Con: Jim Carrey, Jeff Daniels, Kathleen Turner
(dios mío) y elenco
Dirección: Bobby y Peter Farrelly
Qué manía que tiene Hollywood de buscar
exprimir historias sin reparo alguno en el cuidado de la historia misma, de los
actores, de lo que pudiese haber logrado en el público en su momento... Es
increíble cómo se cagan sobre los laureles en lugar de colgarlos y respetarlos
y contemplarlos con un vaso de whisky en mano y un perro dálmata sentado al
lado para poder acariciarle la cabecita con gesto de añoranza.
Y lo de Carrey y Daniels no tiene explicación. ¿Cuánta
plata les habrán puesto para colaborar en esta falta de criterio absoluta? “Por
la plata baila el mono”, dice un dicho y cuán cierto es…
En fin, alquilé Dumb and Dumber To
sabiendo de antemano que no estaría a la altura de las circunstancias pero
jamás imaginé que sería para tanto. Nada de lo que ocurre en el film consiguió
ni por asomo que esbozara una mueca de minisonrisa, por el contrario, mi
expresión de desánimo me abrazó con pasión al punto que ni siquiera pude
terminar de verla.
Eso sí, seguro que Carrey y Daniels se
compraron dos lindos yates de 70 metros para organizar fiestas con chicas en
bikinis dorados.
Incalificable.
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