lunes, 14 de diciembre de 2015

Close Range (2015)






Con:  Scott Adkins, Nick Chinlund, Caitlin Keats, Jake La Botz, Tony Perez, Madison Lawlor y elenco

Dirección: Isaac Florentine


Resulta que un día un productor de medio pelo se avivó, chusmeando en su Facebook, que Scott Adkins estaba por cumplir los 40 años, y le dijo a su mujer, quien preparaba unos wafles con el pelo todo desordenado, “Che, gorda, ¿viste ese que te gusta a vos, que es re parecido a Ben Affleck pero no es? Bueno, está por cumplir 40. Cómo pasa el tiempo…” y no terminó de hacer el comentario que se dijo, para sí “¿Cuánto hace que no lo veo en un film? En Bourne estuvo bien, después anduvo robando en Expendables II y zafó –igual ¿quién haría agua en una película tan pelotudísima…? y ahora hace rato que no lo veo mostrar su destreza y sus aceitados músculos, se le va a pasar el cuarto de hora. ¿Y si le armo una película con 2,50 en donde deba darse piñas desde el comienzo hasta el fin? No habría que pensar demasiado ni en la trama ni en los otros actores… Podría ser, por ejemplo así, en un primer bosquejo: Un motoquero vengador que en una trifulca con extras narcos se hace de un valioso pen drive lleno de información de cuentas y asesinatos que dejarían expuesto a algún líder de la merca colombiana y entonces este líder manda a sus secuaces a acabar con él y lo ponemos a darse piñas, trompadas y patadas durante 90 minutos… ¡qué buena idea!”

Así que se saltó de la silla como si fuese un resorte, se tomó el café a los apurones y salió rajando hacia su oficina olvidándose de los wafles e incluso de despedirse de su mujer. Hacía rato que su porductora no pegaba más un hitazo, las cuentas se acumulaban y ya no recordaba cuándo había sido la última vez que había promovido un film discreto que valiera la pena tener en su currículum vitae. ¿Qué le hace una mancha más al tigre?, se dijo, envalentonándose mientras manejaba e intentaba, infructuoso, marcar el número de Adkins para hacerle la oferta.

Y Adkins aceptó, qué no va a aceptar si tenía la mesa de la cocina llena de impuestos impagos y reclamos judiciales de cobro moroso…

Ah, y volviendo, porque al final me fui por las ramas, la película es malísima y dirigida por un célebre constructor de films de Power Rangers (le juro), el protagonista se la pasa dándose patadas con un montón de mejicanos por un estúpido pen drive que jamás se le cae del bolsillo de la campera y todos mueren, excepto él, la jovencita irrelevante de la trama y su madre.



Le pongo 2 Juanpablos. La escena en que viene el mal actor padrastro de la jovencita irrelevante de la trama es tan mala que merece un monumento en la plaza de su barrio.

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