Con: Shawn Ashmore, Brianna Barnes, la bella Ashley Bell -que de bella no tiene nada así que deben dejar de darle roles de bella en las películas-, Michael Eklund, Dominic Monaghan, Shannyn Sossamon, Robert Baldwin, Cory Hardrict y gran elenco
Dirección: Douglas Aarniokoski
Resulta que en un
páramo inexacto enclavado en el omitido país de no sé dónde y en pleno año no
sabemos cuál pero en un futuro cercano o lejano (nunca queda claro esto), unos jóvenes muy mugrientos y agotados
vienen mal actuando y caminando con extremada cautela las confusas tierras que
habitan en busca de algún rancho donde poder parar a descansar de una vez ya
que, aparentemente, hace muchísimo que vienen caminando y uno de ellos –el afro del grupo- está con una tos
convulsa que lo convulsiona con gran convulsión y no lo deja desconvulsionarse
meta toser y toser al punto en que uno teme por su pronto deceso.
Y todos están muy
enojados y no se dan tronco de bola, solo se miran con suspenso hasta que,
como diez minutos más tarde y en el momento preciso en que uno ya suponía que
la película mostraría sólo a este grupo de jóvenes maduros caminando entre
pastizales sin ton ni son, finalmente aparece a lo lejos una casa abandonada donde podrán
guarecerse y entonces aceleran el paso, no sin ajustar aún mucho más sus ojos
desconfiados apuntados a los pastizales que rodean el camino como si ocultos en
ellos estuviese ése peligroso enemigo que los acecha.
Así que acceden al
rancho con desmedida cautela dejando a la bella Nell (que de bella, otra vez, no tiene nada) en la puerta, quien
aprovecha y se fuma una chalita que tiene guardada en el pelo a la que ya no le
quedan más de seis o siete milímetros de largo.
Y el líder del
grupo -otrora colaborador de films como Lord of the Rings o X-Men y ahora necesitado de pagar la luz- ingresa, muy despacio, con gran temor, intransferible cautela e híper dimensionada atención y se dispone
a revisar cada ambiente de la casa mientras la bella
Nell se fuma la chalita y los demás jóvenes esperan fuera a que su líder dé la
señal de “ok”. Pero ésta se demora montones de minutos, al punto en que uno
empieza a suponer que la película sólo mostrará cómo se releva una propiedad
abandonada, y cuando ya empezaba a cabecear con angustia, finalmente nuestro
líder da dos golpes al piso con la culata de su bayoneta (o escopeta) dando a
entender a sus seguidores que “está todo bien” (¡Genial! ¡Podremos entrar al rancho y seguir con esta historia que
empezó hace como media hora y aún no sabemos de qué va ni qué los acecha ni por
qué están todos sucios ni por qué temen por sus vidas ni cuál es el motivo de
que no haya otros seres vivos que no sean aquellos que, en teoría, los
acechan!).
Entonces el grupo
se dispone a ingresar y asistir al joven de color, quien está inmerso en aquella
cruenta tos convulsa, por lo que lo ayudan a recostarse en un sillón y lo tapan
con una raída, meada por las ratas y espantosa frazada que encuentran en el lugar mientras Líder y su
mano derecha comienzan a hacer un nuevo estudio, aún más minucioso, del rancho
y las provisiones que pudiesen haber en el lugar mientras ordenan al resto de
la troup que contabilicen su stock de municiones y comida personales, esto
también demora el inalcanzable nudo de la historia y seguimos con la requisa de la
propiedad mientras la bella Nell pasa con extremada parsimonia un limpia tubo
por el caño de su escopeta recortada, la otra joven -que es bella de verdad- cuenta cuántas latitas de atún le quedan (solo
una, no hace falta contar demasiado. Es más, bien podrían no haber hecho ningún
raconto, porque cuando a uno, luego de una feroz caminata le queda una latita
de alimento ya lo sabe desde el preciso momento en que utilizó la penúltima
latita. Bien podría haberle dicho a su líder cuando le dio la orden de contar
las provisiones personales “no hace falta, Jim, solo me queda esta latita. La
otra la comimos en nuestra parada anterior, ¿recuerdas?” y no estar otros valiosos minutos
revisando sus bolsillos ante la mirada ya irascible del espectador, quien
necesita de manera imperiosa que la historia avance de una puta vez surcando
con peligrosidad extrema los cuarenta y pico de minutos de un film que no
quiere saltar a la siguiente situación ya de manera caprichosa).
