Con: Corri English, Marisa Petroro, Derrick O'Connor, Scot Davis, Joshua Alba y Jay
Jablonski
Dirección: Jason Todd Ipson
Resulta que Alita (Sí, se llama así la vaga),
presa de una posesión siniestra, se mira al espejo con cara de “ojo conmigo” y
se fetea toda la jeta con un vidrio mientras se escuchan miles de gritos en
mejicano. Y se muere.
Mientras tanto, en la prestigiosa universidad
médica de "vaya uno a saber dónde”, Alison y sus amiguitos están por dar su
primera clase de anatomía en donde deberán enfrentarse con cadáveres a los que
tendrán que seccionar para estudiar sus partes pudendas. Y el doctor más mal
actor del mundo que dirige la clase los insta a que se agrupen de a cuatro
estudiantes y elijan su cadáver preferido. Así que la película escoge al azar a
un grupo que va y agarra a una morocha
que tiene toda la jeta tajeada. Pero Alison, la joven petisa del grupete de
malísimos actores, al verla se descompone (y en realidad parece que se hubiera
descompuesto en serio porque luego, cuando vuelve en sí, está toda vomitada. Un
asco), por lo que dejan la disección para más adelante así la piba se rescata.
Pero nunca logra estar cómoda, siempre que
tiene que enfrentarse con aquel cadáver, solo ella y el director del filme
sienten que algo pasa, que la muerta les quiere decir algo, sin lograr que
aquello tan fuerte que siente la petisa que la muerta le está pidiendo haga
mella en los espectadores.
Y la película continua mal actuada, mal
dirigida, mal guionada, mal editada, mal iluminada y mal producida hasta que de
pronto, y en un break, la joven y desconocida mala actriz que intenta sin éxito
hacer de novia de uno de los jóvenes aspirantes a médico decide aparecerse por
la universidad para que su prometido le muestre un cadáver como le prometió. “Tú
me lo prometiste, prometido”, le dice haciendo puchero. A lo que el joven
accede de mala gana y la lleva a ver a la muertita, que le transmite algo que
la hace desangrar en un pasillo, matándola por completo y en el acto.
Pero todo bien, al día siguiente, cuando
comienzan con la tercera clase de disección de muertos, los alumnos se
preguntan por qué motivo Peter (si es que así se llama, ya no lo recuerdo, pero
supongamos que se llama Peter, tampoco vamos a darle tanta importancia a algo
que no la tiene) no está en clase, y el médico mal actor que dirige el aula les
dice “Cómo, ¿no lo saben? Anoche murió desangrada su novia aquí afuera, en el
pasillo”, como si fuera lo más natural del mundo, como si estuvieran permitidas
las visitas a altas horas de la noche y como si aquel episodio fuera comparable
a decir que Peter se ausentó porque tenía que renovar su carnet de timonel en
prefectura. Por lo que Alison mira al del grupo que ya eligió como futuro novio
como diciendo “¿Ves, Tony? Aquí pasa algo” (Suponiendo que el tipo se llama
Tony, realmente no recuerdo qué nombre eligieron para darle a este otro mal
actor y tampoco importa demasiado).
Así que bueno, no vamos a seguir con esto
mucho más porque no tiene sentido. Alison, como en toda película mala, intenta
infructuosamente advertir a su profesor que la morocha muerta es un alma en
pena que se está desquitando de algo y por eso van muriendo todos pero,
haciendo honor y respetuoso tributo a toda película de terror mala, su profesor
no le da ni cinco de pelota y señala que todo aquello terrible que está
sucediendo, que jamás ocurrió en toda la historia de la universidad, es
producto solo de la coincidencia y que ella no debe creer en esas cosas siendo
que está estudiando medicina.
Y todos mueren, menos ella y su noviecito, que
luego de un montón de asquerosas escenas con pedazos de muertos y sangre y esas
cosas, logran incinerar el cuerpo de “Alita” y llevarlo a Brasil, a unas cuevas
donde la morocha había descubierto unas tumbas comunes con más de 50.000 (sí,
si vamos a exagerar, exageremos a lo pavote: 50.000 le mandó nuestro director)
almas en pena, para que descanse en paz. No solo ella, sino también las 50.000
almas que “Alita” estúpidamente despertó aquel viernes de exploración en Brasil
donde quedó pegada y poseída y terminó matándose con un vidrio mientras unas
voces en mejicano y no en portugués le decían que se lastime y se mate.
Hacía rato que me debía esta película. Y no la
alquilaba porque en la tapa decía: “Hecha con cadáveres reales” Y realmente no
creo que esté hecha con muertos de en de veras… Es imposible que lo hayan
permitido, aunque no sé. EEUU todo lo puede, amigos.
Le pongo 1 Juanpablo. La petisa es linda. Ah!,
y trabaja un muy tonto papel el hermano de Jessica Alba! Cualquiera, el
morochito!
2 comentarios:
Me encantan tus comentarios. Tu humor negro y acido! Seguí así que coincido bastante con tus gustos cinéfilos. Gracias por ahorrarme horas de películas malas.
Jajaja!, gracias! Me honra que me lean y se diviertan!
Un beso!
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