repudiable, pero al menos le sale entretenido.

Lo demás es para pegarse un tiro en las bolas.

No pierda el tiempo, Memento, The Road y Animal Kingdom no merecen esta película de mierda.

1 comentario:

Daniela Campos dijo...

Me han recomendado mucho esta película, se me hace muy entretenida llena de acción, la historia es original, cuando vi el tráiler de Lock Out quedé impresionada por los efectos especiales que tiene y los personajes bien interpretados por grandes actores.