Con: Scott Adkins, Nick Chinlund, Caitlin Keats,
Jake La Botz, Tony Perez, Madison Lawlor y elenco
Dirección: Isaac Florentine
Resulta que un día un productor de medio pelo se
avivó, chusmeando en su Facebook, que Scott Adkins estaba por cumplir los 40
años, y le dijo a su mujer, quien preparaba unos wafles con el pelo todo
desordenado, “Che, gorda, ¿viste ese que te gusta a vos, que es re parecido a
Ben Affleck pero no es? Bueno, está por cumplir 40. Cómo pasa el tiempo…” y no
terminó de hacer el comentario que se dijo, para sí “¿Cuánto hace que no lo veo
en un film? En Bourne estuvo bien, después anduvo robando en Expendables
II y zafó –igual ¿quién haría agua en una película tan pelotudísima…? y
ahora hace rato que no lo veo mostrar su destreza y sus aceitados músculos, se
le va a pasar el cuarto de hora. ¿Y si le armo una película con 2,50 en donde deba
darse piñas desde el comienzo hasta el fin? No habría que pensar demasiado ni
en la trama ni en los otros actores… Podría ser, por ejemplo así, en un primer
bosquejo: Un motoquero vengador que en una trifulca con extras narcos se hace
de un valioso pen drive lleno de información de cuentas y asesinatos que
dejarían expuesto a algún líder de la merca colombiana y entonces este líder
manda a sus secuaces a acabar con él y lo ponemos a darse piñas, trompadas y
patadas durante 90 minutos… ¡qué buena idea!”
Así que se saltó de la silla como si fuese un
resorte, se tomó el café a los apurones y salió rajando hacia su oficina
olvidándose de los wafles e incluso de despedirse de su mujer. Hacía rato que
su porductora no pegaba más un hitazo, las cuentas se acumulaban y ya no
recordaba cuándo había sido la última vez que había promovido un film discreto
que valiera la pena tener en su currículum vitae. ¿Qué le hace una mancha más
al tigre?, se dijo, envalentonándose mientras manejaba e intentaba,
infructuoso, marcar el número de Adkins para hacerle la oferta.
Y Adkins aceptó, qué no va a aceptar si tenía
la mesa de la cocina llena de impuestos impagos y reclamos judiciales de cobro
moroso…
Ah, y volviendo, porque al final me fui por
las ramas, la película es malísima y dirigida por un célebre constructor de
films de Power Rangers (le juro), el protagonista se la pasa dándose patadas
con un montón de mejicanos por un estúpido pen drive que jamás se le cae del
bolsillo de la campera y todos mueren, excepto él, la jovencita irrelevante de
la trama y su madre.
Le pongo 2 Juanpablos. La escena en que viene
el mal actor padrastro de la jovencita irrelevante de la trama es tan mala que
merece un monumento en la plaza de su barrio.
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