Con: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates, Warren
Clarke, John Clive, Adrienne Corri, Carl Duering, Paul Farrell, Clive Francis y
Michael Gover
Dirección: Stanley Kubrick
Una de las grandes e imperdibles películas de Kubrick. Si
tuviera que elegir las tres que más me gustan de Stanley: Strangelove por encima de
todo sin dudar siquiera un instante, pero luego viene Clockwork, muy por encima
de Space
Oddyssey.
Increíble fue advertir en mi adolescencia cómo el mundo siguió
su penoso rumbo a la triste actualidad habiendo sido alertados por estas obras
maestras que no dejaban lugar a dudas sobre, en este caso, las miserias humanas
exacerbadas por el dinero y el libre acceso a absolutamente todo que pueden
enfermar a un tipo que ya no sabe qué mierda hacer con tanta plata y sus gustos
se pervierten a niveles sin marcha atrás como seguimos viendo aún hoy, 40 años más
tarde, en los ricos de actualidad que aparecen dos por tres en el diario.
Agradezco haber tenido menos de diez años en los setentas,
si no, me sentiría aún más culpable.
Le pongo miles de Juanpablos y lamento que nada de lo que
Stanley nos gritaba en la jeta haya sido escuchado en serio y solo haya quedado
para embellecer al séptimo arte con estas obras maestras insuperables.
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