Pseee, qué sé yo… Vio cómo son las películas rumanas… Si vamos a poner sobre la mesa ése preciso ingrediente, es una película genial. Es The Godfather, es Apocalypse Now, es The Tree of Life.
Ahora si la mezclamos en un bol con un montón de dramas de diversas localidades planetarias, se convierte en un film discreto y nada más que eso.
Dumitrache me tiene re podrido. Y hay que conseguir pudrirme así, tan rápido. Lo vi solo en dos ocasiones, y su composición es tan insufrible que dan ganas de darle una cachetada con la palma bien abierta, que haga mucho ruido y que le deje media jeta colorada. Me gustaría verlo hacienda de Jorge Corona, a ver cómo le sale, o de La Chilindrina. Lo que sí sé es que no le cabe un solo rol más de este tipo. Ya hizo dos veces de joven parco, tímido, críptico e inexplorable al que para dar su opinión sobre lo que fuere primero habría que amenazarlo de muerte. Y le sale hermoso. Si Dumitrache tenia alguna duda y por ello aceptó componer a este joven de mediana edad que no puede con su vida, que no tiene cojones para enfrentar absolutamente nada de lo que le ocurre, incluso decidir si tomar el café con leche o solo, y que todo, absolutamente todo, a pesar de tener 35 largos, debe hacerlo su madre sobreprotectora haciéndome acordar a uno que ya no es mi amigo pero que es igualito, acá con Pozitia Copilului consiguió demostrarnos cuán bien le sale. Dan ganas de tomarse un avión a Rumania y darle su merecido.
Luego Gheorghiu está muy bien y es quien manda en este film. El resto acompaña con muy poco, aportando esos silencios y esas inexpresiones faciales a las que los rumanos nos tienen acostumbrados, así que ya lo sabe. No huya despavorido al advertir con espanto que ésta película que está por alquilar fue concebida en la tierra de los silencios y las carencias de movilidad, alquílela. Al menos después le va a poder decir a sus nietos “Yo vi una película rumana que no me durmió ni me produjo acidez estomacal de la bronca”
Le pongo 6 Juanpablos.
Ahora si la mezclamos en un bol con un montón de dramas de diversas localidades planetarias, se convierte en un film discreto y nada más que eso.
Dumitrache me tiene re podrido. Y hay que conseguir pudrirme así, tan rápido. Lo vi solo en dos ocasiones, y su composición es tan insufrible que dan ganas de darle una cachetada con la palma bien abierta, que haga mucho ruido y que le deje media jeta colorada. Me gustaría verlo hacienda de Jorge Corona, a ver cómo le sale, o de La Chilindrina. Lo que sí sé es que no le cabe un solo rol más de este tipo. Ya hizo dos veces de joven parco, tímido, críptico e inexplorable al que para dar su opinión sobre lo que fuere primero habría que amenazarlo de muerte. Y le sale hermoso. Si Dumitrache tenia alguna duda y por ello aceptó componer a este joven de mediana edad que no puede con su vida, que no tiene cojones para enfrentar absolutamente nada de lo que le ocurre, incluso decidir si tomar el café con leche o solo, y que todo, absolutamente todo, a pesar de tener 35 largos, debe hacerlo su madre sobreprotectora haciéndome acordar a uno que ya no es mi amigo pero que es igualito, acá con Pozitia Copilului consiguió demostrarnos cuán bien le sale. Dan ganas de tomarse un avión a Rumania y darle su merecido.
Luego Gheorghiu está muy bien y es quien manda en este film. El resto acompaña con muy poco, aportando esos silencios y esas inexpresiones faciales a las que los rumanos nos tienen acostumbrados, así que ya lo sabe. No huya despavorido al advertir con espanto que ésta película que está por alquilar fue concebida en la tierra de los silencios y las carencias de movilidad, alquílela. Al menos después le va a poder decir a sus nietos “Yo vi una película rumana que no me durmió ni me produjo acidez estomacal de la bronca”
Le pongo 6 Juanpablos.
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