jueves, 10 de mayo de 2012

Hors la loi (2010)


























Con: Jamel Debbouze, Roschdy Zem, Sami Bouajila y gran elenco

Dirección: Rachid Bouchareb


La película comienza mostrando una humilde villa en el medio del desierto donde una pobre familia argelina intenta sembrar polvo sobre más polvo, o algo así, pero nuestro director deja bien claro que ni plata para granos tienen. La familia está compuesta por un laborioso y refunfuñador padre y una arruinada madre que tienen tres hijos comenzando la adolescencia.

Y viene un gendarme, transcurre el año 1912 y uno de los hijos está sobre el techo de la polvorienta y pobre casa y lo ve venir caminando de la nada misma por el horizonte y sale corriendo a avisarle al padre: “Viene un gendarme, viene un gendarme”. Y el gendarme viene y le dice que tiene que abandonar la casa, ya que no tiene los papeles que dan fe de que esas tierras le pertenecen. A lo que el padre, humillado y ofendido en su honor, le espeta, encolerizado: “En esta tierra nacieron mis ancestros, ¡mi abuelo!, ¡mi padre creció aquí!. ¡¿Qué importan unos papeles?!” A lo que el gendarme le dice que mucho, y que si no los tiene debe abandonar la casa.

Así que todos lloran, mientras la mujer le dice que prefiere morirse, manifestándole a su marido que tienen tres hijos (como si este no lo supiera, y como si nosotros necesitáramos la aclaración habiendo sido notificados previamente en varias escenas que dan fe de ello) y el padre comienza a llenar la polvorienta carreta de mugrosas y marrones pertenencias y mira a uno de sus hijos, el de lentes, y le dice que ya no podrá ir más a la escuela. A lo que el hijo se enoja y le manifiesta: “¡Soy el mejor estudiante de la clase!” y ¿la verdad? Me rompe soberanamente las pelotas cuando hacen eso, ¿para qué? ¿qué pretenden con ese vomito de información falto de cualquier sutileza? Me da mucha bronca cuando destruyen una historia de esa manera. Bronca y aburrimiento, por lo que me dormí y desperté cuando la película ya terminaba, y le dí una segunda oportunidad. Habían pasado como 40 años y los hermanos ahora eran adultos, transcurría la década del 50 y el hermano de lentes era un político de raza que bogaba por una Argelia libre mientras que su hermano, al que le falta un brazo, intentaba vivir del boxeo, preparando a una joven promesa.

Y llega el ansiado día de la pelea y el hermano de lentes va a ver a su hermano manco y le dice que cancele la pelea, que lo van a matar, pero Manco no quiere cancelar la pelea, por lo que Lentes lo toma de los hombros y le dice: “Hermano, eres mi único hermano vivo, ya que mi otro hermano murió” y ¿la verdad? La saqué, me pone del tomate cuando insisten con esa pelotudez de hablarse así, ¿quién le dice "hermano" a un hermano? ¿el director piensa que no alcanza con la patética escena inicial en donde en tres trompadas explica con lujo de detalles cosas elementales como las que explicó que me hicieron dormir de la bronca? ¿Y el manco necesita que su hermano de lentes le aclare que es el único hermano vivo que tiene? Si ya lo sabe, ¡también es su hermano!

Me da mucha pena cuando destruyen así una historia que seguro debería haber estado buena si la hubieran contado de manera un poco menos infantil.

No le pongo ningún Juanpablo. Me da lástima por Debbouze, que siempre trabajó en producciones serias.

Esta no lo es ni en pedo.

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