Con: James McAvoy, Daniel Radcliff, Jessica
Brown Findlay, Andrew Scott y elenco
Dirección: Paul McGuigan
Ah, bueno. Venimos de mal en peor. Semana de
estrenos recontra pelotudos y remakes innecesarias que no sirven ni para ese estilo
“comic-súper héroe” que ya me tiene las pelotas por el piso.
Como bien dije hace poco, Radcliff me ha
cansado de manera superflua, padece sin remedio su flagelo pottereano y nada se
lo quitará, es como una de esas enfermedades crónicas que hay que tomar una
pastilla para siempre, una cosa así. Me apena por él, parece buen tipo, pero lo
mejor será que abandone su ambición por destacarse como actor que tiene otra
cosa para dar además de gritar envalentonado “¡Subtrenmetrocleta!” con una
varita en la mano o bien seguir haciendo secuelas de Harry Potter hasta que sea
viejo y dirija él mismo ese castillo pavote lleno de papa fritas que se pretenden
magos.
Y, párrafo aparte, la sobreactuación de James
McAvoy me ha dejado perplejo. Creo haber visto algo parecido en un hermoso y
muy recomendable film denominado “It Came From Hollywood” que hicieran
en los ´80 Aykroyd, Marin y el añorado John Candy en donde rescataban del
olvido las más estúpidas y patéticas escenas que alguna vez incluyeran en films
de baja estofa salidos justamente de Hollywood, como bien reza su título. Había
una mujer rubia, film de los 50s, que gritaba desesperada porque su amado se
iba a la guerra o a la cajeta de su tía, ya no recuerdo dónde es que se iba el
ñato, y la tipa gritaba de una forma tan exagerada y tan sobreactuada que solo
un director completamente pasado de merca podría suponer que aquello no había
que rehacerlo. Y con McAvoy pasa lo mismo, pero no en un instante de error,
todo el tiempo sobreactúa de manera inaplicable componiendo su peor papel
siendo como es un tipo razonable y bastante didáctico, dejándonos con la
sensación de que, o bien el director es tremendo torta frita sin talento o
McAvoy tiene un irremediable problema con la cocaína y ya nada lo traerá a la
normalidad.
Y si a estos dos ítems negativos que señalo
agregamos la tontísima situación que el film plantea en donde la bella
equilibrista del circo amada en secreto por el jorobadito Radcliff cae de lo
alto y se quiebra la clavícula entonces termina en un cotolengo espantoso
intentando salvar su vida porque no tiene plata ni para bayaspirinas y después
se cura y se encuentra con el ex jorobado ahora derechito como pincel en una
fiesta de la alta alcurnia y ella ahora es rica y se enamoran y ¡qué pasó! ¿Se
ganó el Quini?
Dios mío, ¿cómo puede ser que publiquen estas
mierdas sin igual y que nadie los prenda fuego en una plaza?
Este tipo de estupideces son las que siempre
me llevan al pasado, en donde Mel Brooks componía la perfecta historia de
Frankenstein al mismo tiempo en que Pink Floyd publicaba The Dark Side of The
Moon dando el puntapié inicial a 3 discos más que engalanarían esos
irrecuperables 70s al mismo tiempo en que Queen publicaba Bohemian Rhapsody,
por poner solo tres elementales ejemplos que describen de forma certera la
mierda en que nos hemos convertido.
Le pongo 1 Juanpablo.
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