Con: Richard Brancatisano, Xavier Samuel, Chris Betts, Sharni Vinson, Simon Edds, Miranda Deakin y la invalorable
colaboración de Julian
“cejitas depiladas” McMahon
Dirección: Kimble Rendall
Resulta que en una
paradisíaca playa en donde el sol, la arena, el verde azulado de las olas, los
jóvenes con torneados cuerpos y las muchachas esculturales sin una estría o un
solo pozo celulítico a la vista disfrutan con vigor de un día de sol, arena,
verde azulado de las olas, torneados cuerpos varoniles y muchachas sin estrías
ni celulitis a la vista.
Y la vida es
perfecta, aunque quizás esa no sea la palabra más adecuada ya que de solo
leerla siento que me estoy quedando corto, así que mejor digamos que la vida es
inestimablemente maravillosa. Y todos corren, escuchan música y se besan tras las
rocas y se tocan el culo y toman cervecitas cuando de pronto, Brendan
(pongámosle ese nombre, ya no recuerdo el real) decide salir a nadar mar
adentro a bordo de una pequeña tablita cuando la alarma “tiburón a la vista” es
soltada con desparpajo por nuestro director haciendo que la escultural Tina y
el imponente Josh dejen para otro momento sus caricias y manoseos y salgan
detrás de las rocas a correr la playa con desesperación en busca de su hermano/amigo
para advertirle y/o rescatarle.
Pero todos sus
esfuerzos son en vano. Josh no consigue llegar a tiempo. El tiburón come al
pobre Brendan ante la mirada espantada de su hermana, Tina, quien ha quedado
petrificada en la orilla, con ambas manos cubriendo su boca.
Estremecimiento.
Dolor. Espanto. Desazón.
Y el tiempo pasa,
como cantaba Pablo Milanés, y la película nos describe la actualidad, algunos
años más tarde, donde Josh, ya alejado de su rol de guardavidas inexacto que
deja morir a su mejor amigo a manos de un tiburoncete de ocasión ahora se gana la vida trabajando en algo menos peligroso para la
sociedad dentro de un supermercado cuando de pronto Cejitas Depiladas se
dispone a ingresar al súper con el fin de robar el dinero de la caja amenazado
por otro secuaz -muy mala persona y, sobre esta deleznable cualidad: horrible
actor- llevándose al encargado hacia la oficina.
Y todo fluye con normalidad cuando de pronto un tsunami invade la ciudad balnearia y todo el mundo queda atrapado dentro del supermercado y con el agua al cuello.
Y todo fluye con normalidad cuando de pronto un tsunami invade la ciudad balnearia y todo el mundo queda atrapado dentro del supermercado y con el agua al cuello.
Horror. Frío. Mercadería
arruinada.
Y de inmediato
vienen los tiburones, que entran al súper con el fin de conseguir alimento como
lo hacemos nosotros, solo que ellos en lugar de agarrar changuitos y pasearse
entre las góndolas con cara de zombie bajo la ténue melodía de alguna canción
de Ricky Martin lo hacen nadando con destreza de escualo mientras los
sobrevivientes deciden que lo mejor en estos casos es subirse a las góndolas y
esperar ahí a ser rescatados. Pero esto no ocurre ni ocurrirá, nadie los rescata ni rescatará y los
tiburones comienzan a ingeniárselas para lastimarles.
Y mientras tanto, en
el subsuelo del supermercado que debería estar tapado completamente de agua
siendo como es: un subsuelo de un lugar donde el agua en la planta alta llega al cuello de las personas, una parejita queda atrapada dentro de un BMW rojo
sellado al vacío al que no le entra una sola gota en su interior a pesar de tener el agua a mitad de la ventanilla y que
les brinda a los muchachitos la tranquilidad de quedarse ahí dentro intentando
pescar señal con el celu o sintonizar una radio sin suerte.
Pero dentro del súper
la cosa se pone cada vez más tensa –entre los actores, usted no sentirá tensión
alguna- y aquel secuaz que, encapuchado, intentare robar el negocio por la fuerza cuando Cejitas Depiladas mostrara poca firmeza en su intentona de atraco, finalmente
es descubierto por los demás luego de una sonsa discusión del momento y todos deciden
tirarlo como carnada para entretener a los pescadotes hambrientos mientras el
japonés novio de Tina decide sumergirse para cortar la luz todo
cubierto de changuitos y jaulas de pájaro construyéndose así un traje-reja muy
copado siendo que están todos parados sobre una góndolas de súper sin acceso a
conseguir ni las herramientas, ni los precintos ni las jaulas de pájaro con las
que atavían al oriental salvador, quien logra cortar el suministro eléctrico
aunque no así mantenerse con vida, ya que se le enreda una cosa y termina
ahogándose.
Y todos los extras
comienzan a morir de a poco mientras Josh y Tina amenazan con perdonarse por el episodio de
años atrás y la vida vuelve a sonreírles sobre aquellas góndolas de
supermercado mientras los que estaban en el subsuelo encuentran la forma de subir al mercado
y así entre todos lograr salir de ese lugar para poder contemplar el daño causado
por el paso de este inoportuno tsunami que nos regalare esta pelotudísima película
de tiburones, culos, malos actores e imbécil trama que, como un perfecto
idiota, tomé aquella tarde de las estanterías de mi videoclub amigo para intentar entretener un fin de jornada sin conseguirlo.
Así que ya lo sabe,
si usted gusta de perder el tiempo como un trastornado, no deje de mirar “Bait”,
la va a pasar fenómeno.
Le pongo 2
Juanpablos. Los momentos en los que el malo abría la boca fueron desopilantes.
Un aplauso para este horrible actor que es Dan Wyllie, un experto de la
vergüenza ajena.
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