Con: Jake
Busey, Matthew MacFadzean, Vik Sahay, Richard Fitzpatrick, David Haydn-Jones, Deborah
Odell y Daniel Cook
Dirección: Erin Berry
La película, si es que así se puede llamar
esto que acabo de ver, comienza mostrando Jake Busey (hijo del célebre Gary,
que actuare en montones de películas de los 80 y 90 y que tantos recuerdos para
el olvido nos dejare con sus patéticas colaboraciones en producciones como:
“Alerta Máxima” o “Depredador II” o “El asesino del teléfono erótico” o más conocido
por su condición de malo en “Arma Mortal I”) Y Jake está intentando hacer ver
que arregla una camioneta descompuesta en la ruta, pero se ve que el muchacho
nunca vio cómo se arregla una camioneta, porque no compone bien la escena,
mientras su hijito juega con un oso de peluche dentro de la Pathfinder que
gotea nafta peligrosamente desde su
pinchado tanque y él le pide que le dé arranque mientras enciende un cigarrito
que de seguro hará explotar esa camioneta por el aire llevándose la vida de su
amado hijito y transformando su paso por este mundo en una pesadilla sin igual.
Y así es que, de manera muy elemental, el
cigarrito cae sobre la nasta y la 4x4 explota como un volcán rostizando a su
hijo, momento en el que Jake Busey despierta de golpe (estaba soñando) de la
cruel pesadilla que lo tomó por sorpresa, pero se ve que Jake nunca tuvo una
pesadilla en su vida, porque no compone bien la escena, pone cara como si se
hubiera olvidado de algo en lugar de cara de espanto, quizás el tipo en serio
jamás tuvo una pesadilla, puede ser.
Y entonces advierte su presente y recuerda que
su hijo murió y que se separó de su mujer y se pone a llorar, pero se ve que
Jake nunca lloró en su vida y nunca vio a nadie llorando, porque compone muy
mal la escena del llanto, hace algo raro con los dientes, nadie hace eso cuando
llora.
Y decide salir a trabajar, manejando un taxi
al que se sube y le da arranque, pero se ve que Jake nunca vio cómo se le da
arranque a un auto, porque compone muy mal la escena, dobla el brazo y lo
retuerce de tal forma para hacer girar la llave de contacto que pareciera que
se le va a salir del hombro. Nadie hace arrancar un auto así, no importa la
marca ni el modelo. Ningún auto da esos dolores de cabeza al ser encendido.
Y un rato más tarde aparca en una residencial
calle y hace de cuenta que se le descompuso el taxi con el solo fin de hacer
salir a su ex mujer de la casa y así poder verla y suplicarle que vuelvan a
estar juntos para solo conseguir discutir con ella, pero se ve que Jake nunca
discutió con una ex mujer y nunca vio cómo se discute, porque compone muy mal
su papel, al punto de quedar como Piripincho, con esos dientes súper
escandalosos que genéticamente le tocaron en suerte. Y su mujer lo corta en
seco y le dice que se vaya, que necesita ayuda, que le da miedo verlo así (a mí
también me da miedo, ese hombre no puede actuar de esa manera, para mí el tipo
no es de este planeta).
Y se va a la pocilga donde espera la muerte y
prende la tele y se acuesta a tomar helado, pero se ve que Jake nunca vio como
toma helado la gente, porque compone muy mal su papel, al punto de parecer que
está tomando mate en lugar de degustando un delicioso helado de crema, puede
que sean esos dientes terribles que porta, aunque no lo sé.
Y se queda dormido, pero se ve que Jake nunca
vio cómo se queda dormida la gente, porque compone muy mal su papel, parece que
estuviera intentando recordar algo en lugar de durmiendo, o que estuviera
haciendo fuerza para no cagarse, ya que cierra los ojos fuertemente, nadie cierra
los ojos tan fuertemente para dormir.
