lunes, 11 de noviembre de 2013

"Faces in the Crowd" (2011)






Con: Milla Jovovich, Julian McMahon, Sarah Wayne Callies, Valentina Vargas y un montonazo de actores que colaboran de la manera más mediocre en dos o tres escenas.

Dirección: Julien Magnat


Resulta que Milla Jovovich, harta de colaborar en films interesantes, se pone en la piel de la bella "Anna Marchant", una cuarentona sexy con un novio por demás de neutro y pelotudo y unas amigas con las que sale los viernes a las que se les nota a varios kilómetros que están actuando sus roles de súper amigas de toda la vida y entonces salen a bailar y ponen puntaje a los culos de los hombres que se pasean por las discos que visitan y sus vidas son por demás de inocuas y sus cuentas bancarias poseen exactamente lo que necesitan para ser felices y nada en este mundo podrá torcer sus destinos de seres maduros jóvenes que no suman ni restan en una sociedad ávida de gente productiva cuando una noche, al despedirse de sus amigas de fantasía, decide volver a su casa caminando en lugar de tomarse un taxi y en el camino, al pasar por un muelle bastante intimidante (yo me hubiese tomado un taxi) ve por el rabillo del ojo a una fogosa pareja que está a punto de montarse en un práctico polvo callejero.

Milla, al principio, se sorprende con indignación, pero luego como que les da el visto bueno, haciendo cara de “Ay, los jóvenes de hoy… Qué pícaros” o algo así, cuando de pronto, la valiente jovencita que aceptó enfiestarse en la vía pública es degollada por su amante. Y Milla escucha el sablazo, porque en las películas, cuando un asesino corta el cuello de una víctima, se escucha un frío y despiadado “¡¡Schwiiiiin!!”, como si el cuello de la asesinada fuese de acero toledano, o de bronce almirantazgo en lugar de ser de carne, piel, tráquea y esófago, nunca entenderé porque los cuellos hacen ese ruido en los films.

Y Milla se queda petrificada y hace un ruido que desconcentra al asesino, quien de inmediato enfoca hacia donde la Sra. Jovovich está petrificada, por lo que larga a su asesinada y corre en busca de la mirona que vio todo y la alcanza.

Forcejeos muy mal actuados. Caras de espanto aún más patéticas. Intentos de cercenar el cuello de Milla quien antepone las palmas de sus manos y entonces la navaja se las corta. Peligrosa pose inclinada hacia atrás que advierte una inminente caída al agua, estando parada al borde de un puente. Caída al agua. Terrible golpazo en la nuca. Pérdida de conocimiento.

Días más tarde, en el hospital, Milla despierta y ve con horror los rostros de sus dos amigas de toda la vida que no convencen a nadie con su actuación y la de su neutro y boludísimo novio, quienes se alegran por verla despertar, pero Milla no los reconoce, no sabe quiénes son y huye de la habitación presa de un severo ataque de pánico -porque aparentemente al caer y golpear su cabeza se lesionó una parte importante del bocho que ahora le impide reconocer amigas que actúan mal sus roles o novios neutros e insípidos-. Y el mal que tiene es tan depravado que para colmo le cambia esos rostros continuamente, así que ella ve novios neutros distintos cada 15 minutos y amigas mal actuadas diversas cada 20, aproximadamente.

Así que está desesperada, la pobre. No da pie con bola. Todas las noches su novio se la empoma, pero ella ve tipos diferentes hamacándose encima de ella y esto la perturba, pero su amiga más descocada le dice que debería alegrarse ya que aparentemente estaría buenísimo que eso le sucediera a ella.

Y así entonces va la pobre Milla, confundida por la vida viendo todo el tiempo amigos a los que le cambia el rostro y novios que no se parecen al de hace unos minutos y decide ir a ver a la más mala actriz que haya actuado en una película en los últimos 7 meses que compone con espanto a una psicóloga de casos como el de Milla que intentará con desparpajo curar su confusa enfermedad y entonces Milla comienza a utilizar las herramientas que la psicóloga le aconseja y se compra una libretita donde dibujará las corbatas que utilizare su novio (créame, no lo estoy jodiendo) para entonces poder reconocerlo en un boliche, porque su flagelo es tan devastador que quizás entra con el novio a un night club y este le dice “quédate aquí, amor, voy por un par de chichas” y al regresar acredita otro rostro, entonces ella dibuja las corbatas que su amado se pone para poder diferenciarlo entre todos los muchachos de corbata que hay en la noche neoyorquina, pero esto dura menos que un pedo en la mano, porque de inmediato aparece un extra con la misma corbata que su novio y ella lo confunde y besa mientras su novio contempla el patético espectáculo con las birritas en la mano y huye ofendido. Despavorido.

Tristesa. Indignación. Despavoridez. Impotencia. Porroncitos que se calientan y nadie toma.

Entonces al otro día Milla vuelve a la Central de policía donde el inspector "Barba Candado" intenta hallar sin criterio alguno al asesino llorón (que así es denominado por la fuerza policial, ya que el tipo llora encima de sus víctimas y deja sus lágrimas que luego son estudiadas para intentar dar con su ADN, aunque nunca queda claro cómo hicieron para darse cuenta que las víctimas estaban todas "lloradas" por el asesino, pero bueno, póngale onda usted también) y Milla se da cuenta de que a ése policía nunca  le cambia el rostro y se pone muy contenta y llora de emoción y se enamora del policía y se van a una casa quinta que el tipo tiene a las afueras de no sé dónde y hacen el amor y entonces a la mañana el policía, festejando que se clavó a Milla Jovovich va y se afeita su barba candado y ella lo desconoce y ésta película es un bodrio fenomenal que nunca en mi vida creí que vería.

Y el film termina con Milla en el puente, acechada por el malo, que es el otro policía y que uno sabe esto desde el comienzo de esta pelotudez mientras el policía bueno afeitado la busca con desesperación y cuando finalmente los tres se ven las caras ella no logra advertir cuál es el bueno y cuál el malo y el malo le da una piña al bueno que hace sangrar su nariz y le deja toda la trompa llena de sangre como si tuviese una barba candado de sangre (créame) y entonces ella vuelve a reconocerlo y dispara al malo, quien antes de morir dispara al bueno y lo mata y entonces Milla corre a socorrerlo, aunque no tan rápido como la bala que se incrustó en su pecho y comienza a llover y el bueno se ríe con tristeza y le dice que va a estar bien y que encontrará un amor a quien amar y ella llora y la lluvia se hace más tupida lavando la pera ensangrentada de su amor quien comienza nuevamente a cambiar su rostro por otros porque ya no tiene aquella barba candado de pelo o de sangre que tanto lo distinguía del resto de los mortales.

Así que ya lo sabe, si tiene muchas ganas de ver este ocaso desastroso en la carrera de Milla Jovovich, no sé qué está esperando que sigue leyendo estas líneas. Vaya ahora mismo a alquilarse una copia.

De lo contrario déjela donde está y recuerde a Milla como ella lo merece.

2 comentarios:

Fcadavid1 dijo...

Ni había escuchado sobre esta película, pero con esta critica créeme que no la veré jajaja

Gilmour, Juan Carlos dijo...

Jejeje, genial!