lunes, 9 de septiembre de 2013

Parker (2012)





Con: Jason Statham, Jennifer Lopez, Michael Chiklis, Wendell Pierce, Clifton Collins Jr., Bobby Cannavale, Carlos Carrasco, Emma Booth, Micah A. Hauptman y Nick Nolte

Dirección: Taylor Hackford


Resulta que a pesar de que hasta su propia abuela ya le debe haber mencionado que debería dejar de hacer tantas películas de persecuciones, de destreza física o de robos sorprendentes para no quemar su carrera tan pero tan rápido seguramente recordándole que puede realizar otro tipo de films haciendo hincapié en su honrosa actuación en Revolver, Jason Statham la desoye y se pone en la piel del mítico “PARKER”, un implacable y certero ladrón de bancos, empresas de seguro y ese tipo de nosocomios donde nunca habrá perjudicados pobres, a quien su suegro, compuesto en quince minutos por Nick Nolte, le ofrece un nuevo trabajo: Le llegó la data de que el parque de diversiones de la ciudad recauda dos millones de dólares por fin de semana. Y disfrutando de una dorada barbacoa regada con esas estúpidas botellitas de cerveza que se pasan la vida tomando, le muestra los planos, las formas de escape y le advierte que deberá trabajar junto con Gordo Eufórico (y muy mal actor), Chicano Cool, Negro Incompetente y Flaquito Miedoso.

Statham se ofende. Nolte sabe muy bien que él trabaja solo, o que, a lo sumo, sus acompañantes son elegidos por él mismo (como en las últimas setecientas mil películas de este género) y que no lo hará. Pero Nolte le dice que no les queda otra, que precisamente fue Gordo Eufórico (y muy mal actor) quien pegó la info para el choreo y que no se lo podrán sacar de encima, pero que se quede tranquilo, que son tipos muy capaces y muy serios.

Esto enoja muchísimo a Statham, aunque se ve que no del todo, ya que acepta tomar el trabajo (qué bueno, porque de lo contrario el film hubiese terminado en la segunda escena antes de que pasaran los diez primeros minutos de película…) y se encomiendan a robar el parque de diversiones.

El golpe es fácil: Statham, vestido de cura y con peluca cana, deberá pasearse por el parque de diversiones con un maletín (se ve que es común en EEUU ver un cura súper saludable y musculoso paseándose con cara de loco por adentro de un parque de diversiones portando un maletín de cuero… Acá en Argentina no recuerdo nunca haber visto un cura con esa descripción en un lugar así, y si lo hubiese visto me hubiese llamado poderosamente la atención. Incluso seguro llamaba a la policía), mientras que Gordo Eufórico (y muy mal actor) y Chicano Cool, ataviados de ridículos payasos (esto es más lógico) se acercarán a las oficinas contables del parque y, una vez debajo del piso (ya que las oficinas son unos containers sobreelevados) soltarán unos racimos de globos verdes avisando que todo está listo. Los verdes globos, al remontar el cielo, les darán el OK al reverendo Statham y a Flaquito Miedoso para que el uno entre a la oficina contable pidiendo que le permitan dejar el maletín y el otro prenda fuego unos pastizales detrás del escenario central para que llamen a los bomberos y pueda ingresar al predio Negro Incompetente, quien, vestido de bombero, espera órdenes estacionado fuera del lugar.

Y todo sale a la perfección. El reverendo Statham ingresa a las oficinas dándole una piña al agente de seguridad que lo atendió con una sonrisa por su condición de eclesiástico, los payasos cargan los bolsos con la guitarra y el bombero logra entrar y estacionar de culata y con la confusión por el incendio rajan del lugar sin ser advertidos.

Pero en el camino comienzan las discusiones, porque el incendio se propagó más de la cuenta y hubo heridos, y si hay algo en este mundo que altera los nervios de Statham es que un inocente sufra perjuicio alguno en los robos que él comete (se hubiese puesto una farmacia si tanto le preocupan ese tipo de daños colaterales, pero bueno). Y discusión va, discusión viene, Gordo Eufórico (y muy mal actor) le adelanta a Statham que no repartirán la tarasca porque la necesitan para el siguiente golpe, donde cada uno se levantará con 2 o 3 millones de dólares para no volver a trabajar nunca más (¡si nunca trabajaron!).