Y otra vez sueña, sueña con su paso por Irak, cuando
patrullaba las mugrosas calles de aquel lejano país con su amigo de combate
mientras empuñaba una metralleta, pero se ve que Jake nunca vio a nadie empuñar
una metralleta, porque compone muy mal su papel, la toma entre sus brazos como
si llevara un bebito o una damajuana. Nunca una metralleta. Y es en ese momento
que se les acerca peligrosamente un niño iraquí que porta en una de sus manos
una granada y su amigo advierte el explosivo e intenta dispararle, pero se le
traba el fusil, por lo que Jake decide poner al iraquito de un tiro justo antes
que explote la granada, que lo hace volar por el aire, pero se ve que Jake
nunca vio como vuela por el aire un soldado que acaba de sufrir una explosión
cerca que lo toma por sorpresa, porque compone muy mal su papel, agitando sus
brazos como una mariposa y girando su cadera como si fuera Julio Boca en lugar
de un simple soldado explotado.
Así que luego de la explosión se pone el
casco, pero se ve que Jake jamás vio como se ponen los cascos los soldados,
porque se lo pone al revés, en el momento que vuelve a despertar de la
pesadilla que no sabe interpretar como el actor que pretende ser.
Y le golpean la puerta, es su amigo de la
guerra, que lo viene a visitar y le dice que lo ve mal, que debería hacerse ver
por un psicólogo y que debería acercarse a Dios, y le da un panfleto cristiano,
a lo que Jake se ofende muchísimo y lo echa de su casa, pero se ve que Jake
jamás se ofendió ni se enojó con ningún amigo, porque compone muy mal esa
escena, mostrando los dientes esos que tiene de conejo tuneado.
Y bueno, no voy a seguir describiendo cada
cuadro mal actuado de este hijo de su padre que tan pero tan mal actúa. Mejor
resumo un poco.
El director se compró unos rieles en círculo
para poner la cámara como en un trencito y así filmar en derredor de las escenas,
por lo que cada una de las tomas que hay en la película están filmadas de esa
manera, girando en torno a los protagonistas. Se ve que el tipo estuvo mucho
tiempo esperando para comprarse eso y le quiso sacar el jugo hasta marchitar la
herramienta, lográndolo. Si no me cree vaya y alquílela.
Aparentemente Jake sufre algún trastorno
psicológico producido por el terrible trauma que padece por haber perdido a su
hijito, y nunca queda claro si lo que le sucede es real o producto de su
imaginación. La policía lo viene a ver porque su ex apareció calcinada, y hay
un Apu que le vende los cigarritos y el helado de crema, que por otra parte es
lo único que consume en toda la película, que se le aparece cada tanto
amenazándolo con inyectarle una cosa, pero la película es tan pero tan absurda
que no tiene ni pies ni cabeza, ni se entiende qué le quiere inyectar ni para
qué. Ni tampoco importa.
Jake Busey es el peor actor que vi en mi vida,
ya lo había padecido en Cross, donde sobreactúa asquerosamente su rol de
superhéroe que tira unas bolas azules y realmente no lo pude creer, pero esto
es realmente inadmisible.
Hay gente que no debería actuar, alguien
debería decírselo. Sé que Jake Busey no leerá esto, pero no pierdo las
esperanzas, quizás algún amigo sí lo haga y se lo diga, así que aprovecho este
momento para sincerarme contigo, Jake. No actúes más. No tenés talento. Es muy
triste verte hacer el ridículo en cada una de las escenas que protagonizás,
porque es en cada una de las escenas, en cada toma, no dejás títere con cabeza.
No hay un solo momento bien actuado. No servís para esto. Tu padre tampoco,
aunque tiene un poquito de talento más que vos, pero es muy poquito.
Debe ser muy triste ir caminando por las
calles de Hollywood y que la gente te señale: “Mirá quién va ahí, ese actor
malísimo”. Tené un poco de amor propio.
Incalificable.
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