Con: Jeff Bridges, Rachel McAdams, Paul Rudd,
Marion Cotillard, James Franco, Benicio Del Toro, Ricky Gervais, Paul Giamatti,
Riley Osborne, Albert Brooks, Mackenzie Foy, Jeffy Branion y elenco
Dirección: Mark Osborne
Bien. Lástima que aprovechan a hacerla seis
minutos después de que expiraran los derechos de autor de Antoine de
Saint-Exupéry, tema novelesco aparte ya que el autor no tuvo hijos ni dejó
testamento por lo que la obra pasó a manos de su mujer, Consuelo, quien a su
muerte dejara los derechos de autor a su secretario personal, quien de chico
jamás, ni en el más tísico pedo con alcohol de quemar hubiese imaginado que de
grande recibiría tamaña buena fortuna completamente de arriba y sin mérito
alguno aunque no bien colgádose el título de “propietario” de la historia
aparecieran por doquier sobrinos del aviador y vivieran en una lucha despiadada
sacándose los ojos en tribunales franceses, la realidad es que los inteligentes
parientes lograron inscribir como marcas registradas a cada uno de los
personajes de la historia e incluso a la forma de dibujarlos, y esto no solo no
expiró sino que, además, está vigente por lo que recibirán –finalmente quienes
lo merecen: sus familiares- una torta de plata por este film.
Dicho esto y aclarando el panorama ya que en
nuestros lares un pseudo cómico sin talento alguno que vive muy cómodo por
haber ideado a un detestable gato extremadamente parecido a Garfield pero sin
onda se aferró a El Principito ni bien expiraron los derechos y sacó un libro
del gato imbécil disfrazado de El Principito para seguir cobrando y viviendo la
gran vida a costillas de robar ideas ajenas, vamos de lleno a la crítica
propiamente dicha:
Buena película que acerca a nuestros niños de
hoy una historia que a todos nos caló hondo en la infancia y que hoy hubiese
quedado fuera de tono de contarla tal cual es. Bridges no podría haber sido
mejor y cada uno de los participantes fue elegido con la exactitud de un
relojero suizo. Rudd como Mr Prince, McAdams como la madre estructurada hasta
la pelotudez más plena, Cotilliard como la Rosa, Franco el zorro, Del Toro la
serpiente y Gervais el vanidoso; Osborne nos regala un buen film muy bien
presentado que se puede ver varias veces sin que a uno le agarren ganas de
revolear el televisor por la ventana.
Pero quizás lo que se destaca de The
Little Prince es el contraste entre la historia verdadera y la acoplada
para aggiornarla. Animación del presente contra animación en cartapesta (hecha
por computadora, pero muy bien lograda). Esto es lo que puedo destacar del film
como admirable, y mis hijas (las tres:3, 14 y 17) la pasaron fenómeno, así que
no lo dude y véala, que no es una falta de respeto como erróneamente imaginó.
Le pongo 7 Juanpablos.
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