viernes, 19 de febrero de 2016

The SpongeBob SquarePants Movie (2004)







Con: Tom Kenny, Clancy Brown, Rodger Bumpass, Bill Fagerbakke, Mr. Lawrence, Jill Talley, Carolyn Lawrence, Jeffrey Tambor, Scarlett Johansson, Alec Baldwin y el gran David Hasselhoff como David Hasselhoff


Dirección: Stephen Hillenburg y Mark Osborne


Hace mucho tiempo que quiero recomendarles que vean la primera película de Bob Esponja, y tantas cosas siempre están primero o son más importantes que nunca consigo publicarla y hoy, con esta lluvia despiadada, sería una falta de respeto no hacerlo, qué digo una falta de respeto, una injusticia, una canallada.

En primer lugar, hacia Hillenburg, quien lo merece al haber creado a este insuperable tarado amarillo y a sus compañeros que tanto se parecen a nosotros con sus alegrías y miserias cotidianas. Y en segundo lugar porque, a pesar de que han pasado doce años de su estreno sigo matándome de la risa cuando la vuelvo a ver con mis hijas. Porque no tiene desperdicio, porque es un film IDIOTA con todas las letras y a la vez terriblemente inteligente, y porque nos describe de cuerpo entero tal cual somos, con un Bob Esponja inocente hasta la boludez más plena que se relame y se siente realizado en la vida dándose aires en la soledad de su casa y solo frente a su insulsa mascota de ser el empleado del mes desde que se inauguró la hamburguesería donde lo esclavizan por dos mangos con cincuenta. Con un Don Cangrejo a quien lo único que le interesa y lo único que mueve su mundo es el estúpido dinero aunque así por conseguirlo debiera cortarse una extremidad del cuerpo. Con un Calamardo magnífico al que nada de nada lo conmueve y quien sólo se rige por las leyes sindicales y a quien lo único que realmente lo saca de su letargo rutinario es que pudiese existir la posibilidad de que a Don Cangrejo le pase algo y entonces no pueda cobrar el sueldo mientras amenaza con que a él nadie lo engaña porque escucha la radio pública. Con Patricio, quien consigue superar con creces a cualquier otro personaje estúpido que haya existido en la historia con sus actitudes inaplicables y sus imbéciles y tercas maneras de enfrentar cualquier contratiempo y Plankton, personaje aparte que consigue hacerme matar de risa con su insignificante tamaño inversamente proporcional a su monumental maldad y su despiadada necesidad de dominar el mundo y robarse de una vez por todas la fórmula secreta de la cangreburguer para así ser rico y exitoso de una vez por todas y poder contemplar al fin a Don Cangrejo en la ruina desde la vereda de enfrente.

Con una trama por demás de imbécil que comienza con la escena de los piratas –la cual no puedo parar de admirar- para dar paso al mágico momento en que Don Cangrejo finalmente hará gerente a Bob Esponja en la nueva sucursal de hamburguesas y Bob está tan pero tan convencido de que ganará el puesto por su condición de “empleado del mes crónico” que cuando Don Cangrejo anuncia a Calamardo, él grita de alegría festejando su "triunfo" en la platea hasta llegar incluso a darle la mano a Calamardo y decirle, irónico "más suerte la próxima vez, amigo", son las dos escenas iniciales que darán paso a lo que sigue, en donde Bob y Patricio deberán recuperar la corona del rey Neptuno y para ello tendrán que atravesar los más inhóspitos agujeros oceánicos plagados de las más viles alimañas acuáticas siendo lo que son: dos preadolescentes súper idiotas con una inocencia insospechable.

Y a todo eso que le cuento, agréguele que sobre el final aparece David Hasselhoff componiendo el papel de su carrera echando por tierra y haciendo que olvidemos para siempre sus torpes actuaciones en todo lo que ha hecho e incluso perdonándole que en los 90 se haya puesto a cantar pelotudeces con camperitas de cuero y caritas sexys.



Gran aporte de Hasselhoff. Irreemplazable aporte de Hasselhoff. Inevitable e indiscutible aporte de Hasselhoff que, si la película hasta el momento de su aparición era buenísima, de ahí en más raya la supremacía intergaláctica.

Así que es imposible perderse Bob Esponja. Hay que verla. Hay que verla con los hijos, o solo. Es lo mismo. Habiendo tantas huevadas estrenadas para chicos que no dejan nada en el corazón, Bob Esponja es una lección de vida para los más chiquitos y un certero cachetazo en la jeta para los más grandes.

Hillenburg logra refregarnos en la cara qué somos y cómo nos comportamos en la vida con unos tontos dibujitos de esponjas, estrellas de mar y calamares marinos mientras se fuma una chala y está todo bien.

Así que le pongo miles de Juanpablos y lo insto a que la vea. No cometa el error de perderse esta película con sus hijos.


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