Con: Un primo mío, Sung Kang, Sarah Shashi, Adewale Akinnuoye-Agbaje,
Jason Mamoa, Christian Slater e inmundo elenco
Dirección: Walter Hill
Resulta que mi primo, en esta nueva oportunidad
y lejos de entender que ya fue, ya pasó, ya está y que es hora de recostarse en
una tumbona a mirar culos en alguna paradisíaca playa a bordo de ese yate súper
lujoso que se compró y en el cual aún no me ha invitado a pasear, en esta oportunidad
se pone en la arrugada piel del temible Jimmy Bobo, un implacable y temerario
asesino a sueldo a quien los años (67), los golpes que le propinara Ivan Drago
en su momento más las corridas por la selva en el rol de Rambo sumado a las
incontables cirugías estéticas que se propinara en el rostro, que hasta hace un
tiempo atrás parecía congelado en una expresión monumental de pasmo ineludible
y ahora con este último retoque pudo quitarla para obtener un rostro
increíblemente recio que no puede modificar bajo ningún punto de vista pero que
al menos le sirve para protagonizar esta nueva película, no le impiden pasearse
por el film duro como paquete de pastillas ante la mirada cómplice de sus
colaboradores, quienes no le dirán que camina como un muñeco y cobrarán su
sueldo, a ver si el viejo Sly se arrepiente de terminar el filme.
Entonces, decía, la pasa de uva que una vez fue
Rocky o Rambo ahora se encomienda, con su coequiper, un ignoto actor que
muestra por todos lados que morirá inminentemente a silenciar a un aún
muchísimo más ignoto actor que se pasa toda la presentación del filme tomando
merca, chupando y bailando en calzoncillos mientras la prostituta que rentó se
pega un baño antes de poder enfiestarla.
Así que Sly y NN estacionan el auto, se bajan,
sacan del baúl las armas (exactamente igual que en Pulp Fiction pero sin un
cuarto de onda) y suben al piso donde bailarete se enfiesta y se parapetan en
la puerta (exactamente igual que en Pulp Fiction pero sin un cuarto de onda)
para tomar aire o carrera e ingresar y acabarlo (darle un tiro, no esa
asquerosidad que usted pensó, no sea pervertido).
Entonces golpean, entran, piña va, piña viene,
lo matan. Sly debería ajusticiar también a la prostituta, pero ésta porta en su
espalda un tatuaje de un puma que lo enternece, así que no la mata.
Error. Futuro arrepentimiento. Recurso utilizado
unas cien mil veces.
Entonces aquel que debía pagarle el trabajo no
lo hace y manda a un increíblemente mal actor que hace de malo a matarle y este
se inmiscuye en el bar donde Sly degusta un whiskycito con su ignoto partner y cuando
Sly se va a echar un cloro agarra y apuñala a ignoto actor para luego ir a por
Sly, con quien se recagará a trompadas en el baño del bar y no conseguirá ultimarlo (a Dios gracias, de lo contrario hubiese terminado la película...).
Luego de esto, con una voz gruesa y cavernosa
digna de un hombre de su edad, nuestro célebre primo nos cuenta un resumen de
lo que fue su vida mostrando una seguidilla de fotos suyas desde que era un
purrete hasta esta actualidad tan lamentable, con unos cartelitos de preso
colgados del cuello mientras nos dice que fue capturado 26 veces, pero solo 2 lo
condenaron, y las fotos que pone son claramente fotos que el director le pidió
de distintas etapas de su vida, algunas muy atinadas para colgarle con
Photoshop un cartel de preso, pero otras ni remotamente, entonces hay una que
se está riendo y otra en donde está mirando con ternura hacia arriba, y nadie
se ríe de esa manera cuando le sacan la foto para encarcelarlo ni mira con
ternura hacia arriba. El director debería haber sido un poco más criterioso. O
al menos nuestro primo debería haberlo sido, es un tipo que tiene montones de
películas en la espalda…
Mientras tanto, en otro lugar de New Orleans,
meca y cosmópolis de cada película malísima que sale luego del episodio con el
huracán Katrina, un señor que directamente no debe ser actor, hace de jefe de
los malos que porta una extraña enfermedad en las piernas que hacen que se
mueva con lentitud y apoyado en sendos bastones, quizás para poder amplificar
un poco su actitud de malo, tan irremediablemente imposible de extraer de esa
cara de pelotudo que tiene, y recibe la mala noticia del mamón que debía
silenciar al viejo Rocky de que esto no pudo concretarse pero que no se
preocupe que en poco tiempo más lo acabará.
Al mismo tiempo, en el departamento de policía,
un joven koreano llega desde Washington a tomar cartas en el asunto y debe
encontrar al asesino que mató a bailarete a quien encuentra de
inmediato gracias a su celular de última generación (esto es así, usted sígame
la corriente. Imagino que es algo que quiso plasmar Sly como diciendo “los
jóvenes de hoy encuentran todo con ese aparatito”) y en lugar de apresarlo se
hacen amigos y salen en sociedad a: uno encontrar al rengo malo para
encarcelarlo y el otro a matarlo.
Y así comienza esta torpe anécdota de Sylvester
Stallone en donde, hay que admitirlo y quizás levantarse y aplaudirlo con
vítores, nos muestra qué bien que se mantiene físicamente, qué lindas que les
quedan las arrugas en sus torneados bíceps y qué imbéciles son todos aquellos
que intentan doblegarlo a pesar de sus casi 70 año y su clarísima imposibilidad
de moverse con la soltura de otrora, esa soltura que reparte como quien regala caramelos el mamón con quien se pelea en toda la película y que
solo en la cabeza ilusa de nuestro querido primo podría haber perdido como
pierde la pelea, en un mano a mano entre un viejo hecho mierda y un joven saludable y listo para
enfrentar la vida.
Cuando Sly salió con “Los Indestructibles” y le
dio ese toque cómico que puede gustarle o no, era una cosa, pero esto no. Así
no, diría Mirtha Legrand de Tinayre.
Dejate de joder, Silvestre. Comprate un gato y
anclá en Grecia, comprate una isla y ponete un PaintBall e invitá a tus
amigotes a cagarse a tiros, déjate de joder que ya hincha las pelotas.
Y otra cosa: ¿podrías haber averiguado que
significa Bobo en un país de habla hispana? ¿Bobo se tenía que llamar el
personaje que encarnaste? ¡Me hubieses llamado! Sos muy bobo.
Le pongo 3 Juanpablos, la escena de las fotitos los vale.
Le pongo 3 Juanpablos, la escena de las fotitos los vale.
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