Con: Kai Lennox, Gia Mantegna, Michael O'Keefe, Fiona Glascott, Laura
Martuscelli y Francesc Garrido
Dirección: Carles Torrens
¿Cuál
pongo?, le pregunté a mi mujer, escéptico y sin lograr decidir qué
ver primero ese sábado con las tres opciones en mano.
“Poné el
documental sobre Fidel Castro”, aseveró, vehemente y
revolucionaria, a tono con el documental que quería ver. Y yo me quedé perplejo
porque entre las opciones que tenía en mano no había ningún documental de Fidel
Castro. Y revisé las tres carátulas confundido ya que su voz sonó tan pero tan
decidida que quizás fuera un error mío eso de que no había ningún documental de
Fidel Castro para ver, últimamente tengo tantas cosas en la cabeza que quizás
se me hubiese pasado. Pero no, nada de eso. Las opciones se resumían a: una
con Megan Fox con mucha pinta de ser “de amor”, otra de un pibe en bicicleta
llena de laureles que auguran solo dos cosas: o una película inolvidable o un
bodrio sin igual, y Emergo, que es la película que relataré a continuación y que
vino con gusto a este mundo a subirse con el “pasaje pago” a este colectivo de
los lunes, infestado de películas malísimas.
Y estuve un buen rato como un tontito buscando
el documental sobre la vida de Fidel Castro con mis únicas tres opciones en la
mano. Y miraba una, y miraba la otra, y la otra… Y una persona normal, no yo,
debería haberse dado cuenta de entrada que no hacía falta revisar tantas veces
3 opciones y que el documental de Fidel Castro no estaba en mis manos y punto.
Pero seguí insistiendo, hasta que, derrotado y desconsolado, finalmente le
pregunté: ¿Qué documental de Fidel Castro? Mostrándole en abanico las tres
tapas de los dvd alquilados como si fuese un Locomía desconsolado. Y ella me
señaló ésta película que les relataré a continuación en donde, según ella, Kai
Lennox, el protagonista y el señor que manifiesta disconformidad por algo en la tapa, es una copia fiel de Fidel Castro, pero que bueno, ahora
que lo ve mejor sí, no es tan parecido, solo que ella había pensado que era
Fidel Castro porque ¿no ves que está en franca pose de revolucionario en la
tapa?
Y no, ¿la verdad? Yo no lo veo.
Dicho esto que merecía ser enunciado,
comenzamos con la oportuna crítica:
Resulta que ya empezamos mal: Un zambo muy mal
actor de nacionalidad centroamericana indefinida prende una cámara portátil y
comienza a hablarle como haciendo ver que la película va a ser filmada de esa
tonta manera y uno ya pierde todo interés en saber cómo sigue la historia ya
que el cuentito de la “terrible historia
real porque fíjese que está todo filmado con cámaras de mano, así que créaselo”
ya no nos lo creemos ni en pedo y en el primer minuto de film ya sabemos lo que
vamos a ver: a un grupo de desconocidísimos e inoperantes actores que tan mal
actuarán y que no lograrán ni por asomo hacernos creer nada de lo que
intentarán construir. Pero bueno, ya estamos en el baile, así que bailemos.
Muy mal actor de nacionalidad centroamericana
indefinida se presenta en sociedad como el técnico que grabará las escenas que
veremos a continuación mientras viaja en una camioneta y le hace chistes a un señor vestido de barato
traje que va en el asiento trasero, quien compondrá a un expeditivo parapsicólogo, y a la
conductora de la camioneta, quien hará de “asistente” del parapsicólogo mientras surca las calles
de no sé dónde para llegar a lo de “Fidel Castro”, que es un masculino viudo de
mediana edad que tiene a su cargo dos retoños, un niño de 6 años y una adolescente
que, para mi sorpresa, resulta que en la vida real es la hija de Joe Mantegna.
Y Fidel Castro les abre la puerta de su departamento
actuando esa primer escena con una falta de compromiso tan grande que uno ya se
acomoda para echarse un siestón, sabiendo en el minuto 5 de filmación que no
soportará la propuesta mucho más allá de los próximos quince o veinte minutos,
derramándose en el colchón y durmiéndose irrefutablemente.
Y bueno, resumiendo, hay un fantasma o algo
que está jodiendo a los Castro. De golpe hace frío, de golpe se escuchan tremendos
golpes. De golpe la hija de Joe Mantegna está atravesando una difícil situación
psíquica debido a su complicada adolescente edad y a la que el fantasma que
vive entre ellos utiliza como “transporte” para hacer sus fechorías y le hace
poner los ojitos en blanco y le hace decir necedades con voz bien gruesa
mientras le otorga una fuerza descomunal en sus brazos, al punto de hacer volar
colaboradores por el aire, etcétera.
Y las escenas pedorras se suceden unas a otras
mientras Parapsicólogo intenta poner cara de pensativo científico y solo
consigue hacer cara de “esta noche me voy a comer un guisito con las sobras del asado de ayer”, a la
vez que la joven Mantegna se pone cada vez más loca y todos hacen gran mérito
para que la peli les salga lo mejor que se pueda pero sin conseguirlo.
Y eso es todo, no me haga contarle más porque, realmente, es muy injusto tener que recordar todo lo que vi en esta basura
irresponsable.
No mire esta película y listo, no vale la
pena.
Le pongo 3 Juanpablos. La parte del psíquico
que viene a colaborar y de la nada pega un grito horripilante mientras está
hablando lo más bien, como diciendo: “cuidado que acabo de hacer contacto con el
más allá” me hizo re cagar de la risa. Muy estúpida escena. Gran mérito de este actor desconocido.
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