Outlander (2008)

Con: James Caviezel, Sophia Myles, Jack Huston, John Hurt y Hellboy.

Dirección: Howard McCain.


Resulta que viene una gran nave por el espacio, viene un poco accidentada y entra en la atmósfera y remonta a la estratósfera y así poder ir, por ejemplo, de Salta a Japón en 5 minutos… Ah, no. Perdón. Ése era un discurso de Carlos Saúl, lo lamento, me fui por las ramas.

Decía, viene una nave y entra medio haciendo sapito en la atmósfera, y dando cabriolas enloquecidas hasta que finalmente golpea contra un oportuno lago en Noruega.

En la Tierra es el año 706 DC y estos tipos que llegan tienen toda la onda y toda la tecnología y todos los trajes súper copados. Uno, el más joven rescata del agua a su jefe, que no sólo viene mal herido sino que, por el contrario, ya está fiambre. Tiene flor de arañazo en el pecho, en ese pecho protegido por ese implacable traje metálico indestructible. Indestructible para todo, excepto para las uñas del ser que lo arañó seccionándole las tripas.

En fin, el chabón abre un coso que hace mil ruiditos, como R2D2, y pinta una camarita que se le mete en el ojo y le enseña a hablar en inglés y a conocer cada cosa de nuestra idiosincrasia en un minuto. Pero duele bastante así que les aconsejo a los niñitos que me leen que sigan estudiando en la escuela.

Entonces el ñato, que hasta ese momento hablaba “nciefuopicky” ahora habla perfecto inglés. Pero está en Noruega. Yo al principio me preocupé porque me dije: la cagaste, fiera, en Noruega nadie habla inglés, hablan noruego, ¿no había un cómpact de ese idioma en la nave? Pero me equivoqué. En la Noruega de 706 DC hablaban perfecto inglés nomás.

Bueno, el tipo se prepara como para luchar y activa flor de chumbo que hace mierda al que se le ponga delante, lo prueba contra un frondoso árbol y este queda reducido a pequeños mondadientes. Listo, a trabajar.

Encuentra una aldea diezmada, sin gente y llena de arañazos. Mmmm, peligro. Y un noruego lo agarra por sorpresa de atrás, él se da vuelta para defenderse pero pierde el arma torpemente, que cae en un río de deshielo que baja enloquecido por la montaña. A la mierda el pistolón.

Y entonces lo encarcelan culpándolo de la masacre en aquella aldea y, a medida que siguen encontrando pueblos arrancados de cuajo comienzan a pensar que quizás ese extraño hombre de pelo cortito y ropa rara no sea el culpable y sólo este diciendo la verdad. Así que lo sueltan y le proponen que los ayude, en el momento justo en que Hellboy cae por el fortín, que está re zarpado mal de ira porque le mataron a toda su familia en su aldea y supone que fueron sus vecinos. Y es más malo que la mierda. Y se pelean a martillazos y flechazos y espadazos hasta que aparece en escena el verdadero culpable de todo lo que está ocurriendo, que es un insobornable y molesto dragón gigante, que cuando se enoja se le prenden unas lucecitas en la jeta como al auto fantástico, y corta en pedacitos a todo aquel que lo enfrente con su cola en forma de látigo filoso.

Bueno, hay que matar al bicho, tarea dantesca si las hay. Y todos se unen y lo intentan.

Y no voy a contar qué pasa porque la alquilé para reventarla en la crítica y no es taaaaan mala, zafa la pobre.

Le pongo 4 Juanpablos contra vientos y mareas.