Con: Helen Mirren, Ryan Reynolds, Katie Holmes,
Daniel Brühl,m Charles Dance y gran elenco
Dirección: Simon Curtis
No, bobísima.
Elemental, tontuela y novelona, Woman in Gold nos cuenta la triste
historia basada en hechos reales de una mujer sobreviviente del holocausto a
quien los nazis le robaron varios cientos de millones de dólares cuando
usurparon la casa de sus padres llevándoselo todo –la mujer era de la alta
sociedad judía y tenía montones de obras de arte vistiendo sus paredes y rincones
mobiliarios- y dejándola en Pampa y la vía, por decirlo de alguna forma más
nacional y popular.
Luego, el tiempo y las décadas fueron pasando y
la próspera jovencita de familia híper acomodada que tuviere que huir de los
nazis y construir su futuro en EEUU se ha convertido en una dulce viejecita que
regentea una casa de ropa para señoras de la alta sociedad y un buen día decide
reclamar lo que le corresponde al escuchar que Austria está restaurando obras
de arte a sus originales dueños.
Y la verdad es que hubiese sido una historia
interesante de ver –solo hasta ahí, tampoco daba para tanto- si no fuera por la
insistente manía yankie de generar el “inocuo suspenso pelotudo” en cada una de
las películas que monta con 2,50.
Primero la vieja quiere recuperar las obras de
arte (más de cien palos verdes) e inmediatamente
decide no hacerlo y su abogado debe convencerla (solo a mi abuela Mary, quien hubiese quedado tomándose la boca con
intriga podría hacerle efecto esta escena… ¿Qué va a hacer? ¿No va a ir a
reclamar? ¡Claro que va a ir, abuela! Si no la película termina en los próximos
5 minutos y recién empieza!) entonces la convence y luego el bufete de
renombre donde el joven abogado trabaja lo presiona para que deje de lado esta
investigación que tanto tiempo le está ocupando ya que no dará dividendos en la
compañía (y acá mi abuela Mary junto con Elsa,
mi otra abuela, se tomarían de la mano con pavor cada una en su sillón
hamacable y también les diría que no se pongan tristes porque aún no llegamos a
la tercera parte del film y una de dos: o el abogado sigue trabajando en el
caso a espaldas de su jefe o renuncia, siendo esta opción más heroica y, por
ende, seguro la elegida por el patético director) y entonces él renuncia a
su puesto que tanto sacrificio le costó ganar y decide representar a la dulce
viejecita a pesar de ser un reciente padre que espera otro retoño que está “al
nacer” y entonces consigue una entrevista con el director del museo de Austria
donde se encuentran sus afanadas obras pero la vieja una vez más se empaca y no
quiere ir y la verdad es que ya me recontra rompió las pelotas Helen Mirren, el
pelotudo de Ryan Reynolds y mis dos abuelas –que en paz descansen-, así que ya
lo sabe:
Si usted es una dulce ancianita de la década
del ’80 que leía Corín Tellado y la revista Hola!, vea Woman in Gold que se la
va a pasar fenómeno. Ahora bien, si por el contrario usted es un ciudadano
actual de edad media y habitante de este mundo que con esfuerzo y buena
predisposición atraviesa este próspero 2015 tan alejado de aqeulla pacata forma
de dibujar historias, ni se le ocurra porque se va a pegar flor de embole.
Le pongo 3 Juanpablos.
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