lunes, 7 de noviembre de 2011

The Lincoln Lawyer (2011)




Con: Matthew McConaughey, Marisa Tomei, Ryan Phillippe, William H. Macy, Josh Lucas, John Leguizamo, Michael Peña, Bob Gunton, Frances Fisher y Laurence Mason

Dirección: Brad Furman


Matthew McConaughey es un implacable y temerario abogado defensor de delincuentes. A él no se le pasa una. Es como el Ratón Ayala, el guacho. Rápido. Vivaz. Expeditivo. Y tiene su profesión metida en las venas. Y no sabe hacer otra cosa que sacar de la cárcel a tipos que deberían estar dentro. Y una cosa más, que casi me olvido: Hace muy mal su papel de abogado. Lo sobreactúa de manera detestable.

Está separado, para variar. Y su ex no es otra que la otrora espectacular Marisa Tomei, que no sé qué le pasó pero de un día para el otro pasó de estar súper ponible a convertirse en una morocha más del montón que Patricia Bullrich. Y encima es fiscal o algo de eso, entonces se la tiene que fumar a diario. Pero se llevan bien por ser una pareja separada con un vástago en edad de atención plural, se miran con ojitos de enamorado y todo.

Y entonces él saca a uno, saca a otro, deja adentro a otro que no le paga lo que le pide y éste manda a su pandilla de motoqueros a advertirlo pero él es Matthew McConaughey, y ninguna banda de pillos motoqueros lo va a intimidar.

Y a todos lados va con un auto Lincoln más feo que la mierda manejado por un chofer negro con las mismas cualidades del auto, que encima actúa muy mal su papel.

Y un día, entre ladrones berretas y narcos pedorros, solicita su asistencia Jovencito Ricachón. Él no está acostumbrado a atender las necesidades libertarias de gente de la alta sociedad. A él le van más los narcos, los cafishos, esa mano. Pero lo atiende igual. La situación es contradictoria porque Jovencito Ricachón tiene muchísimo dinero y trabaja en la corporación de su madre, que es una de las mujeres más poderosas de la ciudad y que nunca está sola, hasta al baño va con su poderoso abogado de la empresa que posée.

Pero paradójicamente, su costosísimo abogado es flor de boludo y no puede sacar de la cárcel a Jovencito Ricachón, que parece que le pegó unas trompadas a una prostituta y ahora ésta le demandó y le encarceló.

Jovencito Ricachón se proclama inocente, con una cara de inocente que solo él y el director de la película aprobaron como copada. Entonces Matthew McConaughey comienza a intentar una coartada para liberar a Jovencito Ricachón y llama a su detective privado, que lo compone el célebre William H. Macy, con un pelo largo ridículamente parecido a la cabellera que usaba Barry Gibb en plenos setentas BeeGeeseanos, y entre ambos logran encontrar la forma de liberarlo y van a festejar a un bar donde se encuentran con Marisa Tomei, y William H. Macy decide que lo mejor es dejarlos solos. Y los deja solos. Y ellos se maman y se van a la casa de Marisa y se pegan flor de polvo y al día siguiente despiertan muy enamorados y él se pone la camisa como para irse y el director se acuerda de que estaban separados y advierte lo contradictoria que queda toda esa escena. Y no la va a tirar porque costó una ponchada de pesos y de tiempo, así que les dice que discutan.

Tanto Marisa como Matthew lo miran, perplejos, aduciendo que de dónde saldría esa discusión ya que estaban pasando un momento piola, pero el director insiste que eso no importa. Que discutan por cualquier boludez. Y entonces Marisa, que hasta el cuadro anterior estaba muy cariñosa, en el siguiente cuadro comienza a reclamarle más atención para la hija de ambos y más plata. Y discuten inconveniencias sin sentido a los gritos y Matthew decide que lo mejor es irse.

Para colmo cuando llega a la casa lo llama la policía porque mataron a Barry Gibb, su mejor amigo y su más acérrimo detective. Y encima el arma con que le mataron era justamente una que Matthew había recibido de regalo y que en lugar de encontrarse dentro de la caja de lustrada caoba sobre su escritorio en su casa ahora estaba desaparecida.

Todo mal para Matthew, tan buen abogado, tan temerario, tan expeditivo y lo acaban de agarrar de boludo como el mejor…

Y lo va a ver a Jovencito Ricachón, que viene superándose de aparición en aparición en la película actuando cada escena una peor que la otra. Y Matthew se da cuenta que Jovencito Ricachón no es otro que el asesino de su amigo, y de seguro es quien le propinó las bofetadas a la prostituta. Y para colmo no hace falta investigarlo, ya que el mismo Jovencito Ricachón en persona le confiesa los crímenes. Al igual que el crimen que hace 10 años cometió “el siempre utilizado de soldado o de preso inocente” Michael Peña, por su cara de mejicano bueno. Y Matthew se pone re mal, porque fue él quien convenció a Peña que se culpe por aquel crimen para evitar la pena de muerte. Y ahora Peña está en la cárcel de por vida y es inocente, ¡por eso lo odia tanto cada vez que lo va a visitar!

Bueno, basta porque es lo más pelotudo que vi en el mes, Jovencito Ricachón es el autor de los crímenes. El abogado de la familia es un pelotudo a cuerda que no se entiende por qué es abogado ni para qué crearon ese personaje, y Matthew les hace una manganeta y los deja re pegados a todos. Incluso a la madre del asesino, que es flor de guacha también.

Fin.


Una real cagada de guanaco descompuesto esta película de mierda.

No vaya a ser tan nabo de alquilarla.

No le pongo Juanpablos a esta película, no se los merece.

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