Satham se enoja, no hay nada en este mundo que altere más sus nervios que sus socios le cambien las reglas del juego y que no cumplan con su palabra, que es de honor. Gordo Eufórico (y muy mal actor) también se enoja. Miradas tensas. Incomodidad. Codazos. Tiros de pistola. Tiros de escopeta. Vuela la oreja de Negro Incompetente. Volantazo. Gritos. Piñas. Statham ve que lo boletearán. Huye de un salto -aun no entiendo cómo lo hizo-, rompiendo el cristal del lado trasero de la camioneta doble cabina donde están peleando apretados mientras Negro Incompetente conduce en zigzag y sin una oreja. Statham logra escapar.

Tumbas carnero. Raspones. Dolor intransferible.

Pero la camioneta se detiene. No lo dejarán salirse con la suya (¿Cuál? ¡Si se están yendo con la mosca!) Gordo Eufórico (y muy mal actor) ordena a Flaco Miedoso que se baje del auto y mate a Statham. Miedoso no quiere hacerlo. Eufórico lo obliga aún más (…). Miedoso se acerca hasta Statham y lo pone de un tiro, pero sin mirar, como que le da impresión. Statham rueda por la banquina y cae en un arroyo. Sus ex socios se van del lugar.

¿Le habrán matado?

No lo creo, de ser así la película terminaría y aún no llegamos a la media hora.

De pronto, pasa un granjero bueno con su buena mujer y sus buenos y trabajadores hijos. La mujer, que va paveando y mirando el arroyito exclama “¡Oh, detente, querido. Hay un pelado derramado en el arroyo!”, a lo que granjero detiene la marcha de su vieja F100 atestada de pollos y rescatan a Statham, lo llevan a su casa estilo familia Ingalls y lo curan con una extraña técnica menonita que consiste en introducirle docenas de marlos por el orto durante 30 días (No, mentira, lo llevan a un hospital, del que escapa y continúa con sus curaciones en una ambulancia robada por él mismo en su fuga y que más luego estaciona en medio de un verde campo donde no podrá ser visto por semanas).

Una vez curado, se encomienda a recuperar su botín, porque si hay algo en este mundo que altera los nervios de Statham es haber hecho un trabajo con unos socios con los que no quería asociarse y que éstos encima escapen con su parte del botín. Así que se hace documentos nuevos, en un santiamén, se consigue ropa copada, se compra un descapotable súper cool, se calza un sombrero de texano y viaja a Palm Beach, donde sus ex socios alquilaron una casa con el dinero del golpe al parque para esperar el momento justo y dar así el nuevo batacazo (que es robar unas joyas de una Mirtha Legrand de esa zona). Así que llega a la paradisíaca localidad y se entrevista con Jennifer López, que compone con gran torpeza a una agente inmobiliaria a la que una reciente separación marital la depositó sin escalas en la casa de su madre, compuesta de manera muy irrespetuosa a lo “Magda”, de “There’s something about Mary” y realmente da vergüenza ajena.

Y de ahí en más la película da un inesperado giro y pasa de mediocre film de acción y robo a picaresca comedia de enredos entre un remedo de texano y una latina que todo el mundo ama -menos yo y un par más que pensamos que esta tipa no es ni linda ni tiene talento alguno-. Y créame que no va a querer que le cuente las disparatadas ocurrencias de la segunda parte de la película, pero imagínelas. Imagine cómo hizo el director para mostrar a López en bikini (bueno, yo le cuento, en un momento, Statham cree que ella tiene un micrófono, así que la obliga a desvestirse...). Imagine cómo hace ella para entorpecer el ansiado encuentro entre ladrones una vez adquirido el segundo botín (igual que en las últimas veinte dos mil películas sobre mujeres que meten la pata en el último minuto de un atraco pensado por años), imagine como Statham mata a todos y se queda con toda la plata y es feliz, y cómo le da su frondosa parte tanto a los Ingalls, que se construyen un nuevo granero donde poder cajonear más pollos, como a López, a quien no podrá desposar ya que su corazón tiene dueña: la hija de Nick Nolte.

¿Podrá Statham superar esta boludez que acaba de filmar sin importarle un carajo ya de nada?

Seguramente.

Hace como 5 películas que viene escopeteándose las pelotas sin tino.

Ponerle 1 Juanpablo sería faltarle el respeto a usted y al punto, así que no le pongo nada.
 


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