Entonces el líder
manda a ambas mujeres a requisar el bosque (si
no me cree ya sabe lo que tiene que hacer, va, se alquila una copia y la mira
con atención) y mientras las jóvenes revisan cada yuyo alto que rodea el
rancho, los varones encuentran un sótano donde ¡hay latas de comida! Líder,
Mano Derecha y Negro celebran y se abrazan, finalmente podrán comer algo, pero
cuando Líder toma una lata, ésta está agarrada a una cadenita que activa una
alarma insoportable que se escucha como a tres kilómetros a la redonda y que no parará (se lo juro) por los próximos diez
minutos de film mientras las jóvenes vuelven corriendo del prado requisado a medias e intentan
rescatar a los varones, quienes quedaron atrapados en el traicionero sótano como si
fuesen ratas en una trampera. Y nadie puede desactivar la chicharra, así que
voy a mirar las escenas siguientes adelantando en modo 2x para no tener que soportar
más ese pitido y sobre todo para poder ver qué es lo que ocurre en esta
historia hija de la chingada de la que ya pasaron cincuenta minutos y aún no
sabemos qué ocurrió, qué ocurré y qué ocurrirá. O si ocurrirá algo, al menos,
cuando al fin aparecen “los malos” (¡¡Bien!!), atraídos por el insoportable ruido.
Los malos visten
bien, generalmente de negro y tienen un aparente apetito humano (digo aparente porque jamás se comen a uno,
solo amenazan con hacerlo), y son muy poderosos, muy forzudos y pueden
tomar a un humano por la cintura y revolearlo por ahí como si fuese una ramita
seca, pero nuestros protagonistas están muy entrenados y saben pelear con
ellos, así que se escabullen e intentan no quedar a su alcance mientras la
bella Nell se traba en feroz pelea con cualquiera de estos extraños y nos
muestra claramente que, o es muy mandada y fortachona, o es uno de ellos.
Esto es advertido
por la verdadera bella de la película, quien ni bien terminan de eliminar a
“los malos” la señala y deschava delante de todos. Así que Mano Derecha la ata
a una silla, le corta un pedazo de pierna, se lo da a comer y luego la amasija
a trompadas y le da la cara contra el piso como si quisiera hacer puré con
aquella joven tan mal actriz, pero la bella Nell no sufre lastimaduras
demostrando, aun con más pruebas, de que ES una de ellos. Así que harta de la tremebunda
golpiza les aclara a los gritos que sí, que efectivamente es
una de ellos, pero que es buena y no deben temerle, porque en realidad quiere venganza porque los
malos mataron a toda su familia así que ella sabe que es mala, pero es mala
hasta ahí. Nunca se le ocurriría comerse un humano, solo pretende utilizar sus
poderes de mala para así poder luchar de igual a igual con aquellos que
destrozaron su futuro. Y esto es visto con agrado por sus compañeros e incluso
por mí, ya que finalmente podré acceder al siguiente nivel no sin sentir un
poco de preocupación por el tiempo invertido y suponiendo entonces una historia
que durará tres o cuatro horas, pero no, quédese tranquilo. Lo que sigue es una última pelea feroz con los malos que intentan ingresar al rancho y lo consiguen, matando a todos menos
a la bella Nell, a la que suponen del palo y por eso están a su lado con la
guardia baja, por lo que Nell aprovecha y los elimina uno por uno y se va caminando
por el abandonado camino por el que vino mientras la hija adolescente del líder
de los malos la corre para acompañarle en su próximo periplo mientras Nell saca
un pequeño cuchillito muy chiquitito que sobresale muy poquito de su puño como si fuese la cabeza de una tortuga bebé y le da un sablazo a la adolescente que le arranca la
cabeza (¡what a fuck?!) y la película termina (...).
Así que no sé qué es esto
ni por qué fue hecho, pero se lo advierto. No vaya a cometer el improperio de
alquilarlo.
Le pongo 1 Juanpablo y lo dejo con la
inquietud.
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