lunes, 30 de enero de 2012

Carjacked (2011)





Con: Maria Bello, Stephen Dorff y Connor Hill

Dirección: John Bonito (No te podés llamar así…)


Lorraine es una pobre mujer que jamás le vio la cara a Dios, como se decía hace mil años. Está separada y su ex es un marine que no solo no le hace el amor sino que tampoco le pasa plata. Y ella anda durmiendo todo el día por la cantidad exasperante de trabajos que debe tomar para poder comprar todas las noches unas horribles minipizas en caja y ponerle 6 o 7 dólares de nafta a su desvencijado auto.

Y la vida es una real poronga para esta joven madre que podría estar disfrutando de su juventud en compañía de un fornido hombre que la comprenda y la proteja. Así que va medio dormida para todos lados y donde más se duerme es en el sillón del living, mientras su dulce y rubio hijito le pide: “Mamá, helado”, “mamá, helado” porque escuchó pasar al heladero, actuando tan pero tan mal su papel que puedo asegurar que no sirve ni para propaganda de la década del 70 de Helados Laponia. Y Lorraine no lo escucha y sigue durmiendo, por lo que el director de esta porquería decidió dejarle sobre la mesa unos dólares para que el jovencito salga corriendo en busca de su helado y se escuche una frenada.

Y luego Lorraine está en uno de esos grupos pelotudos donde los yankies que cometieron un error pelotudo se juntan y se lo cuentan entre ellos para sentirse más yankies, más contenidos y más pelotudos. Y ella admite que se siente culpable mientras la psicóloga del grupo intenta persuadirla para que se deje de joder y las demás boludas que comprenden la reunión la alientan a que lo haga (dejarse de joder) Y entonces uno supone que el hijo murió atropellado por el heladero pero no. No le pasó nada aquella tardecita que salió sin permiso. El heladero frenó sin propinarle un solo rasguño.

Y entonces, luego de la exagerada e innecesaria sesión de terapia, Lorraine vuelve a su casa e invita a su hijo a que la acompañe a comprar las pedorras mini pizzas en caja a una estación de servicio bastante berreta, momento aprovechado por el director para enfatizar aun más la conflictiva relación que mantiene con su ex, haciéndole sonar el celular en el minimercado y haciéndolos discutir por pelotudeces súper forzadas que ni siquiera vienen al caso solo para demostrar lo mal que su ex la trata y lo sumisa que ella se comporta, exagerando su "sumisión" como corresponde en una película malísima como esta.

Y cuando vuelve a su auto para continuar con su sumisa, miserable y resignada vida, un señor con gorro la sorprende apuntándole la nuca y obligándola a poner en marcha el vehículo.

El señor con gorro no es otro que Stephen Dorff, ése actor máso-máso que despuntó un respetable papel en “Somewhere” amenazando con rumbear su carrera hacia películas "para pensar" pero quedándose solo en la amenaza y fortaleciendo con su actitud una vez más aquel dicho que dice que “perro que ladra no muerde” y haciendo recontra cagar su prometedora carrera.

Y como no tengo ningún interés de contarla porque incluso me hizo enojar bastante voy a resumir un poco:

El tema pasa por mostrar muy mal la sufrida vida de una mujer treintañera, sumisa y que nunca dijo "basta" con firmeza a la que el destino la topa con un ladrón de bancos que la tiene bastante clara y entonces comienzan a platicar y a hacerse amigos en el coche rumbo a la frontera con México hasta que ella logra hacer escapar a su niñito y entonces él se enoja y la pone en el baúl y entonces luego ella escapa y se convierte en la mujer que siempre deseó ser: Determinada, corajuda, valerosa, expeditiva y sexy persiguiendo al ladrón que la supuso muerta en el auto que él mismo incendió dejándola abandonada dentro del baúl para secuestrar a otra mujer con hijo y así llevar adelante su cometido.

Es muy mala. Está muy pero muy mal actuada por ambos y la trama es al menos patética. Hasta ahí es solo horrible, pero el final en la corte con su ex que casi le quita la tenencia de su hijito porque la denuncia ya que ella lo metió en un colectivo escolar para que escape del secuestro es de lo más idiota que vi en toda mi vida.

Es una película construida solo para señoras de las 4 décadas que no salen de sus casas si no tienen previamente la autorización de sus maridos. Y ni siquiera para ellas, porque si aun hay mujeres como las describe John Bonito en este filme, lo ideal es hacerles ver un documental serio sobre el tema y no esta estupidez que no deja nada constructivo.

Una peli para Susana Giménez, su hija y su nieta. Y para nadie más.

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