miércoles, 1 de junio de 2016

Creed (2015)






Con: Mi primo, Michael B. Jordan, Tessa Thompson, Phylicia Rashad y elenco

Dirección: Ryan Coogler


La pícara astucia de Creed para despegarse del resto de las “Rocky10mil” que tanto mancillaron el buen nombre de un film que se metió en las venas de todos y cada uno de quienes tenemos entre 40 y 50 años es la utilización del golpe bajo al corazón y al alma. Porque queremos a Rocky, porque siempre lo amaremos, porque lo que consiguió grabar en nuestra adolescencia quedará por siempre en nuestro ADN y nunca olvidaremos la emoción que nos eyectara los pelos del pecho o brazos cuando Stallone todo hecho mierda e inundado de sangre y música de victoria sin igual elevaba su brazo gritando el nombre de su mujer.

Entonces basta de estúpidos musculosos a quien nadie conoce para generar una secuela irrelevante. Vayamos al golpe bajo Nª1: un hijo no reconocido de Apollo deja de boyar de correccional en correccional y la viuda del campeón (quien no es su madre), finalmente decide aceptarlo y transformarse en la madre que no tuvo. Y a pesar de que Adonis (papá Apollo, hijo Adonis) estudió y trabaja en una financiera, lo que su cuerpo pide a gritos es pelear y renuncia, se pelea con su madre y viaja a la ciudad del semental italiano quien ni siquiera sabe que Adonis existe, y no se andan con vueltas pelotudas de trama hollywoodense. Rápidamente. “Soy el hijo de Apollo”. Golpe bajo náber chú.

Rocky está viejo y solo, perdió a Paulie y a Adrian y ya está más de vuelta (mucho más) que cualquiera de nosotros todos juntos. Lo acepta, abraza, cobija y protege. Y Adonis de inmediato lo llama “Tío” (tercer golpe bajo).

Y todo fluye y Rocky lo entrena como puede y a la vieja usanza (cuarto golpe bajo, recordar el entrenamiento de Rocky en esta época tan llena de pibes drogados en la calle que nada tiene que ver con la que imaginábamos cuando veíamos a Drago entrenar como robot) y de pronto, así como quien no quiere la cosa, cae del cielo como un meteoro imposible de esquivar el 5to e implacable golpe bajo: Rocky está enfermo.

Si les digo que no lloré como un estúpido en varios pasajes de la película, estaría siendo deshonesto con ustedes y saben que jamás les diría una cosa por otra.


Le pongo 8 Juanpablos. Esta última entrega de Rocky (te lo pido por favor, primo, no podrías haber cerrado mejor la saga, me pasé los últimos años criticándote con fervor y pretendo que hagamos las paces de una vez y volvamos a comer fideos con tuco los domingos como lo hacíamos antes de Expendables) enaltece la historia, nos hace olvidar los tontos traspiés del pasado y viene genial para que salga un set en bluray con la 1, la 2, la 4 y Creed. Y buenas noches.

No hay comentarios: